Cuando llegaron a casa, ambos se fueron directo a sus respectivas habitaciones, ya que los dos tendrían un día muy duro mañana. Antonio se irá a la universidad y Naomy debe ir a la escuela.
Mientras Antonio terminaba de empacar sus pertenencias, Naomy se acostó temprano, porque le cuesta mucho despertarse en la mañana. Aunque no se vea, es muy dormilona, siempre está con el "5 minutos más" cuando la verdad son como quince. Pero en realidad se queda despierta haciendo unos dibujos de unos seres parte animal y parte humano que siempre ve en sus sueños, sin embargo nadie sabe de esos dibujos, ni sus padres ni su hermano, porque los tiene guardados en una caja debajo de su cama.
No tardó en quedarse dormida, pero volvió a tener esos extraños sueños. Ésta vez estaba dentro de una cueva o algo así, pero no se sentía ella misma, miró su reflejo en un estanque subterráneo que había ahí y no podía creer que aquel ser que veía en el estanque era ella.
Su piel era anaranjada con algunas rayas de color negro o café oscuro, además de estar cubierta en todo el cuerpo por algo parecido a un pelaje de los mismos colores. Su cabello era más largo y despeinado y pudo ver sobre él unas orejas de gato del mismo color que su piel. Hasta sus ojos habían cambiado, ahora eran completamente verdes y la pupila era un poco más alargada, como los de un gato. Y se dio cuenta que ahora tenía una cola también anaranjada con rayas. Supo que era uno de esos seres que había visto en sus otros sueños, era mitad tigre. Lo único que pudo identificar de ella misma era el collar que jamás se lo quitó.
Luego se dio cuenta de que en una de las paredes había pintado un símbolo con forma de estrella y cada una de sus puntas tenía un color diferente.
Tocó el símbolo y empezó a brillar, al igual que su collar, dejando ver una salida de esa extraña cueva.
Cuando salió de ahí, estaba en una selva o algo así, pero de los árboles salieron dos chicos y dos chicas que parecían tener dos o tres años más que ella, pero lo que más le llamó la atención de ellos era que llevaban unas ropas como si fueran indígenas o de esos pueblos originarios que le enseñaban en la clase de historia. Luego entre los cinco jóvenes apareció una anciana con las mismas prendas que ellos, pero fue la única que habló de todo el grupo.
—Tu eres la única que puede liderar este equipo y ayudarnos a todos, recuerda esto siempre, te ayudará a encontrar tus orígenes... —la voz de la anciana se estaba desvaneciendo y se empezaron a escuchar ruidos extraños, como de explosiones —recuérdalo... te estaremos esperando...
Naomy intentó correr hacia la anciana, pero se estaba alejando, junto con los otros chicos. De repente todo se volvió negro.
Naomy despertó. La alarma estaba sonando, primera vez que la despierta, entonces la apagó y se levantó de la cama. Las palabras de esa anciana la dejaron pensando, ¿a qué se refería de que era la única que podría salvarlos? Tal vez su subconsciente le estaba jugando una broma pesada, así que se fue a preparar para la escuela y no le dio más vuelta al asunto.
Antes de irse, sacó la caja que tenía bajo su cama, la abrió y sacó de ella un boceto de una persona sin terminar, pensó que se podría dibujar a ella misma como estaba en el sueño. Así que lo guardó en su mochila para después bajar a desayunar, buscar su skate e irse a la escuela patinando.
Pero cuando salió de su casa se detuvo. Porque frente a ella estaba su hermano cargando unas cajas en su camioneta.
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Nuestro lado salvaje
FantastikA veces cuando sentimos celos, ira o cuando perdemos la paciencia, hacemos cosas de las cuales no sabemos por qué, como si liberáramos dentro de nosotros un "lado salvaje" o "nuestro animal interior", si es que se puede decir así. En esta historia...