Capítulo 5 - La clase de Transformaciones de la señorita Maléfica.

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Era el primer día oficial en Hogwarts. La noche anterior, después de la Selección y la cena en el Gran comedor, los alumnos habían dejado sus cosas en sus habitaciones y conocido las salas comunes. Cada uno la de su casa.

La sala común de Gryffindor está situada en el séptimo piso, la de Slytherin se ubica detrás de la entrada a las mazmorras, la de Ravenclaw está en una torre del castillo, al final de una escalera de caracol muy estrecha y a la de Hufflepuff se accede desde el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. La entrada a cada sala está custodiada por un alguien dentro de un cuadro, que pide una contraseña a todo el que quiera entrar a la sala común.

Las salas estaban divididas entre la salita de estar, donde los alumnos pueden reunirse a leer, estudiar o simplemente pasar el rato, y las habitaciones de los chicos y las de las chicas. Emma y Ruby, en su habitación, compartían litera. La morena dormía arriba y la rubia abajo. No habían tenido que discutir por la repartición, ambas estaban conformes. Eran las 7 de la mañana y tenían que prepararse para su primera clase, la de Transformaciones con Maléfica, que empezaba a las 8:30.

-Buenos y mágicos días, Emma. - Ruby fue la primera en despertarse.

-Mmmm...Mamá...Unos minutos más.

-¿Mamá? Vuelve a llamarme así y te tragas la almohada. -Ruby inclinó su cuerpo hacia delante, bajando la cabeza hacia la litera de Emma, solo para comprobar que no había sido intencionado. Su amiga seguía dormida.

-¿Esto va a ser así cada mañana? - Puso los ojos en blanco y de un salto bajó de la litera. - Venga, Emma, ¡despierta!

-No...- Refunfuño la rubia.

Emma Swan! ¿Acaso tengo cara de despertador? - Ruby alcanzó un vaso de agua de la mesilla de noche y lo vació por completo en la cara de Emma.

Emma abrió los ojos de repente y se llevó las manos a la cara, confusa.

-¡Socorro me ahogo! - Exclamó al notar que un poco de agua se había colado en su boca.

Ruby se empezó a reír y Emma se incorporó en la cama, mirándola con el ceño fruncido.

-¿Te parece gracioso? ¡Me podías haber matado del susto! Hay formas más fáciles de despertar a una persona.

-Creo que a ti no te hubiera despertado ni el colegio cayendo sobre tu cabeza. Eres una marmota.

-¡Venga ya! No es para tanto...

-Emma, me llamaste mamá. - Dijo Ruby mirándola con una ceja levantada.

-Yo no hice eso. - Las mejillas de su Emma empezaron a sonrojarse.

-Sí, sí lo hiciste. -Ladeó la cabeza y sonrió. - Espero que no llames también mamá a Regina cuando te despiertes a su lado...

Las palabras de Ruby hicieron que Emma despertarse del todo y miró a su compañera de habitación con los ojos muy abiertos.

-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!

-Oh, vamos Ems. No irás a negarme que Regina Mills te vuelve loca.

-No sé de qué estás hablando. - Emma intentó ocultar su nerviosismo ante las palabras de su amiga.

-¿Seguro? Entonces no te importará que yo la invite a salir, ¿no?

Emma se quedó callada y apartó la vista de su amiga, que sonrió victoriosa. Lo sabía, sabía que a Emma le gustaba Regina.

-No te preocupes, cielo. No voy a pedirle salir a Regina. Mi interés está puesto en otra persona. - Dijo guiñando un ojo.

True love is magic.Where stories live. Discover now