- ¿Te pido un taxi? - ofrecí con amabilidad sin dejar de mirar sus ojos que eran hermosos -
Ella permaneció en silencio un momento, bajó la mirada con cierto pesar y tras adoptar una actitud más ruda, habló
- No tengo a dónde ir – admitió -
Estaba sorprendido, jamás había imaginado escucharle decir eso. Su imagen no era la de alguien que no tuviera a dónde ir.
Un par de preguntas invadieron mi mente de inmediato: ¿quién rayos era esa chica? y ¿por qué estaba ahí, en esa situación?
ESTÁS LEYENDO
POLY
ChickLitPoly y Hunter no tenían nada en común, quizá lo único que tenían en común era que se encontraron en el momento en que más se necesitaban. Así inician las grandes historias, estando en el lugar e instante preciso, encontrando eso que ni siquiera bus...