I'll always be here. (Cancelada)

Capítulo 11.

Leed nota del final, por favor :-) Es MUUUUUUUUUUUUUY importante.

 El nuestro lo será....

No puedo creer que ya estemos aquí. Es la hora... ¡nos vamos de gira! Tras una semana de aquí para allá evitando a mi madre una vez más, ya estamos aquí y agradezco enormemente que Liz nos acompañe.

-Aura, ¿le has dicho algo de esto a tu madre? -me pregunta Liz. Niego con la cabeza.- ¿Ni siquiera le has dicho que estarías fuera unos meses? -niego otra vez.

-No he hablado con ella desde aquella noche, Liz.

-Deberías avisarla.

-No quiero. Y además,... no hace falta.

-Sé que no quieres, Aura. Pero ella es tu madre después de todo y te quiere y estará preocupada si no te ve por aquí. Tan sólo llámala. Te prometo que la detendré si intenta hacer que te quedes, pero llámala. -me suplica con un gesto triste.- Sé cómo me sentiría yo si fuera Luke el que me ocultara algo así.

-No se lo estoy ocultando... tan sólo no quería que me retuviera aquí.

-Lo sé, pero ya no podrá hacer nada. Nuestro avión despega dentro de diez minutos. Llámala.

-Está bien. -suspiro, me alejo un poco de ellos y saco el móvil del bolsillo trasero de mis pantalones.

-¿Diga? -pregunta mi madre al otro lado.

-¿Mamá?

-¿Aura?

-Sí, mamá, soy yo.

-Oh Aura, cariño, me alegro tanto de que me hayas llamado...

-Mamá, no te he llamado para arreglarlo todo o pedirte perdón. Sólo te he llamado para decirte que... que estoy en el aeropuerto y que en menos de diez minutos salgo hacía Los Ángeles, con Luke y los chicos.

-¡¿Qué vas a dónde?!¡¿Qué?!¡No puedes, vuelve! -grita asustada.

-Mamá, estaré bien.

-Cariño, por favor, vuelve y hablemos sobre todo esto.

-No quiero volver. Quiero ir con ellos. Mi vida está con él. -susurro cerrando mis ojos.

-¡Por favor! -llora.

-¡No voy a volver! -grito y mi voz se rompe.

-Aura, vuelve. No hagas lo que ella...-solloza.

-Nos vemos dentro de cinco meses, mamá. -susurro y cuelgo antes de que ella pueda decir algo más.

Mis puños se cierran con fuerza alrededor del teléfono y no puedo evitar que mis rodillas flojeen y caer en uno de los asientos que hay junto a mí.

-Aura... -murmura Luke preocupado cuando me ve, y se acerca corriendo a mí.

-No me va a perdonar esto. -susurro con una sonrisa triste.

-¿Por qué no? Estoy seguro de que cuando volvamos estará esperándote con los brazos abiertos. -dice arrodillándose delante de mí.

-No, Luke. Si me voy ahora, no me perdonará. Por eso no quería decirle nada, no quería tener que hablar con ella. No quería. -sollozo.

-¿Por qué dices eso? -susurra preocupado y agarra mis manos.

-Porque jamás la perdonó a ella. No va a perdonarme a mí.

-¿A qué te refieres?

-Mi madre tiene una gemela, ¿sabías? Ellas eran inseparables, siempre estaban juntas, lo hacían todo juntas, se confiaban todo, siempre se apoyaban. -sollozo y cierro mis ojos, odiando la idea de que mi madre sintiera lo mismo conmigo que sintió con ella.- Hasta el día en el que mi tía conoció a un chico, a un médico español. Por aquel entonces, mi madre y mi tía vivían en un pueblo de Inglaterra y apenas quedaban unos meses para que fueran mayores de edad. Mis abuelos habían muerto y no tenían más hermanos, por lo que serían libres para hacer lo que quisieran. Y mi tía, decidió irse con aquel médico a América del Sur, dónde él trabajaba ayudando a los más desfavorecidos. Mi tía prometió escribirle siempre que tuviera oportunidad y que en unos meses iría a visitarla.... Después de veinte años mi madre sigue esperando a que esa visita llegue. -susurro y lágrimas caen por mis mejillas.- Jamás le perdonó que no le escribiera, que no la llamara, que no viniese a verla. Que la abandonara. Tampoco me perdonará a mí.