Capitulo 4.
Las manos de Ramsés recorrían mi cintura y espalda mientras que las mías sostenían su rostro, profundizando aquel beso que llevaba años esperando, el mundo a mi alrededor parecía desaparecer, me sentía en el paraíso mismo, como si estuviese volando alto, tocando las nubes, y como de costumbre, me desplome en caída libre estrellándome contra la realidad.
La puerta de la alcoba se abrió repentinamente, mostrando a mi hermana, cuya cara paso de la preocupación a la sorpresa en cuestión de segundos, más rápido que lo que Ramsés tardó en lanzarme a un lado tirándome de la cama.
-¡Valentine! ¡Esto no es lo que parece! Yo... esto... ¡Mierda! – dijo frustrado y con un poco de miedo en su voz, se levantó de la cama rápidamente, tomó su chaqueta que descansaba sobre la pequeña mesa a un costado de la puerta y salió corriendo haciendo a un lado a mi hermana que permanecía estática mirando cómo me desmoronaba en el piso, con el corazón y la dignidad rotas esparcidas por el lugar.
- Alistair – dijo mi hermana en un susurro tumbándose a mi lado envolviéndome en sus brazos
Le conté todo lo ocurrido desde que llegue a la fiesta, estaba hecho pedazos por dentro, no sabía qué hacer ahora, las emociones seguían colapsando en mi interior de una manera tan monumental que no me permitían moverme.
-Vamos, levántate, te llevo a casa – dijo Valentine tratando de levantarme.
- No quiero ir a casa a tener que tolerar a nuestros padres.
- Tienes que ir y lo sabes.
- Ya, vale – me levanté del suelo, quería a mi hermana, demasiado, pero en este momento lo único que quería era estar solo, no quería tener que estar con mis padres y fingir que no soy gay, no quería estar con mi hermana y tener que responder la infinidad de preguntas que sabía que tenía, quería hundirme en mi depresión habitual solo.
Bajé las escaleras rápidamente y tomé mi mochila de la alacena de la cocina, la fiesta parecía seguir tan animada como cuando la deje hace varios minutos, la gente seguía bailando al ritmo de la música que sonaba a todo volumen, trate de ignorar todo aquello y con ayuda de varios empujones logré llegar a la puerta, que se encontraba abierta dando paso a personas que salían por más bebidas o recién llegaban, bajé las escaleras y caminé por el camino de piedras que se extendía a lo largo del jardín delantero de la casa.
Todo iba bien, estaba a punto de por fin salir de aquel lugar cuando un último golpe termino de destrozarme, Ramsés estaba tragándose a Gabriela a un lado de su auto estacionado frente a la acera de la casa, por alguna extraña razón la tristeza abandono mi ser y fue reemplazada por una intensa ira, camine hacia ellos y en el momento en el que Gabriela se separo de Ramsés para acomodarse su falda, que para aquel momento ya le llegaba a escasos centímetros de la cadera, la empuje a un lado haciendo que callera al suelo y le aseste un puñetazo en la cara a Ramsés, justo en la nariz.
-¡¿Pero qué demonios te pasa, bastardo?! – gritó Ramsés cubriéndose la nariz ya que le había comenzado a sangrar.
- ¿A mí? Oh nada ¿Por qué la pregunta? – dije cargando mi voz con sarcasmo – Oh ya se, ¿te refieres a esto? – pregunté golpeándolo de nuevo pero esta vez en el estomago y otro en a un lado del rostro, abriéndole un herida en la ceja al igual que en el labio, se incorporó y sin darse cuenta del todo aun de quien se trataba me soltó un golpe en el vientre sacándome el aire, sentí de nuevo su puño ahora sobre mi rostro y sentí la sangre correr proveniente de mi nariz y ceja, levanté la mirada, aun con furia hirviendo mi sangre, ambos íbamos a soltar otro golpe pero una voz nos detuvo.
- ¡Ramsés! ¡Suficiente! – gritó Valentine a nuestras espaldas e instantáneamente nos detuvimos – tú sepárate de mi hermano – refiriéndose a Ramsés – Y tú ponte el casco y súbete a la moto en este momento a menos que quieras que en serio me moleste – me aparte de Ramsés y caminé hacia la moto de mi hermana colocándome uno de los cascos que reposaban sobre ella, me subí y espere a Val, la cual no se demoró demasiado, se subió frente a mí y condujo hasta casa de nuestros padres.
- ¿Tienes algo que decir? – preguntó seria.
- No, solo quiero dormir – dije sin ganas.
- ok, tío Adam nos verá mañana después de clases, pasará por nosotros a la escuela – dicho esto subió de nuevo a su moto y arrancó.
Saque mis llaves del bolsillo trasero de mi pantalón y entre a la modesta casa de mis padres, ambos se encontraban sentados en uno de los sillones de la casa, ambos pusieron sus miradas sobre mí en el momento exacto en el que cruce el umbral de la puerta.
-¿Alguna explicación que debas darnos? – preguntó mi madre con voz severa.
- En realidad no, me voy a dormir.
- ¿Por qué llegas hasta esta hora, apestando a alcohol y cigarro, sin avisarnos? – pregunto de nuevo mi madre.
- No estoy de humor, no tomé, no fume y ya estoy grande como para pedirles permisos y avisarles cada movimiento que hago a cada momento.
- ¡No permitiré le hables así a tu madre! – grito mi padre poniéndose de pie, acomodando su anticuado suéter a cuadros azules con verde.
- ¿¡Pero si permites que tu zorra secretaria se meta en su cama mientras mamá está en el trabajo!? – solté furioso, los tres sabíamos sobre la infidelidad de mi padre pero mi madre decidía ignorarlo y pensar que de pronto todo eso terminaría, cosa de la que mi padre se aprovechó para seguir haciéndolo, enviándole arreglos florales a mi madre cada vez que esta se enteraba de algo nuevo.
- Te lo dije, dejar que vea a tu hermano el maricón y a su hermana lo haría rebelde, lo haría creer que es mejor que nosotros, todo esto es tu culpa – dijo mi padre hablando con mi madre.
- No te atrevas a decirle así a Adam, él me ha dado mucho más en un par de años que lo que ustedes me han dado en toda la vida – entonces sentí el puño de mi padre estrellarse contra mi rostro, abriendo una herida nueva en la ceja sana que tenía.
- Te dimos un techo; te dimos comida y ropa, te dimos la vida, y ¿Así nos pagas?
- Yo jamás les pedí que lo hicieran, ¿o Sí? – otro golpe aterrizo en mi estómago tirándome al suelo alfombrado de la sala.
- Escúchame bien, te iras a tu habitación y no saldrás hasta que te lo ordenemos, no volverás a mencionar a tu hermana ni a tu tío, ¿Entendido?
- No – dije retándolo con la mirada, obteniendo una patada en el pecho dejándome sin aire por un momento.
- No volverás a salir, ya se arruinó uno de mis hijos, no pasara de nuevo.
- ¿Arruinar? ¿Valentine se arruinó por ser lesbiana?
- No menciones esa palabra – ordenó mi madre levantándose por fin del sofá.
Reuní las fuerzas que aún me quedaban en el cuerpo y me puse de pie y mire a ambos con desprecio – entonces es una pena que su otro hijo también lo sea – dije con odio.
-¿Qué dijiste? – preguntó mi madre dando un paso hacia adelante.
- Dije que soy gay, justo como el tío Adam y como Valentine – solté con odio, recibiendo una bofetada de su parte e increíblemente obteniendo la mejor sensación de la vida.
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Fools (gay)
Romance"Se que esto acabará de la peor manera, se que ni siquiera saldré completo de esto, se que te lastimé pero jamás fue mi intención terminar de esta manera, te amo y eso no va a cambiar ni en esta vida ni en las que siguen; por favor cuida de mi herma...