C.5 ↔ 🔇The Call🔇

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Clío se acercó a ella y le quitó de las manos el papel a Aura. Lo miró una vez más y se lo guardó en el bolsillo.
- De nada- giñó un ojo a Aura.
- ¿Por qué?- preguntó
- Porque no parabas de mirarlo obsesionada, un poco más, y borras el número con el sudor de tus manos hija. Asi que, de nada.
Las demás se quedaron mirando a Clío perplejas mientras se reían. Al mismo tiempo Aura cogió el móvil y se puso a escribir, lo guardó segundos después.
- ¡Tengo una idea!- exclamó Farah -¿Por qué no nos vamos al cine a ver una película? Así, nos olvidamos un poco de lo que ha pasado esta tarde. ¿Qué os parece?
A todas las pareció una buena idea y se dirigieron a casa de Aura, era la única que no llevaba dinero encima.
- Hola, mamá vengo a por dinero para ir al cine.
- ¿Os vaís al cine?
- Sí mami
- Que bien ¿Y qué película vaís a ver?
- La que Aura quiera- respondió Farah antes de que Aura pudiera contestar primero.
- Pues pasarlo muy bien chicas y tened cuidado.
- No se preocupe- dijeron las demás.
- Y escribeme un mensaje cuando llegues cariño- añadió Bibian mirando a su hija.
Se despidieron y fueron hacia la parada del autobús.
- ¿Qué película vamos a ver al final?- preguntó Clío impaciente.
- Ya he dicho que elije la pelirroja.
- Y ¿por qué yo?
- Porque eres la que peor lo está pasando ahora mismo y he pensado que ver una peli que a ti te guste, te distraería y dejarías de pensar en Andras y lo de esta tarde.
Aura se quedó pensantiva durante unos minutos mientras que las demás calculaban la hora de llegada al cine.
- Pues... quiero ver, 'El secreto'.
Es una película que han sacado nueva y por lo que he visto en los anuncios, tiene buena pinta.
- ¿De qué trata?- preguntaron intrigadas todas.
- Un chico peculiar se interpondrá en la vida de unos jóvenes, mientras éste intenta descubrir algo muy importante para él.
- Suena interesante- respondió Elia.
- Entonces no se hable más, esa es la que veremos- anunció Farah.
A todas les parecía buena idea, sobre todo si ayudaba a su amiga a animarse más, después de la locura del espionaje.
El autobús tardó media hora en llegar.
Las chicas se montaron atrás del todo, les gustaba sentarse juntas y saltar cada vez que había un bache.
Consiguieron distraer a Aura por el camino de la manera más absurda pero divertida mientras que llegaban, jugando al "veo veo".
- ¡Lo has adivinado pelirroja! Te toca.
- Elia, es que era muy fácil.- Se dispuso a mirar a su alrrededor- A ver, veo veo una cosita que empieza por la let...
Se quedó parada por un momento, con la mirada fija.
- ¡Ey! La letrita ¿qué? Que esta vez quiero ganar yo- dijo Clío impaciente.
- Pelos rojos, ¿estás bien?- preguntó Elia sin saber que pasaba.
Tardó unos segundos en reaccionar.
-Si, estoy bien, solo me quedé pensando- contestó al fin, mirando a un punto fijo todavía.
- Pues deja de pensar tanto y vamos a disfrutar anda- continuó Farah.
Unos asientos más alante, había un chico de cabellos oscuros, alto y de espalda ancha. Aura lo relacionó con el chico misterioso que le salvó la vida ese mismo día.
Siguieron jugando, pero Aura no perdía de vista a aquel joven, quería verle la cara y así saber de quién se trataba.
Estaban a punto de llegar. Las chicas cogieron sus cosas, las puertas se acababan de abrir. Aura alzó la vista y cuando se quiso dar cuenta, ya era demasiado tarde, aquel chico ya no estaba, había salido escopetado, como era habitual en él.
Bajaron y se dirijieron a la sala de cine. Tenían muchas ganas de ver una película, ya que hacía mucho tiempo que no iban juntas por allí desde la última vez.
- ¡Qué guay! ¡Qué ganas tengo de que empiece!- exclamó Clío muy entusiasmada.
- Pues para ser una película nueva, no hay mucha gente en la sala- comentó Elia mientras inspeccionaba todo el lugar.
- Clío, no te comas todavía las palomitas hasta que busquemos los asientos, que ansias. - refunfuñaba Farah.
- Pero tengo mucho hambre...- se excusó
Subieron las escaleritas y empezaron a buscar cuál era el número que les correspondia.
Fila 12, butacas 4,5,6 y 7.
Se acomodaron y empezaron a comer a pesar de que la película aún no había empezado.
La sala se llenó un poco más, pero no estaba arrebatada, no había mucha gente como para llenarla entera.
Cuando por fín empezó y ya llevaban diez minutos viendola, Aura se acordó que tenía que avisar a su madre de que ya habían llegado y para no preocuparla se puso a buscar el móvil para escribirla. Como no se veía muy bien porque obviamente estaba
oscuro, ésta pulsó sin darase cuenta, una tecla. Estaba llamando sin querer a alguien y no podía colgar ya que no veía perfectamente la pantalla. De repente empezaron a sonar dos móviles a la vez. Aura se sobresaltó. Qué casualidad el llamar y justo suene el móvil de otro ¿no? Pero no contaba con que dos móviles sonasen a la vez, eso sí le pareció un tanto extraño. Guardó el aparato electrónico y cuando levantó la cabeza para seguir viendo la película, observó como una sombra alta salía corriendo con sigilo de la sala. Se quedó un poco asombrada, pues se trataba del chico que estaba en el autobús y desapareció entre la oscuridad. Se había ido de allí.
Aura no daba crédito, no sabía como actuar ante esa situación, era todo muy raro.
Al terminar la película, todos los espectadores aplaudieron y las luces del lugar se iban encendiendo poco a poco.
Las chicas se levantaron de sus asientos comentando cuanto les había gustado. A todo esto, mas alante de donde ellas estaban, un chico dijo riendose:
- La mejor parte ha sido cuando te ha sonado el móvil tio.
Las chicas escucharon.
- La próxima vez lo silenciaré, prometido.
- ¿Quién te había llamado?
- Pues no lo sé, pone que es un número desconocido. Luego miro a ver de quién se trata, ahora vamos a cenar que me muero de hambre.
Los dos jóvenes se alejaron.
Las cuatro amigas se quedaron embobadas viendo como se iban, eran Andras y su amigo " el buenorro, pero no lo suficiente".
- ¿Cuándo a entrado éste aquí? Porque yo ni me he enterado.- comentó Clío mientras se rascaba la cabeza.
- Esa no es la pregunta que os teneís que hacer...- dijo Aura boquiabierta.
Las demás la miraron sin saber a que se refería su amiga.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Elia.
- ¿Os acordaís cuando estabamos en el bar comiendo tortitas, que vimos un papel y era un número de teléfono?
- Claro- dijeron a la vez.
- Pues adivinad de quién era...- Les explicó lo que le había pasado mientras veían la peli.
Se miraron sabiendo la respuesta.
- ¡Claro! Todo tiene sentido- exclamó Farah.
- Pues yo sigo sin saber de quién hablaís...
- Vamos a ver Clío,si ese número nos lo encontramos en la mesa donde estaba Andras...
- ¡Ah!-cortó Clío a Farah ¡Es de Andras!, haber empezado por ahí.
Elia se hechó la mano a la cabeza y suspiró.
- Hay que seguirle- propuso Aura mientras bajaba por las escaleritas.
- ¿Para qué?- Farah no entendía por qué quería su amiga seguirle.
- Está más que claro, le gusta y quiere seguir sus movimientos- le miró picaramente Clío.
- ¡No! No es por eso pesadilla. Solo que hay cosas que no entiendo y tengo que aclararlas.
No tuvieron más opción que seguir el plan de su amiga, pues ésta lo iba a hacer con o sin ellas. No entendía por qué sonó el teléfono de Andras a la vez que el del otro chico. ¿Coincidencia? No lo creo.
Salieron corriendo tras él y su amigo, ántes de que pudieran perderles.
Casi les pierden por un momento, porque Clío se detuvo en un escaparate de ropa y tuvieron que ir a por ella.
Los dos muchachos se metieron en un "Burger King" y ellas no tuvieron más remedio que entrar también.
Se sentaron tres mesas tras ellos, intentando esconderse detrás de un panel para que no las vieran.
- ¿Y ahora qué?- bostezó Elia.
- Pues yo tengo hambre- las tripas de Clío rugían como si tuviera un tigre dentro de ella.
Se levantó de la mesa pero Aura la agarró del brazo tirando hacia ella y haciendo que se volviera a sentar.
- Tú quietecita, que al final nos pillan otra vez.
- Si mamí- contestó con tono de burla- ¿Quién iba a decir que quisieras volver a espiarle después de lo que pasó la última vez?
Aura no les quitaba el ojo de encima en ningún momento.
Las chicas se pusieron a susurrar, intentando averiguar de lo que estaban hablando.
- Deberíamos comprar aunque sea un refresco, los trabajadores no nos paran de mirar y al final nos van a hechar de aquí.- explicó Elia, mientras miraba a los del local con una sonrisa forzada.-Voy a por una Coca-cola para disimular.
- ¡Te acompaño!- gritó desesperada Clío.
Las demás siguieron sentadas, observando tras el panel a los dos chicos.
- ¿Patatas y hamburguesas? ¿Pero no dijisteis que ibais solo a por refresco?
- Es que teníamos hambre Aura.
- No mientas Clío, tú tenías hambre, yo no.
- Mira que dije que fuerais discretas.
Que remedio, se pusieron a comer todo lo que Clío habia comprado y se desviaron de la "misión", se les olvidó por completo.
- ¡Mierda!- gritó Aura- Ya no están, nos hemos distraído.
Todas se hecharon las manos a la cabeza, menos Clío que estaba ocupada comiendo patatas mientras que decía con la boca llena:
- Miralo por el lado bueno, ahora podremos comer tranquilas y como personas normales, no escondidas y encogidas cual perros en una caseta.
Al escuchar estas palabras, Aura se empezó a poner roja y Farah le dió un toquecito a Clío que se asustó al ver a su amiga con esa cara de endemoniada. Rapidamente, se levantó de la mesa y emepezó a correr por todo el local mientras que Aura la perseguía. Parecían dos niñas pequeñas jugando al "tú te la llevas".
A todo esto, Farah y Elia, se levantaron dejando las cosas en la mesa, para intentar detener ese espectáculo que estaban dando sus amigas.
Cuando por fín Aura alcanzó a Clío, pisó un charco de refresco que había en el suelo, provocando que ésta se resvalara y cayera.
Todas se quedaron quietas, no sabían si reirse por aquella situación o coger a su amiga.
Una mano cogió a Aura del suelo, y cuando se giró:
- ¿Quieres una servilleta para limpiarte? ¿O unas zapatillas de atletismo para no tener que correr con tacones?
Las chicas se quedaron paralizadas, no sabían ni lo que decir. Las habían pillado una vez más y esta vez en una situación un poco peculiar.
Aura no dijo nada y le miró de manera penetrante a los ojos sin pestañear.
Sin pensarselo dos veces, las chicas corrieron a por sus cosas para irse de allí lo más rapido posible.
- No,no. Tú esta vez te quedas- volvió a hablar Andras mientras sujetaba a Aura, impidiendo que ésta se fuera.
Las chicas ya estaban lo suficientemente lejos como para poder pararse a retomar el aliento.
- ¡MIERDA!- gritó Farah
- ¿¡Qué!?- exclamó Elia, mientras saltaba asustada por el grito de su amiga.
- Pues que hemos cogido las cosas de Aura, pero no a ella...
- ¡Oh, no!- suspiraron las otras dos.
- ¿Y ahora que hacemos?- preguntó preocupada Elia- La hemos dejado con el lobo cuál oveja indefensa.
- Pues ya no se puede hacer nada...- respondió Clío mientras se estiraba.
Farah y Elia se miraron atónitas.
- ¿Qué? No me mireís así. Hemos corrido mucho, para cuando lleguemos, ellos ya habrán hablado. Asi que solo nos queda volver hacia allí de nuevo, pero esta vez andando porque ya no siento ni los pies. Al final le voy a tener que pedir que me dé esas zapatillas de atletismo que había mencionado ántes.
- Clío tiene razón- concluyó Farah- para cuando lleguemos, aunque corramos,ellos ya habrán hablado. Solo nos queda pensar que Aura no lo está pasando muy mal...
Suspiraron y empezaron a andar agotadas de nuevo, para dirigirse al "Burger".
- ¿Me vas a decir que haceís otra vez espiandome? - preguntó Andras bruscamente, mirando a Aura fijamente.
Ésta no podía apartar la mirada.
- Muy bien, ven conmigo- Andras la cogió del hombro empujandola a caminar y ella le siguió sin separarse de él.








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