Sus besos bajaban desde mi cuello hasta mis senos, ella sabía cómo hacerme llegar hasta el cielo y mantenerme ahí, su piercing se movía sensualmente en uno de mis senos, y veía como sus manos bajaban rápidamente, con violencia mis pantalones, subí su boca para besarla con desesperación y me di la vuelta, para quedar encima de ella y comenzar a darle placer… Mala idea Cat, mala idea, lo único que conseguí fue un mareo horrendo, salí corriendo hacia al baño, donde vomite los litros de alcohol que había bebido, el sabor amargo y de acides que quedo en mi boca y garganta me tenían asqueada, después de limpiar salí lentamente para encontrarme con la mirada de Melo, me lancé a la cama.
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-¡Melo que pares, mi cabeza me va a estallar!- sabía perfectamente que lo estaba haciendo con querer, justo hoy ¡HOY QUE TENGO UNA PUTA RESACA DE MIERDA, SE LE OCURRÉ HACER ASEO A NIVELES EXTRAORDINARIOS! Melo debo de quererte mucho para no sacarte una buena ostia, me levante pesadamente para verla indiferente tendiéndome un café bien cargado, se lo recibí de inmediato- ¿Estas enojada?
-¿Qué crees?- El golpe me hizo brincar de dolor y quemarme, puto café, puto mueble, puta melo, bueno… putita
-Solo me estaba divirtiendo jode, ni siquiera tome tanto- afirmé segura, aunque solo recuerdo algunas cosas, estoy casi segura de que no bebí tanto… o quizás si
-Te traje en brazos borracha, hiciste un escándalo, vomitaste y me dejaste con las ganas, ¿algo más por lo que enojarme?
-Perdón, vale, perdón, sé que no me mido, y sé que detestas traerme y muchas cosas pero entiende, sabes que no se parar-
Solo se dedico a mirarme, mierda estaba enojada, y enojada era algo serio, me levante para dejar la taza vacía y pegarme una ducha fría con la esperanza de que los dolores me dejaran, quede con la esperanza porque fue peor, cuando salí estaba sentada viendo tele, no me servía de nada acercarme y hacerle cariños, no me tomaría en cuenta. Sabía perfectamente que en momentos como este solo podía desaparecer de su vista por lo menos unas buenas horas, para que dejará de estar cabreada, tomé las llaves.
-Almorzaré afuera-
Y salí, tenía miedo, no me gustaba cuando se enojaba porque siempre era por una estupidez mía, aparte ella podía perfectamente dejar de hablarme por días sin sentir remordimiento mientras yo moría por dentro, mi cabeza dolía, extremadamente, el café no me había servido, entre a esas típicas tiendas que son una plaga de comida rápida, compre lo primero que vi y me senté a esperar a que mi pedido saliera. No se demoró casi nada, y la resaca me había producido un hambre feroz, así que en menos de 10 minutos no había nada en el plato, después de pagar, salí a caminar, ay melo que haría, vi una librería y entre por papel y un sobre, después de encontrar una mesa vacía en un local y pedir un café, me puse a escribir tendidamente.
Pingüinita:
Sé que detestas que haga estupideces como las de ayer, que tomé hasta borrarme o que tome hasta perder el control total de mí, pero también sabes que no se controlarme. No tengo las mejores cualidades soy una tonta, una floja, una impaciente y una pesada, pero también sabes que contigo he sentido cosas que nunca había sentido, cosas que nunca me habían pasado, sabes que por ti siento amor, AMOR, un amor loco y desenfrenado. No soporto que te pongas así, no soporto verte enojada, ni tampoco tus miradas desinteresadas, porque me producen dolor. Pingüinita me entregue por completo a ti, y abrí mi menté a límites inimaginables. Te amo, demasiado, te amo más de lo que he podido amar a alguien, te amo más de lo que es permitido, te amo de una manera loca, pero me gusta me gusta sentir que tu también me amas.
No pido que me perdones inmediatamente, pero sí que consideres por lo menos dirigirme la palabra.
Te amo
Arleen.
Melo sabía que solo colocaba mi nombre cuando era algo importante, decidí volver a casa para entregarle la carta, y pedirle perdón de la manera en la que se hacerlo, hacerla sentir la mujer más maravillosa que ha pisado esta tierra, pero a mitad de camino recibí un mensaje, no tenía el numero archivado, pero recordaba perfectamente a que se refería:
Mensaje de desconocido
Aún me debes la apuesta.
