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Pasos alegres del castaño, quien tarareaba una canción muy contento rumbo a su casa mientras reía bobamente un poco, se la había pasado bien con Golden.

Nadie le había invitado a comer pizza.

Y piensa que tal vez se había equivocado con Golden...creo que es una buena persona.

Además...

Era muy ingenuo.

Podría aprovecharse de él cuando quiera.

Estaba tan feliz, hasta que entro a su hogar frío y tenso como siempre.

Esperaba no encontrar a su madre e irse directamente a su habitación, pero, para su mala suerte, su madre estaba allí, esperándolo con una expresión muy molesta. Una expresión que la señora tenía pocas veces, ya que siempre estaba triste.

Antes de que Freddy dijera algo, su madre empezó.

—¿¡Que crees que haces!?—su madre lo recibió a gritos, que buena bienvenida. Se encontraba muy molesta y específicamente era porque vio a su hijo con una sonrisa en sus labios, algo que la señora no quería ver en su hijo. Ella pensaba que el no merecía ser feliz.—¡¿Dónde has estado?!—el castaño de inmediato borro su sonrisa, y a pesar de ya estar acostumbrado, temía a su madre.—El está sufriendo y tú quién sabe dónde bien feliz por la vida.—tenía razón.—Te recuerdo que por tu culpa el término así ¿Entendiste?

Silencio.

Su madre rodó los ojos y se marchó. Probablemente se fue a su habitación a llorar, como siempre.

Y Freddy también lo haría.

Antes de llegar a su habitación tuvo que subir las escaleras y caminar hasta llegar a la última puerta que hay en el pasillo.

Un pasillo donde antes corría y jugaba con él.

Aún recordaba aquellas risas que compartían juntos, las peleas absurdas por simples cosas, los llantos cuando uno de los dos se lastimaba, las noches donde dormían con sus padres por temor a la oscuridad.

Cuando todo era felicidad y sonrisas. Antes de aquel accidente.

Los pensamientos del castaño son interrumpidos por el sonido de su celular, ese típico tono que indica cuando alguien te está llamando. Saca tu celular y mira la pantalla.

Es Golden.

No puedes estar ni un minuto sin mi ¿verdad?—habló burlón haciéndole reír al rubio.

—¿Tomaste en cuenta mi idea?—el castaño recordó lo que Golden le había dicho en el parque. Escribir en un libro, de hecho no era una mala idea.

Creo que tienes razón...lo voy a hacer—Golden sonrío ante sus palabras pero obviamente Freddy no podía observar la dulce sonrisa del rubio.

—¡Genial!—exclamó el contrario.—Nos vemos mañana, tengo cosas que hacer.

Adiós...—término la corta conversación despidiéndose. Dejó su celular en la mesita de noche y se sentó en el borde de su cama.

Desde allí podía ver un cuaderno y un lápiz en su escritorio.

Se acercó lentamente pues con cada paso pensaba

¿Estaba seguro de esto?

Sus manos empezaron a temblar, y aún así, tomo el lápiz que estaba junto al cuaderno ya abierto y empezó a escribir.

Escribir algo que debía haber hecho ya hace mucho tiempo. Se estaba desahogando

"Golden es la peor persona que he conocido"

Escribió.

"Es un creído y presumido"

Continuó.

"Lo odio."

Y continuó.

"Ojalá que a su galletita oreo le venga sin cremita."

Suspiró.

"Aún así me cae bien, creo."

Continuó escribiendo...

"Creo que es una buena persona, tal vez, no lo conozco bien aún."

Tal vez...

Ya cansado y con sueño, decidió escribir sus últimas palabras para cerrar por ahora su cuaderno nuevo.

"Lo siento por aprovecharme de ti."

"Dinero" || #FNAFHS || GolddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora