No te lo diré. (Robleis y Tu)

02 - Recordando

Se me es difícil recordar con exactitud aquel momento tan extraño que pasó en mi vida.

*Flash Back*

Que pasó?

Recuerdo que estaba acostada en una camilla blanca en cuatro paredes iluminadas, mis padres se aproximaron a mi al escucharme hablar.

Con preocupación, mi madre miró de reojo a mi padre quien le miraba igual.

Quiénes son ustedes?

No los lograba recordar, no sabía con exactitud quienes eran, si los conocía, si eran cercanos a mí.. pero algo en el fondo me decía que en efecto eran conocidos.
Solo...no lograba recordarlos con tan solo mirarles el rostro.

Somos tus padres - contestó mi madre, quién en ese momento no sabía que lo era.

Soy tu padre, Martin...y ella es tu madre, Alina -

Al momento en que ellos pronunciaron sus nombres, supe quienes eran, pequeños recuerdos de mi adolescencia y niñez llegaron a mi mente con rapidez, recuerdos donde ellos dos estaban presentes, mi mente se despejó cuando los recuerdos pararon de golpe, volviendo a ver los rostros de mis padres con más claridad que antes.

Nos recuerdas? - mencionó mi madre con un leve tartamudeo.

Sí, papás -ellos sonrieron aliviados ante mi respuesta positiva.

Pero había algo que faltaba, algo sentía que no estaba bien, algo no pertenecía a mi lado, algo estaba faltando.

Después de unas semanas de ese día en aquel hospital que me incomodó , falte a la preparatoria por la negación de mis padres por mi pérdida de memoria, decían que no estaba bien de salud , pero yo me sentía bien, trataron de comunicarse con algunas compañeras para explicarles de el accidente que nunca supe como fue. Siempre preguntaba que había pasado, pero mis padres se negaban para ocultar la verdad, lo que enrealidad pasó.

Hasta esta fecha no supe lo que ocurrido y lo que me dejó con la perdida de memoria no mortal.

Mis padres hablaron con Scalett, Aniley y Smith, donde solo a dos les tenía confianza, las tres me visitaron al día siguiente, donde yo me encontraba esperandolas sin la más mínima idea de quiénes vendrían a verme solo a mí.

Las tres se acercaron mirándome detenidamente, y una comenzó a hablar.
Si no recuerdo mal la que pude recordar fácilmente y sin tanto preguntar fue a Scarlett, luego le siguió Aniley y al último Smith.

Los días pasaron hasta que volví a la preparatoria para seguir con mis estudios sin mucho éxito, me fue difícil recordar la mayoría de las cosas que permanecían en el Salón, los profesores, los compañeros de clases, etc. Pero con la ayuda de scarlett quien me hacía recordar en cada clase que pasaba pude aclarar todas mis dudas de esos días confusos.

Hasta que meses después cumplí los 16 años, mis padres me retenian como una prisionera y no era capaz de hacer nada por mi misma, a las semanas de mis 16 años cumplidos terminé por irme de mi casa, llegue a casa de Scarlett y ella me apoyó en todo lo podía. Y claro está que me importó poco la opinión de mis padres.

Hasta que pude comprar una casa decente y acogedora, pude comprar algunos muebles pequeños con el dinero que recibía de mi trabajo siendo mesera por 4 semanas.
Vivía bien, con problemas de pormedio, pero era mucho mejor que vivir en el mismo techo que mis padres.

Los días pasaron hasta que aquel chico apareció tranquilamente sentado en una silla de el comedor, me congele al instante pensando demasiadas cosas horribles que pasarían.

El me volteó a ver con una sonrisa amable, pero yo solo pude reaccionar con miedo ante su presencia desconocida.

Hola Miley

Como sabes mi nombre?

Porque yo te conozco, pero lamentablemente tu a mi no.

Abrí los ojos como platos ante su respuesta, esa misma situación era similar a la que pasé con mis padres, al instante pude recordar que cuando ellos me dijeron su nombre pude saber quienes eran, con miedo siendo controlado muy dentro de mí me animé a preguntarle su nombre, talvez esa corazonada que tenía sobre si era un conocido era verdad, pero solo podía confirmarlo cuando el pronunciara su nombre.

Pero el lo negó.

Como te llamas?

No te lo diré

Porque?

.......

Porqué no puedo saber tu nombre?

Porque si te lo digo, sabrás todo.

Leves punzadas recorrieron mi pecho tensando mis músculos, un teléfono sonando me desvió de su presencia, pero cuando lo quise ver de vuelta, el había desaparecido.

Por unos momentos creí estar volviendome loca al decidir vivir sola.