34.- (Hunter)

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Era extraño estar ahí, me sentía incómodo después de que intentó besarme. Ya no tenía mucha hambre, pero necesitaba comer algo y seguramente ella también.

- Ven, cenemos tranquilos

- No gracias

- No seas orgullosa, conmigo no son necesarias esas máscaras

Me observó durante unos segundos con los ojos entrecerrados, le mantuve la mirada y finalmente cedió. Pero, cenamos en silencio.

Arreglé mi cama con sábanas limpias y mis cosas las mudé a la habitación de mi hermana, seguro de que así sería mejor.

No cualquiera entraba a mi habitación, era un lugar tan mío, pero no desconfiaba de ella. Todo aquello era... intrigante. Ella, Poly, era intrigante.

- Puedes quedarte aquí y para lo que necesites estaré a lado.

- ¿Y las reglas?

- Mañana hablaremos de eso – froté mi cara con las manos – estoy agotado

- No eres mi padre

- Evidentemente no y tampoco tengo edad para serlo – dije con sorna -

Nadie dijo nada más. Parecía agradecida. Tomó sus cosas y entró a mi habitación. Yo hice lo propio. 

POLYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora