Y te encontré. | Joel Pimentel.

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Último capítulo. {Importante leer la nota final}

- Yo quiero saber una cosa, desde que lo has dicho me ha sonado muy raro. ¿Qué es "te late"? ¿Qué tipo de expresión es esa? ¿Qué significa? - Preguntó la niña de 5 años que estaba sentada a mi lado derecho. 

- Es algo así como... ¿Te apetece? o ¿Te gustaría? - Contestó el niño de 7 años que tenía sentado a mi izquierda contestando a su hermana pequeña. 

- ¿Por qué en cada país se utilizan expresiones diferentes? - Volvió a preguntar la niña con curiosidad.

- Tú lo has dicho, son diferentes países, por lo tanto, no todos hablan igual. - La volvió a responder su hermano mayor.

Valeria volvió a preguntar, otra vez, una de las tantas preguntas que se pasaban por su cabecita, pero, ¿qué vas a esperar de una niña que está creciendo? Lo quieren saber todo, y por consecuencia, preguntan todo lo que se les viene a la mente, aun que sea lo más estúpido que puedas llegar a oír, porque como ya he mencionado, es una niña de 5 años. 

Y es que, ¿quién no ha tenido la edad de ir preguntando acerca de todo lo que nos rodea? Y aun así, cuando pasan los años, sigues preguntándote muchísimas cosas, de las cuales probablemente, la mayoría no tendrán ni respuesta, pero así es la vida, tan llena de incertidumbres, de momentos, porque la vida al fin y al cabo es solo eso, momentos, momentos que hay que disfrutar y que no volverán, por eso, el tiempo es lo más preciado que tenemos en esta vida. Si no lo gastamos haciendo lo que amamos, ¿qué será de nosotros? ¿Qué será del tiempo?

Y es que, no me puedo creer, que el tiempo haya pasado tan rápido para mi, por que, ¿qué es lo que nos enseña el tiempo? ¿Qué es lo que nos enseña la vida?

La vida nos enseña a amar, a mentir, a soñar, a respirar profundo antes de correr un riesgo, a escapar de la realidad, a superarte, a no volver a caer, a levantarte, y a estar solos, igual que vinimos e igual que nos iremos.

La vida es un aprendizaje constante y el que se estanca aunque siga respirando muere. Es un regalo que hay que disfrutar, hay que tratar de sentirse, de comprenderse, hay que juzgarse menos y quererse más. Lo que sentimos es lo correcto, es lo que somos, y los pensamientos que no controlamos son lo que nos atormentan y nos generan los miedos, el miedo a no ser capaz, el miedo a desaparecer.  

Recuerda que igual que piensas, sientes y disfruta de cada momento porque la vida es eso, momentos.  

Momentos.

- Mamá. - Dice el pequeña Valeria pellizcándome en la mano sacándome de mis pensamientos y devolviéndome a la vida real. - ¿Así fue como conociste a papá? ¿De verdad te lo encontraste en un aeropuerto? ¿Cómo pudiste equivocarte de móvil? Bueno, todos sabemos que eres muy despistada y torpe cuando te pones nerviosa. - Dijo riendo un poco.

Por que sí, ahí fue donde te encontré, en El Aeropuerto Internacional de El Salvador, que tiene un nombre largo donde los haya, pero ahí estabas tú, con toda tu ropa negra, tu mirada café, tu bandana puesta, como siempre, y tu sonrisa, que hacía temblar hasta mis piernas cada vez que te miraba, porque era la sonrisa más bonita que había visto en mi vida, y la más bonita que jamás veré.

- Supongo que el amor es así hermanita, nunca te enamores, o te volverás tonta. - Contestó el mayor sacando la lengua hacia la pequeña, a lo que esta le contestó con otra mueca.

Habían salido a su padre en eso de las muecas, a los tres les encantaba hacer el tonto poniendo muecas, sacar la lengua o ponerse bizcos. 

- En realidad, fue muy bonito por parte de papá perder el avión para acompañarte y no dejarte sola allí. - Dijo el pequeño Joel. 

- Claro, fue todo un caballero. - Les dije riendo a mis pequeños.

- Porque cuando un hombre ama a una mujer... - Apareció Joel por la puerta del salón. - Lo sabe desde el momento en que la ve. - Concluyó sentándose junto a Valeria en el sofá y sonriendo de esa manera en la que podía iluminar hasta los días más oscuros, de esa manera en la que únicamente solo él puede hacerlo y de la que todavía, a pesar de los años, sigo enamorada.

¡HUULAA!

¡YYY aquí está el capítulo final de esta historia! Seguro que nadie se esperaba esto y ahora me mataréis por este final, (espero que no, lol) :v

En este capítulo hago referencia a un cantante español que se llama Melendi, (en letra cursiva) no tiene nada que ver con CNCO, pero yo os lo recomiendo si no le conocíais porque a mi me encanta. :3

No os preocupéis porque seguramente habrá segunda parte, aunque aún tengo algunas dudas. Podéis dejarme ideas para la segunda temporada. Será parecida a esta, así que si tenéis alguna idea para explicar la historia en plan, cómo fue su primer beso o no sé, lo que se os ocurra que queráis leer. Yo os leo y agradezco vuestras aportaciones <3 (Que bien me explico... Que se note la ironía)

Tampoco se si continuar la novela en esta historia o crear otra, ya me lo pensaré, en todo caso de crear otra os pondré un aviso, ¿vosotrxs que preferís? :3

Una vez más, y por última, muchísimas gracias por leer y apoyar esta historia, no sabéis lo feliz que me hace que me leáis, votéis y comentéis. ¡Sois geniales!

¡Nos leemos, espero que muy pronto! ¡Adiuuus! <3