Cap. 1

817 28 10
                                    


Capitulo 1.

-¿Quién soy? – preguntó Ramsés mientras me cubría los ojos por la espalda, pretendiendo que no me diera cuenta, cosa que por obvias razones no funcionó.

-Mmmm no lo sé – mentí – quizá ¿Evan?

- ¿¡Que!? ¡Claro que no! Soy yo, tu "mejor amigo" – dijo quitando las manos de donde se encontraban y colocándose frente a mí con una cara de fingido enfado.

- Ya sabía que eras tú, tonto, solo quería molestarte – admití riendo – Y al parecer lo he conseguido.

- ¿Te han dicho que eres un gran tonto? Es más, si hubiese una monarquía de tontos tú serías el rey.

- En realidad no lo creo, pero de ser así entonces no debería estar hablando contigo.

- ¿Qué? ¿Por qué?- pregunto sorprendido.

- Sencillo, la realeza no debe codearse con los plebeyos – dije soltando una carcajada, admirando como su rostro se transformaba lentamente de estar sorprendido a estar molesto.

- En serio que eres tonto – dijo intentando parecer serio y no reír pero no lo consiguió ya que al cabo de unos minutos ambos estábamos riéndonos a carcajadas en medio del pasillo en el que nos encontrábamos – Por eso eres mi mejor amigo.

- Querrás decir tu único amigo.

- Por supuesto que no, todos en esta escuela me adoran – dijo haciendo pose de rey.

- Oh claro, lo olvidaba, eres el gran Ramsés O'Neil, líder de los famosos neandertales de west high, capitán de 3 de los 4 equipos de la escuela, súper atleta y rey de la comunidad estudiantil, disculpe mi arrogancia señor – dije cargando todo el sarcasmo que pude en mis palabras.

- No se preocupe noble rey de los tontos, como iguales le digo que todo queda perdonado – respondió Ramsés con el mismo sarcasmo que yo había ocupado.

- No señor mío, el rey de los tontos no se compara a usted, mi grandeza no es como la suya – le seguí el juego aguantando las ganas de estallar en risas de nuevo.

- Si serás tonto.

- Por eso soy el rey, idiota – dije aun con sarcasmo.

- Bueno ya, ¿tienes clase?

- Sí, literatura, y si mal no recuerdo tú tienes química.

- Por eso vine contigo, te sabes mejor mi horario que yo mismo.

- ¿En serio? Llevamos dos meses en la escuela y aun no te aprendes tu horario.

- Oye soy guapo, no inteligente – eso no se lo podía negar, en especial la parte de guapo.

- Vale, señor vanidoso, ¿me acompañas?

- Pero el laboratorio de química queda al lado contrario que tu salón de literatura.

- Sí, pero como sé que me quieres me acompañaras.

- Diablos, tienes toda la boca llena de razón, anda vamos que se hace tarde.

- Gracias – dije con una sonrisa boba pegada a mi rostro, exactamente la misma sonrisa que las chicas solían tener cuando Ramsés las volteaba a ver.

Mi nombre era Alistair Black, un chico de 16 años, gay, mejor conocido como la sombra de Ramsés, mi mejor amigo, del cual llevaba bastante tiempo enamorado, fantaseando con la idea de algún día ser más que solo su amigo, aunque como lo dije, solo eran fantasías, él sabe que lo que siento por él pero jamás me ha demostrado más que una amistad, cosa que en aquel momento consideraba buena ya que en primer lugar no quería arruinar una amistad que había durado tanto y en segundo ¿Cómo sería posible que el chico más popular del colegio se anduviera liando con un hombre y peor, con alguien como yo? Un chico que parece ser alérgico a la popularidad, siendo que ya bastante suerte tenía con el hecho de que me considere amigo suyo.

- ¡Al! ¡Al! – dijo Ramsés sacándome de mis pensamientos.

- ¿Qué sucede? – pregunte confundido.

- Ya despierta, en serio ¿En que piensas cuando te vas de esa manera?

- ¿Qué? Ah no, en nada, solo olvidalo.

- Mmmm buen...

- ¡Hey Ramsés! ¿Vienes a clase? – preguntó Steven, amigo de Ramsés, capitán del único equipo que Ramsés no lideraba.

- ¿Qué? Oh Stev, claro ya voy, solo acompañaba a Al a su salón.

- ¿A quién?

- A mi – dije tratando de hacerme notar – Imbécil – esto último en voz baja para que no me escuchase.

- Avísame cuando termines de acompañar a... eso, te veo en el salón – dijo el bastardo de Steven en un tono tan despectivo que ni siquiera pensé que existiera, Ramsés estuvo a punto de responder pero puse mi mano sobre su pecho deteniéndolo y evitando una posible pelea en medio del pasillo.

- Sabes que no pueden tratarte así y que no me gusta que lo hagan, ¿Por qué me detuviste?

- ¿En serio crees que sería bueno para ti que te pelearas en la escuela siendo capitán de casi todos los deportes? – se quedo pensando – No ¿cierto?, mejor ve con él a tu clase, estaré bien, puedo llegar a mi salón yo sólito – dije imitando la voz de un niño pequeño.

- Eres tan lindo a veces – dijo sonriendo de manera tierna – Vale, me voy, oh y por cierto, hoy por la tarde hay una fiesta en casa de Emma, ¿Por qué no te das una vuelta?

- Ramsés sabes que no soy invitado a esa clase de fiestas, si voy o me hacen a un lado o me golpean, no soy nadie para tus amigos.

- Oh vamos, ve por favor, yo estaré contigo – prometió llevándose una mano al corazón como lo hacíamos cuando eramos pequeños y prometíamos cosas sin sentido alguno.

- Vale, ahí estaré – respondí resignado acompañado de un suspiro.

- De acuerdo, de todos modos te veo al rato en historia – dijo dándome un beso en la mejilla y corriendo en dirección contraria a la mía, dejándome confundido por el beso, el beso que lo comenzó todo.

Fools (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora