Llegamos a la parte trasera del bar, había un espacio grande, la mitad era bodega y la otra mitad estaba acondicionada con baños, asientos cómodos y casilleros; de seguro todo aquello era el área para empleados. Al fondo se veía una puerta con un letrero que decía "Oficina", enseguida otra que decía "Cocina" y junto a la bodega había otra puerta que daba al bar con un letrero que decía "Barra".
- Me llamo Hunter, ¿y tú? - me gustó su nombre, pero no le dije nada al respecto, lo miré fijamente, esbocé una media sonrisa antes de hablar y tomar la mano que había extendido al presentarse -
- Soy Poly
- ¿Poly? - preguntó levantando ligeramente una ceja con incredulidad -
- Sí – respondí imitando su gesto, ante lo cual meneó la cabeza y sonrió -
- Debo volver a mi puesto, me tome más tiempo libre del que debía, por favor quédate aquí. Puedes tomar lo que desees del frigobar que está ahí - señaló con un dedo - o recostarte en el sofá, pero no salgas – hizo una seña – en cuanto pueda buscaré dónde pases la noche
- Gracias
Nos sostuvimos la mirada durante unos segundos, después asintió, liberó aire para calmarse y se fue por la puerta que decía "barra".
Se escuchaba muy poco del ruido del bar, suspiré con cierto alivio y miré a mi alrededor antes de decidir qué más hacer.
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POLY
ChickLitPoly y Hunter no tenían nada en común, quizá lo único que tenían en común era que se encontraron en el momento en que más se necesitaban. Así inician las grandes historias, estando en el lugar e instante preciso, encontrando eso que ni siquiera bus...
