Capítulo 1

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(Narra __) 

No podía mirar las fotos de ese viejo cajón. Eran de cuando aún estaba con él. Había sido el último verano que había visto a Matt, alrededor de unos 5 años atrás. Al mudarme del país, todos nuestros recuerdos invadían mi memoria, y más aún ese 6 de Julio, el día de su cumpleaños número 17. Me dolía saber que crecía, quizá suene algo estúpido, pero cada uno de sus cumpleaños lo pasabamos juntos. El tenerlo cruzando el mar me intranquilizaba y me ponía de peor humor. Quizá ahora estuviese con Carter, o besando otros labios, quién sabe. 

Tirada en la cama de mi habitación, pateé la caja al piso. Mi perro saltó de la alfombra que estaba al lado de mi cama evitando la caja. Sabía que estaba triste y enojada, pero igual quería animarme. Escuché los pasos de mi mamá en la puerta de la cocina; había salido temprano por los mandados. 

Me levanté de la cama con los ánimos de un muerto, prácticamente, y alzé las fotos y las cartas viejas que Matt y yo nos mandábamos. Lo peor, es que no nos despedimos. La noticia de la mudanza fue espontánea, al día siguiente ya estaba con mis maletas esenciales en el aeropuerto y con mi madre a mi lado, subiendo al avión. En realidad, no me despedí de nadie, odio tener que decir adiós. 

Y aquí me ven, cinco años después, triste, sola y amargada. Quizá esté exagerando, pero toda mujer que existe alguna vez en su vida es exagerada. 

Escuchaba a través de la puerta a mi mamá, desempacando la mercadería, hasta que todo quedó en silencio. Me levanté despacio de nuevo y salí hacia la cocina. 

-¿Mamá? ¿estás ahí?- pregunté. No hubo respuesta. 

Abrí la puerta trasera, que conducía al garage. En la entrada, un chico alto con un cabello ondulado que le caía en la frente hablaba con ella. 

-...pues sí, Aaron, tengo una hija y...- oí decirle a mi mamá. Nunca había visto a ese chico Aaron, o como se llame, y si lo he visto, no le presté atención. 

Lo miré atentamente, de pies a cabeza. Tenía una remera que citaba un "OBEY" en mayúsuculas. Ambos reían y hablaban bajo, no los podía oír lo suficiente. De repente, él me miró. Su vista fija en mí hizo que mi mamá volteara. Tuve que presentarme. "Hola, soy ___... Aaron, ah, mucho gusto..." 

Tenía unos ojos atrapantes. Sentía que podría perderme en eso ojos por el resto de mi vida... 

Cuando nos despedimos de él, (quien supuestamente era el nuevo vecino) entramos a la casa de nuevo. 

Empecé a pelar unas papas para el puré y mi mamá trozaba el pollo para el almuerzo. 

-¿Es lindo, no?- dijo ella. 

-¿Quién?- respondí, haciendome la desentendida. 

- Aaron. Me dijo que iría a Siley School, al parecer contigo. - dijo. Tenía una sonrisa picaresca en su rostro. 

-Ah, mira vos. - acoté. No me fascinaba la idea de tenerlo de compañero, pero tampoco podía negar que me gustara. Si volvía a verlo, eso sería la vida para mí...Oh, basta cabeza. Pensamientos absurdos, el nunca se fijaría en mí. 

-Ah, te tengo otra noticia, ¿estás lista? Es una sorpresa. - dijo mi mamá, secándose la manos en un repasador. 

-¿que ocurre?- dije. Tiré las papas dentro de la olla y puse el agua a hervir, mientras tanto. 

-Matt vendrá a visitarnos. 

Oh, Dios... 

The Only Chance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora