Me dispuse a caminar y avanzar en mi gran travesía, anduve durante horas hasta llegar a un gran claro, una pradera enorme con flores y vida por doquier, supuse que el monstruo había pasado por aquí pero, precisamente un rugido me sacó de mis pensamientos. Desenvaine mi espada y me coloque a la defensiva, seguidamente, el bosque por el que había pasado hacia unos momentos empezó a agitarse, el aire desprendía un olor fuerte, un olor a azufre, dolor, muerte. Entonces entendí que era la ultima prueba, o tal vez no. Empezó a temblar todo el suelo, cada vez mas fuerte a medida que se acercaba la bestia. Cada vez, el suelo temblaba más y más fuerte, a cada paso, el olor se hacía más intenso y más potente hasta el punto de tener que taparme la nariz para intentar no oler.
El temblor cesó. El olor, ese horrible olor se hizo más nauseabundo. A pocos metros, tenia a la bestia, no sabía por donde saldría ni por donde atacará. Seguí en mi posición defensiva hasta que, por fin, la bestia rugio y salió de su escondite de ramas y maleza.
Cuando apareció, pude ver su gran tamaño, musculado, cuernos enormes y alas con una garra para sujetar a su presa. Parecía un dragón pero era algo más que eso, parecía una manticora. Observaba desde abajo con la espada desenvainada esperando un ataque pero, eso no ocurrió; estuvo parado, delante de mi sin moverse y mirándome.
Seguí a la defensiva hasta que, sin darme cuenta...
- ¿Eres tu, el causante de los destrozos y muertes de los jefes del bosque?
Habló, me quedé sin palabras, lo miraba con furia y miedo. No pude articular palabra hasta que volvió a preguntar, esta vez algo diferente.
- ¿Estas listo para la última prueba? Solo pasaras si aciertas el acertijo. - Le volví a mirar, esta vez guarde mi espada y volví a una postura más natural.
Me mantuve a cierta distancia para mantenerme seguro y lejos de sus afiladas garra y sus colmillos brillantes que parecían sierras recién afiladas. Otra vez, volví a mirarle a sus ojos amarillos con pupilas grandes como un agujero sin fondo, está vez abrió su boca y volvió a hablar.
- ¿Cuál es el animal que de pequeño camina a cuatro patas, a mediana edad sobre dos y en su vejez a tres patas? Responde mal y morirás, responde bien y vivirás. - con su voz profunda habló.
Empecé a dudar de que se trataba, que tipo de animal sería capaz de hacer tener esas fases, hasta que, sin previo aviso recordé ese mismo acertijo hacía unos meses atrás, entonces respondí con certeza y seguridad.
- El animal que hace eso es el ser humano. - respondí con firmeza y sin dejar de mirar a sus ojos profundos y llenos de ira por mi respuesta. Segundos después, el enorme animal lanzó un rugido muy fuerte, retrocedí unos metros para estar más seguro, desenvaine la espada de nuevo y me coloqué para defenderme del ataque.

ESTÁS LEYENDO
Polos Opuestos
FantasíaAquí, ahora, en esta historia podréis ver como un chico muy joven se convierte en un defensor muy poderoso, a raíz de que sus padres se alejen de el este se hizo fuerte derrotando a muchos enemigos, en su camino encontrará amor, desamor, capturas y...