4. Contraste

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Dos meses. Nadie me dijo que alguien podría lograr hacerme sonreír. Nadie me enseño que existen personas buenas y que quieren ser mis amigos. Nadie, nadie hablo, y nadie fue capaz de decirlo. Pero fue mejor descubrirlo por mi sola.

Dos meses conviviendo con Alex y Lu me han sido suficientes para hacerme su amiga. Convivo más con nuestros compañeros del club y han logrado hacerme reír y disfrutar lo que vivo con ellos. ¿Cómo ha sucedido? No tengo mucha idea. No se porqué. Pero estoy segura que algo de mi ha vuelto a sentir. No a vivir. Pero he aprendido a disfrutar aunque sea un poco y ellos me hacen feliz.

Suspiro con JJ en mis piernas. Lo abrazo. Esa palabra que nunca pensé que me describiera. Ahora lose, estoy cerca de ser totalmente feliz. He hecho amistades. Es el primer paso.

El celular suena. Fijo mi mirada en la pantalla sin acercarme a tomarlo, como si no me importara.

Alex

Estiro el brazo liberando a JJ y lo sostengo. Deslizo mi dedo por la pantalla para contestar. Algo cálido se instala en mi pecho.

Hola Esperanza.

Mi corazón se acelera. Alto ahí caballo, pienso.

—Hola Alex —contesto sonriendo.

Es agradable poder escuchar su voz, es agradable poder saber que aun sigue vivo. Modo bambi activado. He decidido llamarle así al estado de torpeza en el que me encuentro cuando estoy cerca o hablando con Alex. Eso me provoca, actuar como bambi.

—¿Cómo estas? —pregunta.

—Muy bien —ahora que te escucho—¿Y tú? 

Bendecido —siento su sonrisa a través del celular.

Sonrío. —Que bueno.

Queria preguntarte si querías ir conmigo a una reunión que va a haber, es una semana de la juventud, pero es en la iglesia. —asiento a la nada y me siento tonta. Justo cuando abro la boca, Alex continua. —Tambien planeo invitar a Lu.

Sonrio, después recuerdo mi trabajo.

—Pero trabajo… ¿Cuando va a ser? —pregunto. Es octubre, fechas agradables antes de que entre el frío.

Esta semana que viene. El ultimo día es el sábado. ¿Si puedes? Lu me dijo que si, solo faltarías tu. No te arrepentirás.

—Esta bien, si. El sábado si puedo —le sonrío a la cara de JJ.

Los ojos de mi mascota me sonríen.

¿Paso por ti entonces? —pregunta.

Se sentiría como una cita. Pero no creo que en la cita entren las palabras “Tambien” “Lu” y “Vendra”. Mi estómago se revuelve al pensar en eso.

¿Esperanza? —su voz vuelve a sonar a través de la bocina.

Parpadeo y muevo la cabeza en asentimiento. Me siento torpe.

—Si, ¿A que hora es? —cuestiono. Su risa se escucha. Me da la impresión de que es una risa nerviosa. —¿Estas bien, Alex?

Casi le puedo ver sonreír cuando contesta.

Si, si, a las 7, ¿Paso por ti a las 6:30? Ire por Lu antes.

Suspiro. Me arrepiento de inmediato, la sensación de ser delatada por el suspiro lo provoca.—Esta bien, estaré esperando afuera de los departamentos. —respondo.

Siento que sonríe cuando contesta.

Ok, Dios te bendiga. Nos vemos mañana en la prepa—se despide Alex.

Una luz para EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora