La boda de Lucius Vladescu y Anastasia.

8

Mindy había sentido el estado de ánimo de mi madre, también, y ya
estaba fuera de la cama, ¡Claro, debo ir a mi habitación de todos
modos! ¡Aaaa Mañana es el gran día!
Cuando Mindy ofreció ese recordatorio, mi corazón se torno conanticipación y el miedo de nuevo. Me las arreglé para distraerme de los
pensamientos de la boda por unos minutos, pero en apenas unas horas
me dan mi vestido, y el siervo que llega con las cosas que se necesitan,
para el acto privado que se realizara primero
¿Tendría el coraje...?
"Va a ser maravilloso", Mindy me tranquilizó, sin duda, ver la sangre de
drena de su cara. "Quiero decir, te vas a casar ¡Para Lucius!"
Sí... yo... Es que realmente estaba pasando...
Entonces ella se acercó a darme un abrazo rápido, dijo sus buenas
noches, y me dejó sola con mamá.
Me bajé de la cama, demasiado rápido, y me dirigí hacia mi madre,
curiosa por esa mirada en su cara, y el objeto que tenía en sus manos.
"¿Qué es eso?", Le pregunté. "¿Qué está pasando?"
Mamá sonrió con la boca, pero que no llegaba a borrar la triste, casi
solemne, mirada en sus ojos, cuando dijo: "Tengo un regalo de boda
temprano para usted. Algo que quiero que tengas esta noche”.
Volví a mirar el tema que llevaba, pensando que el presente era tan
extraño como el estado de ánimo de mi madre. A diferencia de la
mayoría de los regalos de la boda, éste no estaba envuelto en un papel
lindo. Más bien, el paquete que mamá acunaba, con cuidado claro,
estaba cubierto por un paño blanco liso, que empezó a relajarse, casi
como un vendaje.
"Este es un regalo especial mío y de tu madre biológica," Mamá puso de
manifiesto, con los dedos temblando un poco, mientras ella continuaba
para relajarse de la tela.
Yo nunca había visto Dara Packwood, siempre tan fuerte y segura. Me
acercó un poco más a ella. "¿Mamá...?"
"Le prometí a Mihaela que iba a darte esto en la víspera de tu boda, si
usted se casa con Lucio,", dijo. "Mantenga a salvo, como Mihaela lo
hizo, y luego yo, en su nombre. Debido a esto, a su vez, puede
mantenerse a salvo"
Ella levantó la vista para desenrollar la tela, y vi una extraña expresión
en sus ojos, y comprendí, de alguna manera, que mamá me estaba
dando lo que yo esperaba, en ese momento. La ceremonia de mañana
sería una formalidad con ella. Ese acto, con lo que me estaba dando
simbolizaba la realización de su promesa de elevarme propiamente,
pero por Lucio y para la familia a la cual iba a pertenecer.
"Mamá..." sentí que las lágrimas comienzan a formarse en los ojos. Yo noestaba preparada... yo no quería salir de ella...
Pero, por supuesto, mamá sabía que yo estaba lista, y que tenía que
salir de ella, y le tendió la tela, pulsando en mis manos.
"Vas a ser una gobernante maravillosa, y una esposa maravillosa",
prometió. "Ustedes son dos personas muy especiales, y que comparten
un amor muy poderoso. Yo lo sabía, incluso antes de que ambos lo
hicieran."
Lucius y yo... que al parecer había sido el último en enterarse...
Luego, antes de que realmente pudiera ver lo que me había dado, tal
vez por las lágrimas con las que todavía estaba luchando, mamá me
abrazó y me susurró: "Estoy orgullosa de que tú seas mi hija. Mihaela me
eligió para ser tu madre, también."
"Siempre vas a ser mi mamá," le dije, odio que le parecía que
estábamos diciendo adiós.
"Yo sé, Jessica... Antanasia", se corrigió. "Y siempre tendrás una casa en
Pensilvania. Pero también sé que desde el momento de tomes tus votos
mañana, tu vida va a estar centrada aquí, y que siempre será mucho,
mucho tiempo después de que tu padre y yo nos hayamos ido..."
Por primera vez, que yo podía recordar, el Dr. Dara Packwood, parecía
incapaz de enfrentarse a un concepto, la eternidad, que se refería a mí
y nos quedamos en silencio, sólo abrazadas.
“Te amo, Jessica", dijo, la decisión de utilizar mi antiguo nombre... tal vez
por última vez.
"Te quiero, también, mamá", me dijo, como mis lágrimas comenzaron a
fluir en realidad, empapando su hombro.
Después mamá camino unos momentos hacia atrás, se estabilizó el
hombro con una mano, y utilizo la otra para secar las lágrimas de las
mejillas, como solía hacer cuando era pequeña, y ambas tratamos de
sonreír de nuevo.
"Usted me ayudará a estar lista mañana, ¿verdad?", Le pregunté. No
estaba seguro de que yo pudiera hacer un acto aterrador como la
preparación, sin ella a mi lado...
"Por supuesto", prometió. "¡Por supuesto!"
Me sentí aliviado, porque casi había tenido miedo de que realmente
fuéramos a separarnos una de otra. Y sin embargo, no pude evitar la
sensación de que algo había cambiado para siempre entre nosotras.
Quería que mamá se quedara un poco más, pero ella me dejó
entonces. Y cuando la puerta se cerró detrás de ella, me atreví a mirarel regalo en mis manos, y pensé que era apropiado, que hubiera
llegado envuelto en una tela como una venda, porque parecía que mi
corazón agrietado y desangrado, sólo podía mantener algo tan valioso.
Mis manos en realidad empezaron a temblar, también, y yo no estaba
segura, de si estaba llamando a Dara o Mihaela, o tal vez a ambas -
como he dicho, en voz baja:
"¡Oh, mamá...!"