True love is magic.

Capítulo 8 - Los Nargles y el amor verdadero.

Llegó la tarde y Emma y sus compañeros de vagón se reunieron en el Gran Comedor para hablar de cómo les había ido el día. Decidieron sentarse juntos en la mesa de Ravenclaw, aún faltaban horas para la cena y a nadie le molestaría que alumnos de otras casas estuvieran allí sentados. Además, era la mesa que mas vacía estaba.

En el Gran Comedor se juntaba alumnos de distintos cursos a hablar, a darse consejos o a estudiar y trabajar en alguna materia. Era como la biblioteca pero menos silencioso.

-¿Dónde has estado toda la mañana? No has aparecido en clase de Astronomía ni tampoco en Historia de la Magia. - Emma empezó a interrogar a su amigo en cuanto estuvieron sentados.

Graham tuvo que pensar rápido para inventarse una excusa, no podía decirles a sus amigas que había estado recorriendo el colegio con Zelena y mucho menos que habían acabado dentro del armario de Cora Mills y que se habían besado. Además si la pelirroja se enteraba de que había contado algo, probablemente le colgaría de la torre más alta del castillo.

-Me he perdido.

-¿Durante dos horas? - Ruby le miró con una ceja levantada.

-Este colegio es demasiado grande. Cuando quise darme cuenta ya había pasado la hora de Astronomía y luego fue imposible encontrar el aula de Historia de la Magia.

-Graham, el aula está en el primer piso. ¿Cómo no has podido encontrarla? - Emma miraba atónita a su amigo. Sabía que era torpe y descuidado, pero no hasta esos puntos.

-Simplemente me perdí, ¿vale? - Contestó fuera de tono, los nervios por estar mintiendo podían con él. Intentó calmarse. - ¿Me he perdido algo importante?

-Hemos hecho un motín contra la profesora de Astronomía. - Dijo Regina, que jugueteaba con sus dedos en la mesa.

-¿Cómo? ¿Un motín? ¿En la primera clase?

-Ajá, habló más de la cuenta. - Continuó la morena. - Por cierto, Emma, ¿se disculpó? ¿Quieres que hable con mi padre?

La rubia no les había contado nada a sus amigas de su conversación con Azul y prefería que siguiera siendo así. No tenían por qué saberlo. Azul no se merecía que pensaran mal de ella.

-Sí, me pidió disculpas. Perdió los nervios, eso es todo. No es necesario que hables con el director, Regina. Gracias.

-¿Seguro? Puedo hacer que la despidan.

-¡No, Regina! Está todo bien. Todos cometemos errores. - Emma intentaba mantener la compostura, pero era evidente que su conversación con Azul le había hecho efecto y Regina se dio cuenta. Por suerte para Emma, la morena no insistió más.

-Está bien. Si te ha pedido perdón me olvido de ello.

-Gracias. - Respondió Emma.

-¿Problemas en el Paraíso? - Susurró Ruby en el oído de la rubia.

Emma reaccionó dándole un codazo en las costillas por debajo de la mesa.

-Auch. Swan, eres una bruta.

-Y tú una bocazas. - Respondió la rubia.

-¿Ya estáis discutiendo otra vez? - Preguntó Graham. - ¿Veis lo que tengo que aguantar? Que suerte que no estáis en la misma casa que ellas. - Dijo dirigiéndose a Belle y Regina.

-Al menos tú no tienes que soportar a Mérida. Esa chica es una lunática. - Susurró Belle, mirando hacia los lados para asegurarse de que la chica no estaba por ahí.