Capítulo Dos

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*Se recomienda leer con la canción en multimedia*

Agonía #2
Suicidio

Recorro las calles por la acera hasta llegar a mi destino.Toco el timbre y aguardo pacientemente, no mucho tiempo después la puerta es abierta por una mujer pálida y un poco desnutrida con ojeras bajo sus ojos que la hacen lucir agotada y más muerta que viva. Al igual que la vez pasada explico mi propósito y la razón por la que me encuentro aquí. Ella me permite entrar a su casa y comienza:

"Terminé de preparar el desayuno y parándome en el primer escalón grité:

- ¡Hija! ¡Cariño baja a comer!

Regresé a la cocina y escuché los pasos de Alexa bajar por las escaleras. Al quedar en mi campo de visión la observé con una ceja alzada dejando en claro la confusión. Estaba consciente de que era una adolescente y que ellas eran las que sabían de moda pero yo no entendía porqué utilizar un suéter de manga larga cuando el calor del verano estaba en su punto más alto.

- ¿Qué? ¿Por qué me ves?

- Olvídalo. Y no me respondas así. - sentí que cuando lo hacía estaba diciéndome indirectamente que no me soportaba. Ser padre es difícil, eso es algo que mi esposo y yo aprendimos con el tiempo.

Ella terminó su desayuno y por costumbre subió a su cuarto azotando la puerta. Mi marido entró a la casa y se acercó a saludarme.

- Estoy preocupada por Alexa, no quiere salir de su cuarto y últimamente es muy grosera conmigo.

- No te preocupes, cariño. Tú ya sabes como son los adolescentes de ahora. Se le va a pasar en algún momento. - me abrazó y besó mi cabeza.

- Tienes razón, sólo estoy siendo paranoica.

Después de que mi esposo fuera a trabajar yo decidí hacer un poco de limpieza en la casa. Cuando estaba trapeando la sala escuché una música muy escandalosa siendo reproducida a todo volumen la cual provenía del piso de arriba. Grité que le bajará pero el sonido era tan estruendoso que dudé que haya escuchado.

Seguí con el aseo de la planta de abajo hasta que no pude más, el molesto ruido estaba apunto de taladrarme la cabeza. Subí pisando fuerte cada peldaño que las escaleras poseían, estaba molesta con mi hija además de fatigada y fastidiada por haber hecho la limpieza. Toqué con fuerza su puerta ya que esta estaba con pestillo.

- ¡Alexa abre la puerta! ¡Alexa! ¡Al menos bájale a la música! - grité enojándome cada vez más.

De pronto la música paró de sonar y agradecí por ello.

- Gracias pero quiero que abras la puerta.

Pasaron unos minutos y ella no me respondía. Comenzaba a preocuparme. Grité su nombre, la llamé y pregunté si se encontraba bien pero no me respondía. Entré a mi cuarto desesperada por encontrar la llave de repuesto que guardé de su habitación, no me importaba si invadía su privacidad.

Al lograr entrar a su recámara la busqué y no había rastro de ella.

«¿Dónde está?» pensé

Me acerqué y abrí su armario ansiando encontrarla, al no conseguirlo me dirigí a su baño.

Jadeé y llevé mis manos a la boca al observar aquella escena. Era ella, era mi niña quien yacía en el suelo rodeada por charcos y charcos de sangre y un pedazo de cristal en su mano. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi pecho se oprimió apretujando mi corazón.

- ¡¡No!! - grité dolorosamente - ¡¡Mi niña no!!

Llamé a una ambulancia y cuando llegaron dijeron que mi bebé estaba muerta. Los corrí a gritos de mi casa. No era cierto. Ella no me haría algo así. No a mí."

Me despido de ella con un abrazo y no le digo que todo estará bien porque no lo sé y porque eso no la hará sentir mejor.

Yo sufro esta agonía con quienes ya lo han hecho. Con quienes ya han sufrido.
Por favor, que la gente abra los ojos.
Ojalá esto sirva de algo.

Con dolor, Russell Adams.

Hola de nuevo.
Gracias por leer.

Regresé solo para aclarar que este capítulo no está tratando de incitar el suicidio, al contrario yo espero que las personas puedan salir de el lugar donde sienten que están y ser felices, la única razón por la que lo escribo es porque sé que hay muchas personas que se identifican con este tipo de pensamientos y a veces no son comprendidas o escuchada, casi siempre son juzgadas. Así que mi intención con este capítulo es que esas personas que en algún momento han tenido pensamientos suicidad sepan que son escuchadas y que son muy valientes también por seguir adelante incluso si no lo sienten así. Edito esto porque al pareces alguien denunció mi historia :( 

Estoy bastante triste la verdad, porque he puesto mucho esfuerzo en escribirla y al fin estaba teniendo unos cuantos votos y lecturas, pero en fin, las cosas pasan por algo. Cuídense chicos, y recuerden que la salud mental es tan importante como la física.

Nos leemos pronto.
Ximena LA.

Agonías de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora