I

5.3K 255 48
                                    

El último destino de nuestra gira por Latinoamérica estaba a la vuelta de la esquina, solo nos quedaban 3 países más, Colombia, El Salvador y México, y después regresaríamos de vuelta a España, nuestro país de procedencia.

Estaba tan agradecida a todas las personas que día a día me apoyaban que no tenía palabras para expresar lo que sentía hacia ellos.

Sandra, Rocío, Verónica y yo éramos cuatro chicas a las que simplemente les gustaba subir contenido a Internet, más concretamente a la plataforma de YouTube.

Muchas personas decían que eso ni siquiera era un trabajo, y que cuando la "moda" acabe se nos pasará la tontería, pero no saben que ahora mismo, haciendo lo que hacemos, podemos llegar a muchísimas personas, hacerlas feliz, y hasta salvarlas la vida, y eso a nosotras nos hacía especialmente felices.

Por eso teníamos una gira juntas, y en todos los shows cada una salía a hacer lo que más nos gustaba, podían ser pequeños monólogos o conciertos, además, al final de cada show hacíamos un "Meet&Great", para que algunos de nuestros seguidores nos pudieran conocer, hablar con nosotras, sacarnos fotos juntos...

Todas estábamos ya en el avión camino hacia Colombia, uno de los países que más nos hacía ilusión visitar gracias a que era uno de los sitios donde más gente nos seguía.

Íbamos cada una en un asiento diferente, y hablábamos a través de WhatsApp. Cada vez que Sandra o Vero veían un "tío bueno", nuestro grupo de WhatsApp se llenaba de mensajes, cosa que a Rocío y a mí nos importaba más bien poco, ya que todos los vuelos ella se los pasaba editando vídeos o haciendo algo productivo, y yo, por el contrario, me ponía a escuchar música o ver series, aunque casi siempre solía dormir. Me agobiaban los aviones y no me gustaban las alturas, así que prefería "despejar" mi mente durmiéndome en cada vuelo, además así descansaba para cuando tocara tierra de otro país estuviera "on fire", como solíamos decir.

En cuanto tocamos suelo colombiano y conocimos a algunas personas que vinieron a vernos al aeropuerto, nos llevaron hasta nuestro hotel para poder darnos una ducha y comer algo para después visitar un poco la ciudad en la que nos encontrábamos.

Rocío y yo íbamos juntas en una habitación y Sandra y Vero en otra aparte.

Ro quiso ducharse primero, por lo que yo bajé al buffet del restaurante del hotel, donde me encontré con Vero sentada en una mesa comiendo algo que había pillado, así que cogí yo una bandeja, puse algo de comida y me senté junto a Vero que estaba distraída con el móvil.

- ¡Hey Vero! - La saludé sentándome junto a ella.

- ¡Hostia, qué susto me has dado! - Exclamó ella saltando del susto haciendo que su móvil casi cayera encima de su plato.

- Ups, perdón. - Dije riéndome al ver su reacción. - ¿Qué hacías para estar tan concentrada? - Continué riéndome.

- Estaba... - Me miró y echó unas risillas. - Cotilleando el Instagram de Erick.

Puse cara de no saber de qué Erick me estaba hablando, por lo que siguió hablando.

- Erick... Ya sabes, Erick Brian Colón, el de CNCO.

- ¡AAHH! - Exclamé haciendo un facepalm mentalmente. ¿Cómo no lo podía haber imaginado antes? - Tú, y tu obsesión con los chicos de CNCO. - Dije riéndome.

- ¡Pero si tú también los escuchas! ¡Y estás obsesionada con Joel! - Exclamó riendo.

- ¿Yo? Que va. - Evadí el tema. - Y dime, ¿aún no te sigue? - Dije sacándola la lengua ya que Richard, Zabdiel y Joel si la seguían.

- Cállate, que a ti Erick si te sigue. - Dijo haciendo pucheros. - ¿Cómo lo conseguiste? Y encima te da "me gustas", a mi solo eso me pasa con... Oh sí, me pasa con Joel. - Dijo ahora ella sacándome la lengua.

Seguimos hablando un rato más hasta que las dos nos terminamos nuestra comida y nos subimos a nuestras habitaciones para comprobar si Sandra y Ro ya se habían duchado. En mi caso fue así, así que cogí mis cosas y mientras Ro se iba a comer algo yo puse mi música y me duché, después de eso me vestí con unos skinny jeans negros rasgados en la rodilla, la camiseta de una de mis bandas favoritas, y una camisa de cuadros rojos y negros, que probablemente me acabaría atando a la cintura a causa del calor. Ni si quiera me sequé el pelo, ya que nunca lo hacía a pesar de tenerlo muy largo, no me gustaba.

Cuando ya estábamos todas listas, quedamos con nuestra manager Alex en el hall del hotel y nos fuimos a explorar Bogotá.

Y te encontré. | Joel Pimentel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora