érase una vez

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Érase una vez, una chica que estaba comenzando a hundirse en un gran vacío.
Que necesitaba desaparecer del mundo y por eso jugaba a ser alguien quién no era a través de internet, se internaba en los libros y series. Mientras el tiempo avanzaba y ella seguía siempre igual.
Intentando aferrarse de lo que sea o quién sea para evitar caer, pero estos solo lograban empujarla más.
Y cuando creía que ya no valía la pena seguir intentando, que era mejor buscar ayuda en el mundo real, en las personas que tenía a su lado, todo empeoró.
Porque jamás imaginó que las personas más cercanas a ellas serían las que la empujarían por el precipicio.
Y se quedarían ahí paradas mientras la veían caer.
Para luego contar una historia diferente.
Nunca imaginó que sería traicionada y lastimada de tal manera.
Eso logró que estuviera sostenida, a punto de caer, por dos personas, las cuales no era capaz de ayudarla por ellas mismas.
Porque la chica tiraba cada vez para el polo opuesto y esto no ayudaba tampoco.
Y justo en ese momento.
En ese preciso instante en que su caída dependía de la nada, subió.
Subió porque alguien dió un tirón más fuerte y ayudo a las dos personas que intentaban rescatarla.
Una ayuda demasiado inesperada.
Una persona que llegó en el peor momento para reavivar sus esperanzas.
Para demostrarle que después de todo, si hay personas hermosas en este mundo.
Una persona que no le dió la mano, le dió un impulso.
Una persona que está siempre pero no ahí.
Una persona que se encuentra en el mundo que solía vivir, en el mundo donde aparentaba ser alguien más.
Aunque con esta persona, siempre fue ella misma.
Dejando a la vista su lado bueno y malo.
Siendo más que honesta y con una confianza más que absoluta.
Y fue algo mágico e increíble cómo aprendieron a equilibrarse.
Como crearon una conexión a través de letras.
Como se salvaron a través de palabras.
Y como sienten tanto a través de textos.
Es algo que muchos no logran entender, hasta que no les pasa.
No les pasa el tener una conexión con alguien, que va más allá de todo.
Porque les aseguro, que si puede con  1.640,1 km, puede con todo.
Si puede con 19 horas y 43 minutos de distancia, puede con todo.
Son solo números y esto va más allá de todo lo racional, para ser exactos también.
Y así fue.
Así fue como la chica comenzó a llenar el vacío.
Y como a pesar de los problemas, sigue adelante hoy en día.

Y esta es la razón de que me sienta tan afortunada de conocerte y de que no me canse de decirlo nunca.
Gracias Feli. <3

save me from myselfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora