Cap. 8

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Capitulo 8.

La semana había pasado rápido, después de la sesión de fotos mi hermana y yo nos dedicamos a recorrer la ciudad, pasamos un muy buen rato, de vez en cuando Ethan se unía a nosotros, lo que de cierta manera fue de mucha ayuda considerando que nosotros no conocíamos la ciudad y él parecía conocerla como la palma de su mano.

Abordamos el avión de regreso a casa el sábado por la noche, llegando a nuestro destino al día siguiente por la mañana, había dormido un poco durante el vuelo pero aun así llegue casi muerto, pasamos por todo el alboroto del aeropuerto y cuando por fin logramos llegar al departamento de Valentine lo único que hice fue tirarme en mi nueva cama; antes de irnos a Londres mi hermana me había preparado la habitación que sería mía, insistí en que dormiría en el sillón pero, como normalmente sucedía, no me hizo caso; me quité toda la ropa, con excepción de la ropa interior y me metí entre las cálidas cobijas que cubrían mi cama quedándome dormido en apenas unos minutos.

-¡Despierta! – gritó mi hermana lanzándose encima de mi mientras me hacía cosquillas.

- ¿Qué te pasa? – pregunté entre carcajadas – Déjame dormir.

- Una estrella no tiene tiempo para dormir.

- ¿De qué demonios estás hablando? ¿Estrella? – pregunte confundido, mi cerebro no era el mejor haciendo su trabajo por las mañanas, me senté en la cama y me talle los ojos con pereza observando lo más despierto que podía a mi hermana.

- ¿Cómo que de que hablo? ¡Tus fotos! – chilló de emoción – ¡Fueron publicadas ayer por la noche!

- ¿Y eso que tiene? Ya sabíamos que las publicarían – seguía confundido.

- ¿Sabes lo que pasa cuando es revelado un nuevo modelo?

- No.

- En serio que tu eres tonto – saco su celular de uno de sus bolsillos y me mostro la pantalla, una de las fotos que me habían tomado aparecía en ella sobre una nota de aquella pagina, "El nuevo bombón de Black", no me gustaba ese título y seguía sin entender a que quería llegar mi hermana.

- ¿Y eso qué?

- ¿No estas emocionado?

- En realidad no.

- ¿Estas consciente de que quizá media escuela ya vio esto?

- Lo sé.

- ¿Y que dentro de esa media escuela muy probablemente se encuentre Ramsés?

- Lo que el lea o vea me da igual, no me importa ni él ni su vida.

- Ay por favor, llevas enamorado de él desde el cuarto grado, no puede ser que lo olvidaras tan rápido.

- No lo olvide – ojalá así hubiese sido, pero por más que trato no lo puedo hacer, le quiero demasiado a pesar de la tonterías que hace.

- ¿Te ha vuelto a hablar? – ella sabe que me hablo el día de la sesión de fotos.

- Un par de veces, pero no conteste, en serio no quiero hablar con él.

- Vale – dijo pensativa, se levantó de la cama y camino hacia la puerta – Vístete rápido que tenemos que ir al colegio – y salió.

Me levanté de la cama y entre al baño de mi habitación, me deshice de la ropa interior y me metí a la ducha, abrí la llave del agua caliente y deje que recorriera libre mi cuerpo, no quería ir a la escuela pero tarde o temprano tendría que enfrentar bien a Ramsés, además no era seguro que lo viera hoy o que habláramos y ya había faltado una semana a clases así que no tenía de otra; terminé de bañarme y, con una toalla enrollada a mi cintura, salí a mi alcoba, tomé un pantalón negro con las rodillas rotas, clásico, una playera de manga larga negra y una chaqueta igual negra, me las puse junto a mis tenis negros y listo, tome mi mochila, audífonos, cargador y celular y salí del cuarto hacía la cocina.

El departamento de Val era bastante grande, era obvio sabiendo que era uno de los más lujosos de la ciudad, entre a la cocina y ahí estaba ella, devorando un plato de cereal como si su vida dependiera de ello.

-Wow, a alguien le gusta el negro – dijo mirándome.

- Cállate y sigue devorando tu cereal, bestia – le di un pequeño golpe en el hombro.

- Hay cereal por si quieres o también puedes hacer unos ricos hot cakes – dijo alzando las cejas haciéndome reír.

- No gracias, no tengo hambre.

- Bueno, entonces vámonos – se termino lo que le quedaba de cereal en un trago, lo botó en el fregadero, tomó sus cosas y salimos de la casa – Ten – Extendió la mano pasándome unas llaves de auto.

- ¿Qué es esto?

- Unas llaves, tonto.

- Sí, pero ¿Llaves de qué?

- De eso – dijo señalando hacia la calle, mire en esa dirección y casi tiro mis cosas.

- ¿Y esto? – dije como niño pequeño que recibió un nuevo juguete mirando al precioso auto que se encontraba estacionado frente al edificio.

- Tío Adam pensó que como ahora tienes "empleo" necesitas un medio de transporte propio, él quería darte una bici pero yo lo convencí de esto.

- Si no fuéramos hermanos te besaría en este momento.

- Por favor – dijo riéndose – ni así me besarías, eres más gay que unas pantuflas de conejito – ambos reímos.

- Bien, ¿Estás listo?

- Por supuesto que sí – corrí a la puerta del conductor, entre al auto y lo encendí, mientras, mi hermana se subió a su moto y se colocó el casco, la encendió y ambos arrancamos.

Llegamos a la escuela en cuestión de minutos, íbamos haciendo una especie de carreritas entre los dos así que conducíamos algo rápido, sabía lo que quería hacer Val, a ella le gusta llamar un poco la atención de vez en cuando, y ahora que había fotos mías circulando por la red dando a conocer al nuevo modelo de Black, no me molestaría un poco de atención, más de alguien en especial.

Ambos nos estacionamos a la entrada de la escuela, me mire en el espejo retrovisor, acomodé mi cabello y me puse unas gafas de sol que mágicamente estaban en la guantera del auto, Valentine.

Bajé del auto y caminé junto mi hermana, podía sentir varias miradas sobre nosotros y podía escuchar sus para nada discretos susurros.

-Nos están mirando – dijo obviando las cosas.

- No hermanito, te están mirando solo a ti – sonrió maliciosamente, me tomo del brazo y ambos entramos juntos al instituto.

Era obvio que no solo la mitad de la escuela había visto las fotos, todos nos miraban, algunos con envidia, otros con deseo pero solo uno me veía a mí como si hubiese matado a alguien.

-¿Es él?... NO puede ser él... ¿o sí?... viste la sesión completa... - escuchaba demasiados balbuceos y por alguna extraña razón me gustaba.

- ¡Black! – Ramsés.

- O'Neil – pronuncie sin ganas.

- tenemos que hablar.

- Sera luego – dije ignorándolo lo más que podía.

- Ahora – se acercó a mí, me tomó del brazo y me arrastro a un armario del conserje, me metió en el y cerró la puerta con seguro.

- No tengo nada que dis... - y entonces me besó.

Fools (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora