Las chicas abrieron la puerta del local y entraron a buscar a su amiga, pero allí no estaba.
No sabían lo que hacer, ni donde se encontraba, estaban muy preocupadas.
- ¿Y ahora?- preguntó Elia desesperada.
- No contesta al móvil.- comentó Farah, mientras volvía a llamar de nuevo.
Las muchachas se preocupaban cada vez más. ¿Dónde estaba Aura? Y ¿Por qué no contestaba? ¿Estaría bien?
- ¡Chicas mirad!- exclamó sorprendida Elia.
- ¡El buenorro pero no lo suficiente!- dijo Clío, boquiabierta porque éste se acercaba hacia ellas.- ¿Qué hacemos?
- Actuad con normalidad chicas- contestó Farah.
Farah se cruzó de brazos. Elia cogió sus gafas y limbiaba los cristales con la punta de la manga de su camiseta. Y Clío se puso en una pose muy rara, subiendo las manos como si se estuviera estirando y sacando caderas hacia la izquierda.
- Clío, ¿tú qué entiendes cuándo digo que actuemos normal?- susurró Farah sin moverse, mientras que pestañeaba de forma muy seguida como si tuviera un tick.
El joven por fín llegó al lado de las tres chicas y se situó frente a ellas.
- Em...Hola- dijo él muy cortado.
- Hola- saludaron todas.
Se creó una situación un tanto incómoda.
- Seré breve, ¿Sabeís dónde está Andras? Le estuve esperando en aquella esquina fumando un cigarrillo, mientras que él entraba al Burger a por una cosa.
- ¡Oye!- exclamó enfadada Clío- Que nuestra amiga no es una "cosa", señorito.
- ¿Qué?- dijo confuso
- Pues eso, que tu amigito estaba con nuestra amiga Aura ahí dentro y ya no están.
- Entonces, ¿me estás diciendo que no le habeís visto?
Las chicas asintieron y éste se dispuso a coger el móvil.
- No lo intentes- dirigiendose Farah a él- no hay covertura donde quiera que estén, porque Aura no lo coge.
- ¿Creeís que se han ido juntos?- guardando el móvil.
- Es más que obvio- respondió Elia.
El joven se quedó pensantivo un momento, suspiró, se tranquilizó y sonrió.
- Creo que no me he presentado.
- No, no lo has hecho.- contestó Clío cabreada.
- Me llamo Elíss.
Las chicas también se presentaron y poco a poco, iba rompiendose aquella extraña e incómoda situación.
- Visto que ninguno sabemos dónde están nuestros amigos, no queda más remedio que esperar a que aparezcan.- concluyó Elíss.
- Tienes razón, no veo mejor solución- respondió Farah, mirando a sus amigas.
- Pues espero que no tarden mucho más, porque hace un poco de aire y yo tengo un poco de frío.- se quejó Clío.
- Claro, si no hubieras venido con vestido...- se rieron las demás.
- Hay que arreglarse de vez en cuando chicas, para estar guapa hay que sufrir.
- Pues entonces no te quejes...- volvieron a reirse, mientras que Clío se cruzaba de brazos.
- A mi me parece que vas muy guapa.- sonrió Elíss.
Clío sonrió timidamente, mientras bajaba la mirada colorada.
- ¿Qué os parece si les esperamos en mi coche? Así, esta señorita tan guapa no pasa frío.
Se quedaron calladas y el joven le ofreció su mano a Clío para que se la cogiera, la cuál, sin pensarselo dos veces, la cogió suavemente, agarrandola mientras tiritaba.
Las demás siguieron a su amiga por detrás, un poco perplejas ante la reacción de ésta.
Llegaron al coche, de cinco plazas y color azul oscuro.
Clío se sentó alante con Elíss, las otras dos se sentaron atrás.
- Acomodaros chicas.
- Escribiré un mensaje a Aura, diciendo donde estamos- comentó Farah.
- ¿Podrías poner música?- preguntó Clío, mostrando su gran sonrisa y con total confianza.
Elíss sonrió y puso la radio.
- ¿Alguna vez te han dicho que tienes una mirada tan tierna y tan bonita, qué dan ganas de comerte a besos?- mirando a su derecha.
La joven rubia de ojos azules, sonrió colorada de nuevo, mirandole ipnotizada, las demás, estaban alucinando en colores.
- Pues ya hemos llegado- dijo Andras bajandose de la moto, al mismo tiempo que Aura se quitaba el casco y se lo daba.
- Me gusta este casco- sonrió dulcemente- ¿Cómo es que llevas dos?
- Siempre llevo un par, por si acaso- giñó el ojo.
El móvil de la joven empezó a sonar.
- Tengo un mensaje de Farah.- dijo, mientras que Andras se acercó para verlo.- Madre mía, me había olvidado por completo.
- Tranquila, están con Elíss.
- ¿Elíss?
- Sí, mi amigo. Si dice que están en un coche azul, en los aparcamientos, supongo que estarán con él.
- ¡Ah! ¡El buenorro pero no lo suficiente!
- ¿Cómo?
- Nada, nada... Vamos a por ellos, que ya es tarde y como no nos demos prisa perderemos el próximo autobús.
Los dos jóvenes comenzaron a andar, para dirigirse hacia los aparcamientos donde se encontraban sus amigos.
Ambos, intercambiaban profundas miradas, mientras caminaban, y volvieron a cogerse de la mano. Estaban en su mundo, cuando una voz femenina les interrumpió:
- ¡Andras! Que casualidad verte por aquí.
Éste soltó al instante la mano de Aura y fue a darla un abrazo a aquella joven, que se trataba de la chica de la plaza, o "la supuesta novia", como solía decir Clío.
Aura se quedó parada, bajó la mirada.
Se sentía desplazada, como si no existiera en ese momento. Los dos estaban hablando y ella no sabía que hacer, no estaba agusto presenciando esa escena de tanta complicidad.
Sin poder aguantar más, se alejó rápidamente, sin decir nada, no quería interrumpir. Continuó caminando, sola, sin nadie que estuviera a su lado agarrandola de la mano cálidamente.
- ¡Mirad! Es Aura.- dijo Elia, de forma alegre.
- Pero, está sola ¿no?- Farah se sorprendió.- ¿Y Andras?
- A ver vosotros dos, dejad de miraros cuál tortolitos y observar, que esto es más importante.- interrumpió Elia.
Clío y Elíss, miraron por la ventanilla, dándose cuenta de la situación.
El muchacho apagó la radio y bajaron todos del coche. Las chicas fueron corriendo a por Aura.
- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- preguntaron las tres preocupadas, mientras la abrazaban.
- Tú debes de ser Elíss ¿verdad?- se dirigió hacia él, apartandose de sus amigas.
- ¿Y Andras? ¿Dónde está?
Aura bajó la cabeza y dijo con tono serio:
- Está hablando con una chica rubia que tiene gafas...
- ¿¡La chica de la plaza!?- las demás se sorprendieron.
- Lina...- respondió Elíss. Se paró y preguntó:
- ¿Chica de la plaza?
- Eh... Es una larga historia...- se arrascó la cabeza Clío, que le sonreía forzosamente.
A lo lejos, apareció Andras corriendo.
- Será mejor que nos vayamos chicas, vamos a perder el autobús- comentó Aura con tono serio.
Las chicas asintieron, se despidieron de Elíss y empezaron a caminar hacia la parada.
- ¡ESPERA!- gritó Andras, que llegaba sofocado.
Se detuvieron.
- Si quieres os llevamos nosotros- terminó de decir el joven, retomando aliento.
- No hay sitio en el coche- contestó Elia.
- Yo la llevo en mi moto y vosotras os vaís en el coche con Elíss.
- No- respondió Aura, bruscamente y todavía seria. Iremos mejor en autobús, gracias.
Ésta continuó de nuevo su camino, y sus amigas la siguieron, que remedio.
Elíss, que todavía no entendía nada, se despedía con una gran sonrisa, mientras éstas se alejaban.
Andras tampoco entendía nada, estaba confuso. Se lo habían pasado bien en aquel parque, ella estaba muy contenta, y de pronto, cambió su actitud por completo.
- Tio, ¿Qué ha pasado?
- No lo entiendo... Estábamos bien.
- ¿Te encontraste con Lina?
Andras se quedó parado, y no dijo nada más, simplemente se dedicó a mirar al horizonte.
Mientras, en la parada del autobús:
- Aura, ¿qué has estado haciendo con Andras?- preguntó Elia, rompiendo el silencio.
Pero la joven pelirroja seguía callada y no dijo nada.
Seguidamente, subieron al autobús que acababa de llegar y se sentaron atrás, como siempre. Aura permaneció callada en todo el camino, no paraba de pensar en Andras y en aquella chica.
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The SECRET🤐
Teen FictionEn un pueblo bastante tranquilo, cuatro amigas se toparán con un misterio oculto que les conducirá a hacer una serie de locuras.