Era el primer día oficial en Hogwarts. La noche anterior, después de la Selección y la cena en el Gran comedor, los alumnos habían dejado sus cosas en sus habitaciones y conocido las salas comunes. Cada uno la de su casa.
La sala común de Gryffindor está situada en el séptimo piso, la de Slytherin se ubica detrás de la entrada a las mazmorras, la de Ravenclaw está en una torre del castillo, al final de una escalera de caracol muy estrecha y a la de Hufflepuff se accede desde el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. La entrada a cada sala está custodiada por un alguien dentro de un cuadro, que pide una contraseña a todo el que quiera entrar a la sala común.
Las salas estaban divididas entre la salita de estar, donde los alumnos pueden reunirse a leer, estudiar o simplemente pasar el rato, y las habitaciones de los chicos y las de las chicas. Emma y Ruby, en su habitación, compartían litera. La morena dormía arriba y la rubia abajo. No habían tenido que discutir por la repartición, ambas estaban conformes. Eran las 7 de la mañana y tenían que prepararse para su primera clase, la de Transformaciones con Maléfica, que empezaba a las 8:30.
-Buenos y mágicos días, Emma. - Ruby fue la primera en despertarse.
-Mmmm...Mamá...Unos minutos más.
-¿Mamá? Vuelve a llamarme así y te tragas la almohada. -Ruby inclinó su cuerpo hacia delante, bajando la cabeza hacia la litera de Emma, solo para comprobar que no había sido intencionado. Su amiga seguía dormida.
-¿Esto va a ser así cada mañana? - Puso los ojos en blanco y de un salto bajó de la litera. - Venga, Emma, ¡despierta!
-No...- Refunfuño la rubia.
-¡Emma Swan! ¿Acaso tengo cara de despertador? - Ruby alcanzó un vaso de agua de la mesilla de noche y lo vació por completo en la cara de Emma.
Emma abrió los ojos de repente y se llevó las manos a la cara, confusa.
-¡Socorro me ahogo! - Exclamó al notar que un poco de agua se había colado en su boca.
Ruby se empezó a reír y Emma se incorporó en la cama, mirándola con el ceño fruncido.
-¿Te parece gracioso? ¡Me podías haber matado del susto! Hay formas más fáciles de despertar a una persona.
-Creo que a ti no te hubiera despertado ni el colegio cayendo sobre tu cabeza. Eres una marmota.
-¡Venga ya! No es para tanto...
-Emma, me llamaste mamá. - Dijo Ruby mirándola con una ceja levantada.
-Yo no hice eso. - Las mejillas de su Emma empezaron a sonrojarse.
-Sí, sí lo hiciste. -Ladeó la cabeza y sonrió. - Espero que no llames también mamá a Regina cuando te despiertes a su lado...
Las palabras de Ruby hicieron que Emma despertarse del todo y miró a su compañera de habitación con los ojos muy abiertos.
-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!
-Oh, vamos Ems. No irás a negarme que Regina Mills te vuelve loca.
-No sé de qué estás hablando. - Emma intentó ocultar su nerviosismo ante las palabras de su amiga.
-¿Seguro? Entonces no te importará que yo la invite a salir, ¿no?
Emma se quedó callada y apartó la vista de su amiga, que sonrió victoriosa. Lo sabía, sabía que a Emma le gustaba Regina.
-No te preocupes, cielo. No voy a pedirle salir a Regina. Mi interés está puesto en otra persona. - Dijo guiñando un ojo.
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True love is magic.
FanfictionEmma Swan es una chica de quince años. Vive con sus padres adoptivos David y Mary Margaret Nolan en Storybrooke, una pequeña ciudad de Maine. Allí nunca pasa nada especial, su vida es completamente normal. Solo tiene un amigo, Graham, el hijo de los...