Harry Potter One Shots

Hermione Granger - One Shot.

Hermione Granger - One Shot: "Cuando me di cuenta que me enamoré"

Hermione Granger estaba furiosa. Más que furiosa, si es que había una palabra para definir lo que ella sentía en aquel momento.

¡Harry y Ron se estaban comportando como dos idiotas!

Estaban a mitad del año escolar cuando Harry había recibido una escoba nueva para navidad, sin nota, o alguna señal que marcara quien se la había regalado. Hermione no sabía mucho sobre Quidditch, pero sabía perfectamente que una Saeta de Fuego no la podía pagar cualquier mago. Harry y Ron estaban muy contentos con el nuevo "miembro" del equipo de Quidditch de Gryffindor. Hermione, como una amiga preocupada de que algo pudiera pasarle a Harry fue a buscar a la profesora McGonagall para que revise si era segura. La profesora acudió rápidamente a la sala común y le confiscó a Harry su escoba, hasta que comprobaran que era apta para su uso. En vez de un "Gracias, Herms, podrías haber salvado nuestra vida", lo único que recibió Hermione fueron caras de reproche y que sus mejores amigos en el mundo le dejaran de hablar.
¡Una asesino estaba suelto!
¡Sirius Black iba tras Harry!

Agregando a todos estos sentimientos el estrés que tenía gracias al colegio, Hermione estaba que explotaba.

De Ron, Hermione esperaba aquella reacción, que le deje de hablar y todas esas boberías. Pero, de Harry... digamos que con él tenía más esperanzas.

Ron siempre estaba en contra de todo lo que decía Hermione, siempre y cuando no beneficiara lo que él decía.
¡Era tan irritante!

Pero... él la había cuidado tantas veces...
Ron Weasley era el único que se daba cuenta de sus repentinas apariciones.
Siempre intentaba hacer lo mejor para salvar a sus amigos.

No era Harry, claro que no.

Harry era el ejemplo de un Gryffindor: valiente, osado y siempre arriesgando su vida para salvar la de los demás. Pero Harry era el mejor amigo de Hermione, y de Ron.

Hermione creía que Ron y ella jamás se hubieran hablado si no fuera por Harry.

Ellos eran todo lo contrario:

-Hermione era hija de muggles.
-Ron hijo de magos.

-Ella era MUY inteligente.
-Él era inteligente, pero muy vago.

-Ella siempre tenía todo planeado y ordenado.
-Él era un simple desastre.

Había muchas cosas más en que compararlos, pero sería una larga lista.

Ya habían pasado casi dos semanas desde estos sucesos, pero los chicos seguían ignorándola. Quitando aquellos pensamientos de su cabeza, Hermione apretó el libro fuertemente contra su pecho y salió de la biblioteca, donde había estado investigando sobre los casos de hipogrifos que habían salido ilesos de sus juicios.

¡Claro, como olvidarlo! Eso era algo más que la estresaba... ayudar a Hagrid con su caso.

Cuando miró en su reloj, se dio cuenta que si no se apuraba, llegaría tarde a su clase de encantamientos.

Corriendo, aferrando el libro contra su pecho y agarrando firmemente la tira de su mochila, que por cierto pesaba muchísimo, llegó a la puerta de encantamientos.

Ningún alumno había llegado todavía, quedaban unos 13 minutos para que empiece la clase.

Unos segundos más tarde, una cabellera pelirroja fue acercándose hasta donde ella se encontraba. Ron Weasley estaba solo, con la mochila colgándole sobre el hombro.