Quien había acudido a defenderme era el barman que había llamado mi atención al llegar a aquel lugar. De cerca se veía imponente.
Medía casi dos metros - casi 20 centimetros más que mi ex -, su piel era apiñonada, traía el cabello largo pero recogido y sus ojos se veían bastante amenazadores, en especial por una cicatriz en su ceja izquierda que le daba un aspecto aún más feroz, sin olvidar que teía una muy buena constitución física, atlética, ligeramente fornida.
- ¿Y qué piensas hacer al respecto? - preguntó mi ex, era un pobre idiota-
- Lo necesario para que la dejes en paz
En aquel momento los guardias del bar se acercaron y todo comenzó a calmarse
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POLY
ChickLitPoly y Hunter no tenían nada en común, quizá lo único que tenían en común era que se encontraron en el momento en que más se necesitaban. Así inician las grandes historias, estando en el lugar e instante preciso, encontrando eso que ni siquiera bus...