Agonías de un adolescente

Epílogo

Hola, soy yo. Russell Adams, el mismo chico que han estado leyendo. Mi intención con este diario es que las personas sepan que no están solos, que allá afuera hay personas que han pasado por lo mismo que tú.

Todos sentimos el dolor de una manera diferente, y quizá deseas que todo por lo que has pasado nunca hubiera sucedido. Pero déjame decirte algo.

Lo malo y lo triste en tu vida son las cosas que te hacen ser quien eres, son las que te hacen ser valiente. Porque contrario a lo que pienses, no todos son capaces de pasar por situaciones así. Si te duele, demuéstralo, hazle saber al mundo que tienes sentimientos y luego déjalos con la boca abierta cuando vean que a pesar de todo tú sigues ahí.

No dejes que nadie te quite méritos, ni siquiera tú. Tu sufrimiento es tu batalla, quizá ganada, quizá perdida,  pero es tuya y tuviste el valor de hacerle frente. Ámate con todo y tu historia, con todo y tu pasado, también atesora tu presente, pues estos te ayudarán a definir tu futuro. Mereces ser feliz y eso es algo que sólo tú puedes lograr, así la vida sea injusta, así sea una mierda, tú no lo eres y nunca lo serás.

Al final yo también tengo algo para contar, llamémosla agonía. Mi agonía es el cáncer, el cual ha estado acabando conmigo por los últimos cinco años. Hoy ha llegado mi hora, puedo sentirlo en cada parte de mi cuerpo. Me despido de todos ustedes. Espero que puedan apreciar el hecho de que a pesar de tener mis propios problemas pude darme el tiempo para escuchar a los demás. A veces lo único que necesitamos es que nos escuchen.

Por favor, que la gente haya abierto los ojos.
Ojalá esto haya servido de algo.

Me despido por primera y última vez:

Con dolor y amor, Russell Adams.

.....

Me quedo en silencio con el libro entre mis manos. Leo las últimas palabras otra vez.

"Basado en la vida y en el diario de Russell Adams."

No puedo creerlo. Yo, una chica de 17 años que no quería venir a la biblioteca, acabo de terminar uno de los libros que aquí pertenecen. Me levanto del rincón en el que estaba sentada y dejo el libro en el lugar en el que lo encontré.

Con una gran admiración hacia Russell Adams, salgo de la biblioteca prometiéndome a mí misma que en algún momento regresaré a comprar el libro. Las agonías de un adolescente son las razones por las que la humanidad debería cambiar.

FIN

Hola de nuevo.

Me pareció que así era como debía acabar ésta historia, desde un principio aclare que esto no estaría lleno de felicidad y espero que hayan apreciado ésta historia casi tanto como yo.

Nos leemos pronto. ♥
Ximena LA.