Aura se levantó y se acercó al joven tocandole la espalda.
- Andras, ¿qué pasa?
Éste se giró muy serio, intimidando a la chica, que retrocedió dos pasos.
- ¿Sabes? No te interesa mi vida. Estoy harto de tantas preguntas y de encontrarme contigo por todos lados inesperadamente.
- Pero...
- No, déjame en paz- le dió la espalda, de nuevo.
- Está bien.
La muchacha, se dispuso a ir hacia la puerta, dando un golpe con su hombro a Andras, que seguía en la posición de ántes y sin moverse. Se le caían las lágrimas, trató que éste no lo viera.
El joven cerró los puños y se giró, mientras que la otra abría la puerta.
- ¡Aura espera!
Pero la cerró fuertemente y no contestó.
Andras corrió tras ella, consiguió alcanzarla ántes de que saliera por la puerta del porche y la agarró del brazo.
- Aura, yo...
Ésta le miró fijamente, seria y muy disgustada.
- ¿Qué?
- Yo...
De repente se quedó parado mirando a la nada, muy callado y con cara de sorprendido.
- ¿Tú qué? ¿Me lo vas a decir ya?
Pero el chico no reaccionaba. Entonces, Aura se giró para irse nuevamente y:
- ¡Ups! Espero no haberos interrumpido- rompió el silencio Lina, mirandolos con una sonrisa muy dulce.
- No, no has interrumpido nada.- contestó Aura bruscamente, abriendose paso para salir de aquella casa.
Se alejó de allí lo más rápido que pudo. Intentó no mirar atrás, pero las ganas de hacerlo eran irresistibles. Volvió la cabeza y allí estaba la perfecta y guapa Lina, abrazando a Andras, como si no hubiera un mañana.
Comenzó a correr, se le caían las lágrimas. Iba tan deprisa, que no se estaba dando cuenta ni de por donde iba, y como no, se chocó contra alguien.
- ¡Auch!- se tocó la cabeza - ¡Qué daño!
Perdona, no me he dado cuenta. Abrió los ojos y vió al chico misterioso de la chaqueta negra que la salvó la vida.
- ¡Espera! ¡Tú eres el chico qué me salvó de aquel coche!- le señaló
Éste no dijo nada y empezó a correr, como siempre, pero esta vez, Aura le persiguió por detrás, mientras le llamaba a gritos y desesperada.
- ¡NO SIGAS CORRIENDO! ¡Tienes que contestarme a unas preguntas!- gritaba, casi sin aliento.
- ¿Aura? ¿Qué haces?
- ¿Xandra?- se detuvo
- ¿Qué estás haciendo?
- Siguiendo a...- la joven alzó la mirada, pero el extraño chico ya no estaba.
- ¿A quién?
- Da igual... ¿Qué haces tú aquí?
- Salí a ver donde estabas, como tardabas tanto...pensé que necesitabas ayuda.
- ¿Por qué iba a necesitarla?
- No sé, por si acaso... Anda, vamos para casa.
Agarró a su hermana del brazo y se fueron a su casa.
Ya dentro:
- ¡Un momento!- saltó Aura
- ¿Qué pasa?
- ¿Tú como sabías dónde estaba?
- ¿Eh?...- empezó a caerle sudor de la frente.
- Si, no te hagas la tonta.
- Que va...
- ¡Xandra!
- Está bien, está bien...
- ¡Quiero explicaciones!, porque adivina no eres.
- Bueno, a lo mejor sí ¿quién sabe?
- ¡OYE!
- Vale, vale...
- ¡Explicate!
- Accedí al sistema de tu móvil y me metí en él. Así pude rastrear la señal que marca donde te encuentras.
Aura estaba alucinando en colores, mirando a su hermana atónita, pero a la vez seria.
- ¡No me mates, por favor!
- ¿Por qué lo iba a hacer?
- No sé, tienes motivos para ello. Me metí en tu móvil sin tu consentimiento.
- Lo sé, y eso no ha estado bien. Pero solo querías ayudar y te lo agradezco.
- ¿Entonces, no me matas?
- No, petarda- sacudió el pelo de Xandra- Pero la próxima vez, me lo consultas ¿vale?
- Si, tranquila.
- Muy bien. Ya te dejo en paz, anda vete a jugar a tus videojuegos o lo que sea.
- Eso está hecho jefa- guiñó un ojo y se fue.
Aura tambien se fue, hacia el baño. Quería darse una ducha de agua fría, para refrescarse un rato.
¡TIRRIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIÍN!
- ¡Abrid la puerta!- dijo la joven pelirroja, que seguía duchandose.- ¿¡Es que nadie va a abrir la puerta?!
¿¡Hola!?- no obtuvo respuesta y el timbre volvió a sonar- ¡Está bien!, ya voy yo. Joder...
Se lió una toalla al cuerpo y bajó las escaleras corriendo hacia la entrada.
- ¡Ya voy!
Abrió la puerta y quedó sorprendida al ver quién era.
- ¿Quién es hija?- preguntó Bibian, mientras se acercaba hacia la puerta, para ver quién era.- ¡Uy! Que chico mas guapo.
- Gracias señora- sonrió
- Por favor, llamame Bibian, cielo. Y dime, ¿quién eres?
- Soy amigo de Aura.
- ¡Anda! No me habías dicho que tenías un amiguito tan guapete hija- dirigiendose a Aura y guiñandola un ojo.
- ¿Es su madre? Parecen hermanas.
- ¿De verdad? Ay querido, ¡que majo eres!- rió.- Pero pasa, no te quedes ahí.
A todo esto, la joven permaneció callada.
- ¿Por qué no le enseñas la casa a este chico tan amable?
- ¿Yo?
- ¡Pues claro!
- Y que mas...
- No la hagas caso, ultimamente dice muchas tonterías- rió forzosamente.
- No pasa nada Bibian.
- Y tú, ¡enseñale la casa pero ya!- le susurró a su hija.- Bueno, yo estaré en la cocina, para cualquier cosa, ya sabeís donde encontrarme.- sonrió y se marchó.
Aura le enseñó toda la casa y Andras no la perdía de vista en ningún momento, no podía resistir no dejar de mirarla.
- Y esta es mi habitación.
- Tan bonita como tú.
- ¿Estás comparando mi belleza con la de una habitación? ¿Enserio?
- ¡No! No, yo solo quería ser amable...
- Ya, pues te ha salido el tiro por la culata.
- Perdón ¿vale? Tampoco hace falta que te pongas así.
- ¿Así cómo?
- Oye mira, yo solo quiero hablar contigo.
- Para eso has venido ¿no?
- Pues sí.
- Te lo podrías haber ahorrado.
- Me siento fatal por como te he hablado ántes... Yo no soy así, he perdido un poco las formas.
- Un poco bastante, diría yo.
- Lo siento ¿vale? Perdóname, porfavor. Lo último que quiero, es estar mal contigo. Me puse nervioso, nada más.
- ¿Qué mas te da?
- Aura, me importas mucho ¿vale?
- Pero si ni si quiera me conoces.
- No hace falta conocerte de mucho tiempo, para saber que mereces la pena.
La joven se quedó muda.
- ¿Me perdonas? No volverá a pasar.
- Vale, te perdono. Pero que no vuelva a pasar.
- Vale- sonrió y acto seguido se sentó. Se quedó mirando a Aura de arriba a abajo.
- ¿Qué es lo que tanto miras?
- Quién iba a decir que yo también te vería después de bañarte...- dijo con tono pícaro.
Aura se miró, y corrió a esconderse tras la silla del escritorio. No se había acordado que estaba en toalla.
- Pero no te escondas, no pasa nada- rió.
- No pasará nada para tí, pero para mí si.
- Tú me viste completamente desnudo, no te quejes tanto.
- Es verdad, y fue muy gracioso- dijo entre risas.
- Ya esta, ¡te has ganado un ataque de cosquillas!
- ¡No! ¡Cosquillas no!
Andras se levantó y fue a por ella, la joven comenzó a correr por toda la habitación, intentando que no le cogiera. El muchacho se avalanzó hacia ella, consiguiendo así, atraparla.
Terminaron los dos, entre risa y risa en el suelo, uno encima del otro.
- Te cogí- dijo Andras que estaba encima de ella.
- ¡Me estás aplastando idiota!- reía, descontroladamente.
- Ya me levanto quejica.
Se puso en pié y le ofreció su mano a ésta, la cuál, cogió, para levantarse.
El joven, mientras la levantaba, pisó sin querer la toalla, haciendola caer al suelo y dejando al descubierto el cuerpo desnudo de Aura.
Ésta empezó a ponerse roja y cuando intentó coger la toalla para ponersela de nuevo:
- ¡Espera! No la cojas.
- ¿Qué dices?- intentando cogerla.
- Aura, mírame. No pasa nada.
- Pero...
Andras se avalanzó, interrumpiendola y la besó con mucha pasión, pero a la vez tiernamente.
Aura se quedó sin palabras, no sabía que decir, solo se dedicó a mirarle.
- Conmigo puedes estar tranquila-
sonrió con dulzura y le dió la toalla.
Ésta, que todavía seguía un poco en sock y como en una nube, la cogió y se la puso.
- Tengo que irme ya. ¿Me acompañas a la puerta?
- Claro- contestó, un poco confusa todavía.
Llegaron a la puerta de la calle, y él la besó en la mejilla:
- Ya nos veremos preciosa.
- Claro.
- Luego te llamo.
- Vale.
- Adiós encanto- salió por la puerta.
- ¡Espera!
- Dime- se paró.
- ¿Cómo me vas a llamar, si no tienes mi número?
- Si lo tengo.
- ¿Cómo? Yo no te lo he dado.
- ¿Sabías que cuando alguien llama, el teléfono se queda guardado en el móvil no?
La chica se quedó petrificada.
- No pongas esa cara, anda. No pasa nada Aura, ya me contarás como lo conseguiste tú.
Se despidió con una gran sonrisa.
La chica cerró la puerta y se apoyó en ella, suspiró. Todavía no tenía muy claro lo que acababa de pasar, y aún, no sabía que relación tenía Andras con Lina. Estaba hecha un lío, mucho más que ántes.
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The SECRET🤐
Teen FictionEn un pueblo bastante tranquilo, cuatro amigas se toparán con un misterio oculto que les conducirá a hacer una serie de locuras.