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Querido diario:

Querido diario, hoy fue un día agotador en especial toda la tarea que nos dejaron.
Cuando sonó la campana de salida, escucho detrás de mí a Amber decir ¡¡POR FIN, UN MINUTO MAS Y ME DUERMO EN EL PUTO PUPITRE!! y sólo pude reír por lo bajo.

Todos los estudiante corrieron a la puerta de salida pero yo me quedé como un minuto más recogiendo mis cosas del piso. Se preguntarán porque mis cosas estaban en el piso, pues cuando estaba apunto de salir del salón tropecé y deje caer la mitad de lo que llevaba en mi mochila.

-¿Te ayudo?

-S-Si grasias- le dije a Lucas.

-Ten más cuidado la próxima vez, no te vallas a lastimar-  me sugerio.

-Lo intentare pero yo soy torpe de nacimiento-me río- que haces aún aquí.

-Olvide mi libro de matemáticas.

Asiento. Y cuando estoy por irme me tropiezo otra ves, pero esta ves caigo en los brazos de Lucas-

-L-Lo siento..- ¡Carajo que vergüenza!

-E-Está bien- noto que esta sonrojado.

-Amjm..yo..me tengo que ir- Me libere de su agarré y camine a paso rápido hacía la salida.

-Espera!!.

Me detuve en seco- ¿Que pasa?- pregunte girando para encararlo y pidiéndole a Dios, que mi cara no este tan roja como una manzana madura.

-Quería saber si tú quieres tener una..

-¡Ring Ring!- mi celular empezó a sonar, interumpiendo a Lucas.

-Perdón es mi teléfono- miro la pantalla de mi celular y hay un mensaje de mi madrastra, dice que quiere, que valla a la casa ahora a preparar la cena- lo siento Lucas, pero me tengo que ir, ¿que querías decirme?.

-Mañana te lo digo- se acerca a mi rostro y me besa la mejilla.

No sé qué quiere Lucas pero nada ni nadie me impedirá ir mañana a la escuela y averiguarlo.

#Gracias por escuchar

1. El diario de una CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora