Me dejaron encerrada en la misma habitacion que tenia una foro enmarcada de Adara. La eh estado mirando los ultimos 30 minutos, y sigo sin comprender.
¿Que le paso?
Pude darme una ducha, y cambiarme ese apestoso baby doll, por unas calzas llamativas y un buzo grande, ya que hacia bastante frio.
Investigué todos los cajones, pero estan vacios. No hay nada.
Me pongo a mirar por el agujero del picaporte, en busca de alguna actividad o lo que sea detrás de la puerta.
Pero no veo nada.
Claro que eso fueron segundos antes de que esta se abriera con brusquedad y me pegara en la cara con fuerza.
Otra vez tirara en el piso. Y con nuevos moretones.
El mismo grandote que estaba con Raquel, está parada en frente mio mirandome con superioridad desde arriba.
El no habló, solo me obligó a pararme y con una inclinación de la cabeza me indicó que lo siga.
Pasamos un par de puertas hasta que entramos a una nueva habitación llena de maquinas y sillones. Parecian esas salas para donar sangre.
El grandulon me toma por lo hombros y me obliga a sentarme en uno de los mullidos sillones.
Cuando lo hago, el se aleja y se va por la misma puerta que por donde entramos.
Me quedo sentada alli sola sin saber muy bien que hacer.
Miro a mi alrededor y noto muchas geringas con un líquido transparente con un puntito pequeño como de metal. Y a su otro costado mas geringas pero solo con el liquido transparente.
Miro hacia la puerta y rapidamente tomo una geringa de cada lado y las escondo dentro de mi buzo de manera que no se vean.
A penas termino de guardarlas, abren la puerta con suavidad. Y entra por ella la misma anciana con la que estuve al principio.
Ella me da una leve sonrisa y roma mi brazo con delicadeza. Le pone como una cinta por arriba del codo. Toma una de las geringas transparentes, noto lo que quiere hacer y corro el brazo con velocidad.
-No me van a meter nada de extraño a mi.
-Es ist sicher. Sicher. - Dijo mirandome con esos grandes ojos fijamente, tratando de que entienda.
-Yo.. no entiendo. Perdon.
-Es ist sicher.. Seguro.. Sicher
-¿Es seguro esto? ¿Eso quieres decir?
-Wenn. - Dijo con un asentamiento de cabeza.
No muy segura le tiendo el brazo nuevamente.
Me prepara el brazo otra vez, salvo que ahora si logra ponerme la geringa junto a su liquido.
Siento como rapidamente el cuerpo se me debilita y el sueño empieza a rodearme.
A medida que me voy quedando dormida, siento otro pinchazo en el mismo brazo.
Ese dolió.
Arde.
Puedo sentir como la sangre me quema, me remuevo tratando de que ese dolor se vaya.
Pero cada vez soy mas debil, y dejo de pelear para que la oscuridad me rodeé nuevamente.

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Invictus.
Подростковая литератураLos osados, para adquirir el bien que buscan, no temen el peligro; los prudentes no rehúyen el esfuerzo; los cobardes y torpes no saben aguantar el mal ni recuperar el bien, se contentan con solo desearlo y la virtud de intentarlo les es quitada por...