Si esta prohibido, algo bueno esconde.

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Mientras íbamos de regreso a la casa, me quede dormida en el asiento, no volví a ver a Ivan en toda la noche, no quería preguntar, pero Anthony resolvió mi duda cuando dijo:
— Ivan se fué al after en casa de Meredith, probablemente se quede con ella el resto de la noche.
Me desperté cuando Emilio me sacudió suavemente y me puse un poco roja al notar que había usado su hombro como almohada, me despedí de los chicos y me fui a dormir a mi propia casa, extrañamente en poco tiempo ya se sentía más como un hogar, un refugio, algo que nunca sentí en la casa de mis tíos.

Al día siguiente me puse a editar un poco de lo que había grabado el día anterior en el festival y me gustó mucho como quedo el video, así que lo subí inmediatamente.

Entonces tuve una idea; que consistía en que me mandaran retos, elegiría los que tuvieran más likes y haría uno por semana.
En ese momento me pareció una muy buena idea, pero después de ver algunos de los retos se me revolvió el estómago y comenzé a asustarme un poco.

El primero que había tenido casi mil likes consistía en salir a la calle y besar a un desconocido, se me cayó el alma a los pies, en mi vida solo había besado 3 chicos, el primero fué hace casi un año en la fiesta de quince años de mi prima Abby, un chico alto de cabello negro y ojos marrones, llamado Diego que siempre me había parecido muy guapo, me invitó a bailar, a la medianoche salimos a tomar aire y platicar lejos de la fiesta, estaba contándole que me gustaba leer cuando sin ningún aviso me besó, y así de fácil ;caí completamente enamorada a sus pies, entonces me dijo que se le hacía tarde y tenía que irse, pero me prometió que me vería al día siguiente en el after de mi prima, 24 horas después,  me besó de nuevo, pero entonces mientras estábamos hablando en frente de la cocina, salió Abby y me dijo que fuera por más vodka adentro, cuando regresé con el vodka Diego tenía a Abby agarrada por la cintura y estaban besándose. No pude distinguir quién se estaba comiendo a quien porque mi visión se vio nublada por las lágrimas.

Ese día me prometí a mi misma que nunca me volvería a enamorar de alguien que no valiera la pena, aunque ahora que lo pienso, era una promesa estúpida porque uno no elige de quién enamorarse.

En fin, ahora tenía que besar a un chico desconocido frente a la cámara, entré a un café y me senté en la esquina esperando que algun chico llegara, pero solo había gente que pasaba los 50 años, estaba a punto de irme del lugar cuando un chico de cabello negro y ojos verdes entró hablando por teléfono, se fué a sentar un par de mesas frente a mí, el corazón me latía desbocado, estaba muy asustada por lo que iba a suceder, pero me armé de valor y obligué a mis piernas a avanzar hacia su mesa, me temblaban los brazos mientras trataba de disimular que estaba grabando, entonces el recibe otra llamada y mi oportunidad se me escapa de las manos, paso  de largo y salgo del café mientras trato de calmarme.

¡Esto era cien veces más dificil de lo que parecía!

Entonces siento que una mano me toca el hombro y me volteo.
—Hola, oye se te ha caído esto.—
Es el chico de ojos verdes que me mira y me entrega una pulsera que creía que llevaba en la muñeca.

— Ohh, gracias..— digo con voz temblorosa.

— No hay de que— dice y me dedica un asentimiento de cabeza.
Segunda oportunidad perfecta.
Recuerdo que aún no he apagado la cámara y decido no volver a desperdiciar mi oportunidad, así que me acerco y tan rápido como mis labios tocan los suyos, me separo de el. El me mira sorprendido pero más sorprendida quedo yo, cuando me toma la cabeza y me da un beso más largo. Entonces me suelta y me mira sonriente.

Enamorada de gemelos// Martinez TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora