capítulo 3

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Antonio se dio cuenta que Naomy lo estaba mirando, así que dejó la caja que tenía en las manos en la camioneta roja y fue a saludarla, y a despedirse de su hermana.

—Hola Naomy, no pensé que te despertarías temprano —saludó muy animado, pero su mirada mostraba tristeza porque no la iba a ver en un largo tiempo. Aunque no fueran de la misma sangre, la extrañaría mucho. Al igual que ella a él.

—Lo sé, no es muy común de mí —dijo la morena intentando mostrar una sonrisa.

—Veo que vas a la escuela ¿quieres que te lleve antes de irme? —preguntó el mayor.

—Esta bien, pero me dejas a una o dos cuadras de allí.

Los hermanos subieron a la camioneta y el mayor empezó a conducir. En el camino no hablaron casi nada, solo de cómo cambiaría la vida de ambos con este viaje que hará Antonio.

Antonio paró a una cuadra de la escuela, pero antes de que Naomy bajara de la camioneta, ella le empezó a hablar.

—Antes de despedirme, tú tienes que hacerme una promesa porque yo ya te hice una, —dijo la morena a su hermano, el chico sólo hizo una seña de que continúe — cuando vengas de visita, trae a alguien contigo, no importa si es tu amigo, amiga o... tu novia, —esto último lo dijo con una sonrisa algo pícara para que el otro se ponga nervioso —así voy a saber que valió la pena que te fueras ¿Hecho?

—Hecho —después Naomy bajó del vehículo y cerró la puerta.

—Te voy a extrañar hermano.

—Yo también Naomy —y luego él se fue rumbo a su nueva vida en la universidad mientras que ella se iba a la escuela patinando en lo que queda del camino.

Cuando llegó al patio de la escuela, se fue hacia su casillero sin llamar mucho la atención para guardar algunas cosas y sacar otras. Luego lo cerró y se fue a su salón por que iban a comenzar las clases.

Después de que terminara la primera hora, se fue al patio a sentarse en una banca para poder avanzar en su dibujo. Pero cuando ya estaba por terminar, una voz algo odiosa para ella la interrumpió.

—Vaya, vaya... No sabía que te gustara dibujar Naomy, pero no eres tan buena en eso —le dijo la voz con un tono burlón.

—Agh Samantha ¿podrías dejarme en paz por favor?

Samantha es una chica de la clase de Naomy, tiene el pelo rubio y ojos azules, siempre le gusta usar ropa muy cara y a la moda, sus padres son millonarios y siempre la están mimando, lo que la hace una persona engreída y cruel con algunas personas, entre ellas Naomy.

—¿Pero por qué debería irme si me estoy divirtiendo tanto contigo? Tanto que me gustaría ver tu dibujo más de cerca —luego de decir esto, Samantha le arrebató la hoja con el dibujo de Naomy.

—¡¡OYE DÁMELO!! —gritó Naomy provocado que todos los presentes voltearan a ver a ambas.

—A ver... déjame pensarlo... NO —empezó a examinarlo cuidadosamente y a romper las esquinas de la hoja.

—¡¡¡SAMANTHA DÁMELO YA!!! —empezó a gritar más fuerte y dejándose llevar por sus emociones.

—¿O qué? ¿Me vas a golpear? Ay por favor, todos sabemos que no eres capaz de hacer eso.

Ésa fue la gota que colmó el vaso. Después de esas palabras, los ojos de Naomy se volvieron completamente verdes y de aspecto felino, como en su sueño, y su collar cambió de color blanco a un tono anaranjado. Empezó a actuar como un animal salvaje, siendo Samantha su presa. Provocándole arañazos y moretones por todo el cuerpo. Los alumnos veían sorprendidos la pelea, no se esperaban que Naomy actuara así con Samantha.

Cuando el director salió de su oficina para saber qué es lo que pasaba y vio la pelea. Naomy volvió a la normalidad y al ver lo que había causado, se desmayó.

Mientras tanto en otro mundo, específicamente en una cueva, estaba durmiendo una pequeña tigresa que luego se despertó al sentir una energía que no había sentido hace 14 años atrás. Se dirigió hacia una anciana que estaba mezclando unas hierbas medicinales.

—¡¡Mahani!! —exclamó la tigresa.

—¿Taína? ¿Qué sucede? —preguntó la anciana.

—Ya es hora, liberó sus poderes y su lado salvaje, Naomy debe volver —respondió Taína con un tono serio.

—Entonces iré a la Tierra y la traeré de vuelta, tú tendrás que quedarte aquí y si alguien viene, no le digas dónde estoy. Por ahora nadie debe saberlo, eso la pondría en peligro

—Voy a mantener mi boca cerrada. Después de 14 años, el equipo volverá a ser como era antes

—Eso espero —luego de decir esto, Mahani abrió un portal que la llevaría a la Tierra y lo cruzó.

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Hola a todos, la verdad debía publicar este capítulo el domingo, pero como saben soy nueva en esto de escribir novelas y es un poco difícil acostumbrarse. Además estaba sin inspiración. Espero que les haya gustado este capítulo.

-Magda

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