Capitulo 19. Sin palabras

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Josh me llevó a casa.
Me sentia, no me sentia bien, no hay forma de describir como es que me sentia, tal vez me irritaba un poco no saber que era lo que sentia.
Sentimientos encontrados claramente, eso, si duda.
-Mike
No queria hacerlo, no queria responder.
-¿Mike?
El silencio permanecía despues de sus palabras .
-¡MIKE!
se veía irritado, no tanto como yo, aparentaba estar fastidiado.
¿Responder? si lo hacia, sin duda me desplomaria, si no lo hacia, podria contenerme lo suficiente para llegar a casa.
-Por favor-susurro.
Pude notar unas cuantas gotas que escurrian por sus mejillas.
No queria hacerlo, y no podria obligarme, sin dudarlo, queria hablar de lo sucedido, en cambio yo no.
-¿Amigo?
-¡No Josh! ¡No quiero hacerlo, no quiero hablar!-baje la voz-llevame a casa por favor.
Su mirada me demostro seguridad de que el tema, almenos que quisiera, no se volveria a tocar.

Al llegar a mi alcoba, no lo dude, me bajé del coche y me dirigí a la puerta, voltie, queria mirar a Josh.
El estaba fijando su mirada en mi nuca mientras me dirigia ahi.
Trataba de contenerse, sabia que haberme llevado ahi, estuvo mal, se mordia el labio superior tratando de no derramar más gotas.
Hizo un gesto de desaprobación y arrancó.
No lo dude, estaba dispuesto a todo, mis sentimientos encontrados no me fueron utiles para pensar las cosas.
Esta tarde, no entre a casa, me dirigí a otra.
-¡Cansas!-Lagrimas escurrian por toda mi cara.
Volví a intentar mientras tocaba la puerta.
-¡Cansas!-.
alguien abrió, ese alguien no era ella, era Emily su compañera.
Limpie mis mejillas.
-¿Mike te encuentras bien?.
lo dude -si, ¿donde esta Cansas?.
Decir su nombre, me lastimaba.
-Ella, no esta aqui.
-Gracias
me dí la vuelta sin temor y comencé a trotar hasta que tomé una buena velocidad.
Emily aun no cerraba la puerta, de seguro se queria asegurar de que no hiciera una tonteria o que no me suicidara al salir o algo, ya que ella permaneció en la misma posición con su mirada confundida y fija en mi.
-¿Emily?-grite -¿Sabes donde esta?
Negó -Noo, lo siento-levanto la voz para poderla escucharla.
Hice un gesto de agradecimiento y volví a trotar.
Mi cabeza me hizo pensar millones de cosas, pero, en mi corazón, algo me decia que ella sentía algo aun por mi.
Aunque lo negará.

De regreso, algo más abobiado por esto y no por lo que pasó con Josh, me sentía seguro, me sentía distinto, algo de lo que sucedió esta tarde me dio confianza, la suficiente como para volver a recordar, o almenos a no comportarme cómo un bebé al acerlo.

-¡Sam!
Nadie respondió a mi llamado, aunque claramente estaba ahí.
-¡Sam!-insisti.
Al bajar sin dudar del auto de Josh, olvidé algo, algo realmente importante, mis estúpidas llaves.
-¡Sam! ¡deje las llaves con Josh, no es un juego, por favor! ¡Abre!.
De seguro este imbécil esta fuera, o en las duchas, o algo.
Pensé.
Ya era tarde, el Sol se ocultaba.
Me recargue en aquella barda.
No dejaba de golpear la puerta.
Hasta que me cansé .
-sam, sam, Samantha Poquer.
Comenzaba a actúar como algun tipo drogado de mi antiguo vecindario.
-Sssssalamandra, sssssserpiente, soooooldado, sam, sam, sam-en realidad al decir su nombre, su estupido nombre solo pensaba en que el sonido era muy parecido al de una avispa al pronunciarlo rapido, asi que no dejaba de decirlo.
Entonces me rendí, caí dormido.

-Hey, hey Mike.
Entre abri los ojos, noté que era el imbécil este.
-¿hacaso te han violado?-no dejaba de sonreir.
-¿Donde has estado?
-¿Yo? en el cuarto toda la noche no salí-dijo con voz burlona.
-¿Por que no me abriste animal?-Odiaba a este chico, en sierto modo que igual queria.
-Te lo advertí-dijo en voz burlona. Entonces recorde aquella vez que quise jugarle una broma.
Si no lo quisiera, hoy en las noticias aparecería homicidio en las alcobas masculinas, o un detenido por acesinato, o un chico se "suicido", enfasis en suicidio.
-Acercate-le dije en tono de hombre apunto de morir, cuando estaba lo suficiente cercas de mi, le di un zoquete.
-Eres un imbécil-le dije al oido.
-Se sobo con una mano donde lo golpie, y aun asi no logre borrar su sonrisa, me levante muy adolorido de la espalda, deje a Sam afuera y me deje caer a mi cama.
-Hey Mike, la puerta se cerró-no dejaba de girar la perilla-abreme.
No respondí, solo reía.
-Eres un imbécil Mike-igual el reia.
-Somos Sam, somos.

No me odiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora