Agonía #5
AlcoholismoToco mi nariz procurando no lastimarme, acaban de cerrarme la puerta en la cara. Sólo pude decir unas cuantas palabras y esa señora ya tenía el gran trozo de madera en mi rostro. Camino en dirección contraria rezando porque la siguiente persona que me reciba en su casa por lo menos me advierta que no me dejará entrar. Cuando eso no sucede me pongo un poco más cómodo y escucho el relato que sale de los labios del chico:
" entré a casa por la puerta de atrás, algo temeroso de hacer ruido. Hacía esto todos los días, sin embargo siempre sentía miedo de ser descubierto. Si él se daba cuenta de la forma en la que entraba el resultado sería mucho peor de lo que era al hacerlo por enfrente. Y por supuesto que eso no era lo que yo quería.
Cuando al fin estuve dentro, me relajé un poco. Nunca podría estar completamente tranquilo en éste lugar. Él era agresivo y con el tiempo había aprendido a temerle.
Caminé hasta mi habitación escuchando como mi estómago producía sonidos que indicaban lo hambriento que estaba, pero no me atreví a ir a la cocina, de todas maneras no era la primera vez que dormiría sin comer. Aún con hambre logré quedarme dormido después de unos minutos.
....
Un dolor en el costado me sacó de mi estado de sueño, se me dificultó respirar pues todo el oxígeno salía de mi sistema y no volvía a entrar.
Abrí mis ojos, el sueño que tenía segundo atrás al despertar se había esfumado.«¿Dónde estoy? ¿Qué sucede?»
Esas preguntas tuvieron repuesta cuando el siguiente golpe aterrizó en mi mejilla izquierda.
Sucedía de nuevo. No importaba cuanto me esforzaba por evitarlo, siempre volvía a suceder, estaba tan cansado. Mi cuerpo ya no lo soportaba.Hace un tiempo intenté defenderme, sólo conseguí un ojo punzante e inchado. No quería más de eso, por lo que me resigné - igual que otras veces - a rodearme con los brazos y cubrirme la cara para que los golpes que vendrían a continuación no resultaran tan graves.
Antes de que esto ocurriera, en aquel momento en que mi vida era normal, creía en la frase " Los hombres no lloran " pero ahora estaba consciente de que llorar no te hace menos hombre sino más humano. Sí, estaba llorando y no podía avergonzarme cuando lo único que llenaba mi mente y cuerpo era el dolor.
El alcohol provoca muchas cosas en tu sistema y una de las que esa persona que se hace llamar mi padre presenta es la furia, enojo, cólera, llámese como sea. Por eso se encontraba golpeándome como muchas veces lo había hecho mientras gritaba lo mucho que me odiaba y lo mucho que odiaba haber dejado caer su cerveza.
Cuando terminó su sesión de patadas y puñetazos comenzó a desabrocharse el cinturón.
« No, con el cinturón no » había pensado.
Como si se le hubiera ocurrido lo mismo soltó el primer latigazo el cual quedo marcado en mi espalda, esto no solía ocurrir muy seguido pero los días malos nunca faltaban.
Después de haber dejado más marcas esparcidas por mi cuerpo comenzó a bajarse el pantalón junto al bóxer. Me asusté, ya no sabía de lo que era capaz.
Afortunadamente el sólo me orino encima, prefería tener pipí de mi progenitor antes que él hubiese sido tan cínico como para abusar de mí. Lo sé, suena asqueroso, pero es la verdad. No confiaba en él y siempre había creído que en algún momento llegaría a esos extremos.No escuchaba los sonidos que brotaban de mi boca pero no sabía si se debía a que los ignoraba o a que no estaba produciéndolos.
Él salió de mi habitación después de subirse el pantalón, había acabado conmigo y su próxima víctima sería mi madre, siempre me interponía y con una segunda ronda de golpes lograba que dejará a mi mamá en paz.
Ésta vez no sería así ya que mi mente gritaba que me levantase pero mi cuerpo no respondía. Seguí llorando mientras escuchaba los golpes que proporcionaba ese hombre a su víctima actual y en respuesta a estos los gritos de la que él abusaba, sin poder hacer nada.
De pronto los gritos de ella cesaron y mi mente dejó de funcionar."- Supongo que tú y tu madre lograron escapar.
- La mató. - responde secamente.- luego cayó en un coma alcohólico y yo huí, él murió ayer y aunque suene horrible eso para mí es un alivio.
- Siento lo de tu madre.
- Yo igual. - asiente. Me alejo luego de decir " Un placer conocerte y escuchar tu experiencia. "
Se despide y cierra la puerta, me dirijo a casa con una nariz punzante y pensamientos
sobre los efectos del alcohol.Yo sufro ésta agonía con quienes ya lo han hecho. Con quienes ya han sufrido.
Por favor, que la gente abra los ojos.
Ojalá esto sirva de algo.Con dolor, Russell Adams.
Hola de nuevo.
He aquí otro capítulo, espero que lo hayan disfrutado. Creo que quedó más largo que los anteriores. Un saludo hasta cualquier parte del mundo en la que se encuentren, agradezco el apoyo que he estado recibiendo.
Nos leemos pronto.
Ximena LA.
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Agonías de un adolescente
Historia CortaRussell Adams es un chico con problemas personales que el no considera fuera de lo común comparado con los de otros. Él es un chico que está dispuesto a escuchar y le preocupa el hecho de que los demás parecen sólo querer hablar. Su filosofía de v...