Los fuertes rayos del sol me despiertan cuando entran por la ventana y esta deja de parecerme tan bonita como en la noche, mi cabeza late fuertemente y no solo tengo una horrible jaqueca si no que también me arde el estómago y me siento mareada, pero al menos sé donde estoy y fragmentos de la noche anterior caen sin permiso en mi memoria, entonces recuerdo que Ivan debe estar durmiendo a mi lado, pero me da miedo girar la cabeza, incluso algo de vergüenza, siento como si hubiera sido otra persona la de anoche, pero el vestido me pica y me siento incómoda por seguir dormida en la misma posición así que me doy media vuelta solo para encontrarme con Ivan durmiendo pasivamente.
Su rostro esta increíblemente tranquilo incluso me parece más tranquilo que en el avión, su respiración es lenta y su pecho sube y baja, es tan adorable que no puedo apartar la vista y eso era justo lo que temía, no sé cuánto tiempo me quedo ahí solo viéndolo hasta que siento náuseas y salgo corriendo al baño, lo cual es una muy mala idea ya que hace que me de más vueltas la cabeza, y para cuando llego al baño me siento como la mierda y apenas me puedo quitar el vestido para darme una ducha caliente que relaja mis músculos y me calma un poco el palpiteo en mi cabeza.
Cuando estoy enjabonándome escucho que alguien toca la puerta y me da un vuelco el corazón.
—¿Estás bien? —su voz era lo último que esperaba y me sorprende lo bien que me hace sentir. Ivan vuelve a tocar la puerta y me recuerda que aún no le he contestado así que me apresuro a decirle:
—Si, estoy bien— mi voz suena ronca y me arrepiento de haber bebido tanto anoche.—solo... necesitaba una ducha.
—Tienes resaca, cuando termines toma la bebida que esta en la encimera, te ayudará.— y después escucho como sus pasos se alejan de la puerta. Nisiquiera me da tiempo a darle las gracias.
Salgo de la ducha tan rápido como puedo y me cepillo los dientes, después me pongo unos shorts de mezclilla y una playera sencilla. Entonces me tomo el vaso con líquido verde que me dejo Ivan, sabe amargo pero confió en que me ayudará.
Salgo de la habitación y tal como esperaba todos están corriendo como locos por todas partes aunque no veo a Ivan por ningún lado así que me acerco a Tessa que está bebiendo un licuado de manzanas y comiendo huevos con tocino.
—Por fin despertó la bella durmiente... — dice Emilio detrás de mi mientras toma algunos pancakes de la mesa.
—Lo siento ¿Qué hora es? — se me ocurre preguntar.
—Son casi las 12 — dice Tessa—¿Qué tal la pasaste anoche?
Temo que sospeche algo de lo qué pasó con Ivan pero decido actuar con indiferencia porque soy demasiado cobarde para admitir que era yo la de anoche.
—Fue divertido— digo eso y me sirvo algo de fruta aunque no tenga nada de hambre.
Ella aún me mira raro y recuerdo que debo de estar enojada por qué me dió una bebida alcoholizada, pero no lo estoy, de no ser por eso nada de lo de anoche hubiera pasado y no me arrepiento de un solo segundo en el que viví anoche.
—¿Enserio? Creí que no te gustaban esos lugares—me dice Emilio.
—Tampoco me disgustan, pero prefiero lugares más tranquilos.
—Al menos admite que estubo increíble.—por la forma en que Tessa me mira se que sabe algo.
—Estubo bien, fue una buena noche.
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Enamorada de gemelos// Martinez Twins
Romance¿Es posible dividir el corazón en dos mitades iguales y entregárlas, aunque eso te este destruyendo por dentro? Déjame decirte una cosa: Si lo es...