Aquel tren.

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Nunca pensé que este día llegaría tan pronto y odio que esto esté sucediendo. No soy muy bueno con esto de las cartas, ellas nunca van a reflejar lo que realmente siento por ti. Un papel no puede cambiar el tacto de piel con piel jamás.
Mi miedo es que en ese lugar seas tan feliz que no decidas regresar aunque también estaría feliz por ti si eso es lo que te llena el alma.

Te espero toda la vida.

Graham.

Fue la carta que leyó Damon mientras iba en un tren hacia Londres. Sus ojos se humedecieron mientras la guardaba nuevamente en su maleta y miraba la ventana. Miraba como todos esos árboles quedaban atrás pero también veía como llegaban unos nuevos. Él estaba seguro que volvería por el amor y el deseo de formar una banda con él. No se desviaría de eso en ese año que comenzaba.

"¿Cómo no te das cuentas que eres tú quien me llena el alma?", pensó.

- Pasajeros con destino a Londres, bajada en próxima estación.

Ahora estaban separados por una hora, quizá un poco más, pero también sabía que serían 8760 horas todo ese año. Le pesaba el corazón.

Al bajarse del tren con su equipaje tomo un taxi hacia el instituto. Trataba de distraerse viendo como el sol se ocultaba mientras las luces artificiales de la ciudad le daban la bienvenida.

Cuando llegó un maestro se acercó y le preguntó por su nombre.

- Damon Albarn- respondió cansado.

El profesor miró la lista que tenía en sus manos buscando su apellido y luego lo miró con un gran sonrisa.

- ¡Bienvenido al London Drama College! Por favor siga al auditorio, tendremos una pequeña inducción para todos nuestros nuevos estudiantes.

- ¿A esta hora?- miró su muñeca. Eran las 20:15- Creí que sería mañana temprano.

- No tardará mucho. Entiendo que venga cansado pero necesitamos darles la bienvenida y decirles quiénes serán sus compañeros de habitación. Siga por favor, el acto comienza en 10 minutos.

Damon agarró firmemente su maleta y siguió.

Era un lindo instituto con una fachada clásica muy británica aunque un poco más pequeño de lo que imaginaba.

Al entrar en el auditorio automáticamente recordó todas las obras que había realizado en el colegio pero especialmente en la que había visto a Graham por primera vez. Sí, Damon en aquella ocasión había percibido la presencia de quien era ahora su amor.

- Si tan solo estuvieras aquí- suspiró.

Se sentó en las últimas sillas. Solo quería dormir.

Pasaron un poco más de 10 minutos cuando el auditorio estaba lleno y de un momento a otro las luces empezaron a apagarse suavemente para darle atención al escenario colorido dónde había una pareja de jóvenes. Iban a hacer una presentación de bienvenida.

La obra trataba de alguien que lo deja todo por sus sueños. Una corta actuación algo esperanzadora para sus nuevo estudiantes de seguir con lo que les apasiona. Era como si un libro de autoayuda hubiera tomado vida en esa obra.

Aburrido.

Al terminar, salió el director y dió un gran discurso de cuánto tiempo llevaba trabajando, como había terminado ahí, cual era la misión y visión del instituto, etc.

Damon comenzaba a cabecear. No podía por más que intentaba mantener sus ojos despiertos.

"21:56" miró en su reloj tomándose el cabello en señal de desesperación.

My Terracotta Heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora