Capítulo 6: Consejo número tres

415 76 11
                                    

Desde el umbral de la puerta principal, Mark observó a su amigo de infancia, cómo sacaba los cuadernos empapados de la mochila dejándolos al sol en el antejardín de su casa, de seguro, para no preocupar a alguien de su familia. Entró molesto y llamó al celular de Youngjae.

- ¿Ya llegaste a casa?

- ¿Oh? Oh... hola...

- ¿Sucedió algo? Te escucho desanimado...

- Nada, sólo estoy un poco cansado, ¡Pero nada que pueda detenerme!

- Ok, esta tarde videojuegos, ¡Overwatch, YES!

- ¡Ah, Hyung, soy realmente malo en ese juego!

- ¡Eres malo en muchos JÁ! Debo colgar, tengo que comprar voy saliendo.

- ¡NO!

- ...

- Digo, ¡Espera, corre una brisa fría, siempre andas desabrigado, apuesto que necesitarás una chaqueta!

El chico rubio sabía que en ese momento Choi, aún, se encontraba en el antejardín de su casa, medio torpe, recogiendo algunas hojas salidas de sus arrugados y húmedos cuadernos.

Desde muy pequeños siempre habían sido vecinos cercanos hasta la actualidad, pese a que jamás fueron a la misma secundaria, lograron reunirse en la misma facultad de la Universidad. Mark durante mucho tiempo, deseó saber lo que realmente le sucedía a su compañero de infancia, pues, algunos días Youngjae tenía los ojos hinchados, rojos, a veces, estaba pálido, otras desanimado, incluso con fiebre, pero siempre expresaba que estaba bien y que sólo eran las altas exigencias de esa prestigiosa escuela... Nunca se lo creyó, sabía que alguien estaba detrás de ello, porque su amigo, era una persona muy hábil y demasiado amable... tal vez, ese era el gran problema. El delgado chico rubio sentía presión en su pecho cuando lo veía en ese estado, sin poder hacer mucho, nada más que invitarlo a distraerse con las cosas más simples y que le gustaban a ambos; comer tonterías, videojuegos, karaoke y por supuesto, dormir.

Aquel día lluvioso por la ventana vio como un chico esbelto, delgado y muy bien peinado, hablaba con su amigo, quién tenía la cabeza baja y estaba callado, aguantando alguna angustia que alcanzaba a divisar en su expresión tensa por sus manos empuñadas, de inmediato, fue empujado por el desconocido, mientras le gritaba no sabía qué cosa, una furia recorrió en su sangre y saliendo de casa dio un portazo que se pudo escuchar en todo el vecindario, a paso firme cruzó la angosta calle y colocándose la capucha del polerón se acercó intimidando al abusador mundano.

- Oye, cuál es tu problema.

Jinyoung se giró y le abrió los ojos grandes al chico rubio.

- ¿Disculpa?

- Te pregunté que cuál es tu problema.

Youngjae tragó saliva y tembloroso tomó el brazo de su amigo para detenerlo.

- Mark, olvídalo vamos, en serio es sólo un compañero de escuela que necesitaba algo.

Su amigo furioso pero aun, controlando su expresión, le dirigió su mirada compasiva respondiéndole.

- No veo que sea un compañero, veo que es un abusador.

Los ojos de Choi se pusieron vidriosos y bajó la mirada, soltando el brazo de su amigo, decidió omitir cualquier respuesta.

- Lo ves, ahí está... entra Youngjae, déjame esto.

Jinyoung, apretó sus labios y aguantando su rabia, se preocupó por la compostura.

- Espera, dijiste ¿ABUSADOR?

- Seré simple, ¿Eres sordo?

- ¡Qué te crees! ¡Apuesto que eres un pobre que no tiene idea de nada!

- Así que, te defiendes descalificando a las personas, que cobarde, te diré sólo una cosa y por única vez, DEJA TRANQUILO A YOUNGJAE ¿COMPRENDES? O ¿DEBES ESTUDIARLO POR ESCRITO TAMBIÉN?

Park por un momento quedó en blanco y despavorido, tiró unas cuantas palabras al viento.

- ¡N- no te metas en nuestros asuntos, no sabes nada, no eres de nuestra escuela!

- No te lo volveré a repetir, ahora VETE.

El chico bien uniformado afirmó su mochila y dio unos cuántos pasos acelerados para alejarse del chico rubio.

 ****

- ¿Disculpa?

Como si fuera un déjà vu, Mark soltó una risa sarcástica, pues habían pasado varios años y aún tenía la misma actitud adolescente, tal vez, en algunas cosas podía haber cambiado, pero en ese momento el chico rubio sintió resentimiento y amargura tras la voz jactanciosa, respondiendo.

- Qué rayos haces aquí Jaebum...

El chico decidió cambiar de rumbo para no arruinar la situación y afligir el día, pues, Youngjae ya lo estaba pasando bastante mal como para arruinarlo más, sobretodo si habían sucedido muchas cosas en el pasado. Park en ningún momento reconoció al amigo de Choi, estaba bastante distraído y un poco sorprendido porque su compañero del taller conocía a esos chicos.

- Jaebum, ¿Los conoces?

Im tosió y mirando a sus dos amigos, pestañeó y con voz indecisa, tartamudeó hasta decir su respuesta definitiva.

- Ajam, eh... sí, si los conozco...

- ¿Son cercanos?

JB volvió a toser y cerrando sus ojos por un momento, carraspeó su garganta.

- No, bueno, digamos que... no somos muy cercanos...

- Ah... bueno, me presento, un gusto, mi nombre es Park Jinyoung.

A Youngjae le ardían los ojos y con la boca seca, quedó mudo sin ceder alguna palabra, Mark miró a Jaebum con ojos recelosos, pues, no podía creer lo que había escuchado hace un momento, o tal vez, sí. Park, estrechó la mano para saludar y el rubio lo ignoró agarrando al menor para llevárselo a otro lugar.

Mark se devolvió y observando a JB, le dijo:

- Jaebum, consejo número ¿Tres? NUNCA dejes de lado tu sinceridad si quieres gustarle a esa persona. Idiota.

ADVISE ME / 2JAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora