Eran las doce del mediodía y Xandra entró en la habitación de su hermana mayor,seguía durmiendo:
- Aura, Aura, despierta- dijo moviendola para que se despertara.
- ¿Qué quieres? ¿Qué hora es?- preguntó mientras bostezaba y remoloneaba en la cama.
- Es tarde. Pero...¿por qué tienes toda la cara manchada de maquillaje? No habrás llorado ¿verdad?
Aura, que se levantó y fue a vestirse, no dijo nada.
- Soy tu hermana, sabes que puedes contarme cualquier cosa. Dime que ha pasado.
- Está bien- suspiró- te contaré lo que me pasa...
La joven, empezó a contar todo lo que había pasado días anteriores, detalladamente a su hermana.
Estuvieron hablando durante bastante tiempo.
- ¿Y por qué no me lo contaste? Podía haberte ayudado.
- Lo sé, pero...no sé, yo...- se le caían las lágrimas.
- Vale, vale. Tranquila, te entiendo y no pasa nada- acariciandola la cara.- Ahora secate esas lágrimas y ven conmigo.
Aura se limpió la cara y siguió a su hermana hacia la habitación de ésta.
Xandra encendió su ordenador y empezó a teclear.
- Pero ¿qué se supone que estás haciendo?
- Ains hermanita, hermanita... tus amigas y tú, no sabeís espiar, tendríais que haberme pedido ayuda.
- ¿A ti?
- Sí, a mi. Para espiar bien a una persona, primero hay que investigarle por las redes sociales, en vez de arriesgarse a que os pillen en persona ¿no crees?
- Sí, tienes razón. ¿Estás buscando sus redes sociales? ¿Por eso has encendido el ordenador no?
- Exacto hermanita, exacto. Eres más lista de lo que imaginaba.
- Tú calla y sigue.
Aura se sentó junto a su hermana y buscaron información sobre Andras. A Xandra se le daba muy bien la informática, no tardaron mucho en encontrar algo.
- Mira, en esa foto sale abrazando a una chica.
- Es la chica de la plaza...
- Vamos a mirar su perfil, tranquila. Lo que no entiendo, es el por qué de tu obsesión con este chico.
- ¡Y dale! ¡Qué no estoy obsesionada con él! ¿Qué os ha dado a todos en la cabeza con eso?
- ¿Entonces?- Xandra se paró a pensar por un momento.- Espera, espera, espera... A ti te gusta ¿verdad? ¿Hay algo que no me hayas contado?
- Em...- se arrascó la cabeza, su hermana la miraba, presionandola- bueno vale, no te lo he contado todo...
- ¡Aura!
- ¡Perdón! Es que...va a sonar raro, pero, creo que me he enamorado y no lo quería contar porque no le conozco de nada y vaís a pensar que estoy loca o algo...
- Vale, coge aire y tranquilizate.
- Sé que es demasiado pronto para enamorarse de alguien, pero no sé... yo...
- Aura, no hace falta que me des explicaciones, los sentimientos, son sentimientos y ya está, no hay explicación para el amor o como quieras llamarlo. Y ahora tranquilizate, que me estás poniendo nerviosa.
La muchacha abrazó a su hermana y la dió un beso en la frente.
- Gracias por ayudarme Xandra.
- Para eso estamos las hermanas- le guiñó un ojo- Y ahora, vamos a ver quién es la chica de la foto.
Siguió tecleando, Aura fue a por un zumo a la cocina.
-¡Aura!- gritó- ¡Ya sé quién es!
- ¿¡Quién!?- preguntó, subiendo las escaleras tan rápido que le costaba respirar.
- Respira muchacha, respira. Se llama Lina Amapola Arriaga, pero no pone ni su edad, ni donde vive. Lo que sí que he podido averiguar, es que Andras y ella son muy amigos.
- ¿No me digas?
- Calla y escucha. En todas las fotos se comentan, y tienen muchas juntos. Ella le escribe cosas muy bonitas, al igual que él. Aunque, no está del todo claro que sean novios, porque ninguno de los dos lo confirma.
- Vaya... ya estoy mucho mas tranquila.
- ¿De verdad?
- ¡Pues no!
- ¿Por qué te gusta tanto este chico?
- No sé, le veo algo muy especial, algo único y misterioso, que no había visto en nadie nunca... Su mirada, su sonrisa, esa forma de hablar... me ipnotiza.
- Am...- comentó, mientras bebía del baso de zumo de su hermana.
Xandra no creía mucho en el amor, no tenía mucha experiencia y le parecía todo aquello una pérdida de tiempo.
- ¡Y no te lo vas a creer! Ántes de conocerle, soñé con él.
- ¿Soñaste con él?
- ¡Sí! Bueno, no exactamente con él. Con un chico, al que no conseguí ver la cara.
- Entonces no sabes si era Andras u otro.
- Espera, que aún no he terminado.
- Vale, sigue.
- El día que le conocí, me sonaba de algo, y relacioné el sueño con él. Por eso digo, que creo que soñé con él. Es muy raro, que sin haberle visto nunca, me sonara de algo ¿no crees?
- Bueno, puede ser que tengas razón.
- ¿Hay algo más sobre esa tal Lina?
- No, de momento no hay nada más sobre ella. Esto es todo lo que he podido encontrar, lo siento.
- Tranquila, por lo menos ya sé por qué se ven tanto...
- Si tanta intriga tienes sobre esta chica y tanto te preocupa, ¿por qué no se lo preguntas directamente a Andras?
- ¿Yo?
- No, si quieres voy yo- se reía con tono irónico.
- Pero, ¿qué quieres que le diga? ¿Me presento en su casa como si nada y le pregunto sin más?
- Exactamente.
- Vaya, creía que la única loca que había en esta casa, era solo yo.
- Lo digo enserio Aura. Tú eres muy lanzada, y no te cortas ni un pelo con nada ni nadie, ¿por qué no hacerlo?
- ¿Hola? Porque él me gusta, es diferente.
- Bueno, tú sabrás...
- No lo voy a hacer.
- Muy bien, pues quedate en tu habitación, comiendote la cabeza y sufriendo en silencio, mientras que Andras queda con ella- dijo picando a su hermana- Y ahora, si me perdonas, me voy a hacer un sandwich.
Bajó a la cocina.
La joven pelirroja, se quedó quieta un instante, cerró los puños y se dirigió hacia la puerta de la calle.
"¡Esa es mi hermana!", pensó Xandra, sonriendo y terminando de prepar el aperitivo.
Aura llegó a casa de Andras, se detuvo frente a la puerta y llamó al timbre sin pensarselo dos veces. Nadie contestó, volvió a llamar de nuevo, y nada. Intentó asomarse por la valla, para ver si habia alguien, se agarró a la puerta de la calle y sonó un ruido chirriante, la había abierto, no estaba cerrada. Entró en la casa como si nada y comenzó a buscar a Andras.
- ¿Andras? ¿Dónde estás? Soy Aura, siento haber entrado así en tu casa, pero tenemos que hablar.
No obtuvo respuesta y tras recorrer toda la parte de abajo, subió arriba.
- ¿Andras? Sé que estás aquí, la puerta de la calle estaba abierta. No me ignores.
La muchacha seguía buscando.
De pronto, un ruido rompió el silencio de la casa. Aura se asustó,dió un brinco.
- ¡Andras! Sé que estás ahí. No me asustes, no me gusta. Deja de esconderte.
Miró por todos lados, y no había nadie. ¿De dónde provenía aquel ruido?
Aunque estaba un poco asustada, continuó su búsqueda, no había cosa que mas la gustara, que los misterios.
Dió con unas escaleras que conducían hacia otra planta.
Subió con sigilo y a lo lejos del pasillo, se situaba una habitación con la puerta entornada, parecía un baño.
Se acercó despacio, cada vez estaba más cerca de aquel ruido. Ya estaba apunto de entrar, abrió la puerta y gritó asustada fuertemente, como si de una película de miedo se tratara.
- ¿¡Qué haces tú aquí!?
- ¡DIOS! ¡ME HAS DADO UN SUSTO DE MUERTE!
- Perdón, no era mi intención estar en mi propia casa, causandote así un susto.
Aura suspiró, retomó el aliento. Le miró a los ojos, sin saber muy bien que hacer, Andras hizo lo mismo. Bajó la mirada y ¡qué sorpresa! éste tenía
al descubierto todo su cuerpo, ¡estába desnudo! La chica se puso roja al instante, no daba crédito a lo que acaba de ver. El chico que le gustaba, estaba delante suya y totalmente desnudo.
- Aura, ¿qué pasa? ¿Estás bien?
- Esto...Andras...- casi sin poder hablar de la vergüenza.
- ¿Qué?
-Em...
- ¿Qué?
- Es que...
- Aura, ¿me lo vas a decir ya? o ¿tengo que esperar hasta que se haga de noche?- dijo intrigado- Soy yo o ¿hace un poco de fresco aquí?
La joven no se aguantó la risa y miró a Andras haciendo que éste le siguiera con la mirada para darse cuenta de lo que estaba pasando.
Se quedó blanco, intentó taparse con las manos y acto seguido cogió una toalla y se envolvió en ella.
Tardó unos minutos en reaccionar y volver a hablar.
- Que corte ¿no?- dijo por fín.
- Un poco.
- Siento que hayas tenido que verme así.
- No sientas nada, ha estado bien.
Andras se quedó mirandola,un poco alucinado por la contestación de ésta.
- Quiero decir que, no pasa nada-rió forzadamente y bajó la mirada mientras se arrascaba la cabeza.
- Tranquila- sonrió- no todos los días pasa algo así, es normal esa reacción.
- Ya bueno...- le devolvió la sonrisa, un poco colorada.
Andras fue a vestirse, Aura le esperaba en el pasillo. Después, los dos fueron hacia la sala de estar y se sentaron.
- ¿Para qué habías venido?
- Lo primero de todo, siento haber entrado así a tu casa, y sin avisar.
- No te preocupes, no te había escuchado entrar, me estaba duchando y con el sonido del agua, no me he dado cuenta.
- Ya he visto.
Ambos rieron.
- Yo también te pido perdón, por encontrarme así. Cuando me ducho, salgo desnudo hacia mi habitación, para vestirme allí. Y claro, no esperaba visita.
- No, tranquilo, es tu casa. Lo entiendo, no tienes que pedirme perdón ni nada.
- Bueno, entonces, ¿para qué has venido? ¿Qué querías? Si no has avisado, se trata de algo urgente ¿no?
- Bueno, yo... quería saber una cosa...
- Dime, ¿de qué se trata? ¿Es algo malo?
- No, no. Tranquilo.
- ¿Entonces?
- Yo...
- ¡Venga Aura, dilo de una vez! No te hagas de rogar más.
-Quería hablar sobre Lina.
Andras se quedó callado y la miró fijamente.
- Andras, quiero que me digas quién es. Necesito saberlo.
El joven se levantó, dandole la espalda.
- Andras, ¿qué pasa?
Pero éste permaneció callado.
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The SECRET🤐
Teen FictionEn un pueblo bastante tranquilo, cuatro amigas se toparán con un misterio oculto que les conducirá a hacer una serie de locuras.