Capítulo 12

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(Narra Jack J) 

Me desperté solo, en una habitación mugrienta, llena de muebles y escombros y también algo de basura. Unas ratas correteaban cerca por el borde de la pared, entre las sombras, y de algo parecido a una alcantarilla fluía algo un líquido viscoso y vapor. No tenía idea de donde estaba pero, ¡vaya lugar! 

La cabeza me estallaba, y no podía mantenerme en pie de lo mareado que estaba. Debe ser nauseabundo olor que me rodeaba. 

Me senté sobre un sillón roto a pensar. Lo último que recordaba era el estallido, la bomba,alguien me golpeó en la cabeza y luego con una tela negra me cubrían los ojos. 

Traté de incorporarme, la pierna derecha me ardía. Levanté mis pantalones y vi que la tenía vendada, pero aún así dolía. corrí un poco la venda y vi la quemadura. 

Miró a su alrededor de nuevo. La habitación era una clase de celda, donde debería ir la cuarta pared había una reja como las de las cárceles.

Me acerqué a la reja y miré al pasillo contiguo. Los de la 45 estaban en una mesa jugando cartas y drogándose, podía ver el polvo blanco que aspiraban, la preparación  de este sobre la mesa. No oía su conversación, pero trataba de que no me viesen y mucho menos drogados. 

Me faltaba mi reloj, no tenía mi billetera,nada, solo mi ropa. Ni siquiera sabía si habían pasado horas o semanas desde el estallido.

Después de veinte minutos despierto dando vueltas por la habitación, miré detalladamente las paredes y encontré una compuerta pequeña que se disimulaba con la humedad y el moho de la pared. Los de la 45 empezaron a reírse y a pelear y encontré mi oportunidad para abrirla. 

Del otro lado mi mejor amigo estaba inconsciente en el suelo. 

Veía golpes en la cara y los brazos de Gilinsky, estaba en las peores condiciones. Su camiseta estaba un poco ensangrentada y un poco más lejos veía un charco de sangre ya seca. 

Me horroricé al verlo así hasta el punto del llanto. Lo moví sin hacer ruido, sabía que uno de los drogadictos pasaría ronda en cualquier minuto por las celdas y lo escondí detrás del espaldar de un sillón. No se movía. 

Puse mi dedo índice debajo de su nariz. Aún respiraba. Luego tomé su pulso, y su corazón aún latía. 

Estaba en las peores condiciones. 

Lloré en silencio en un rincón. 

¿Que hice para encontrarme en esta situación? ¿Que hizo Jack para que lo golpearan? ¿Quién nos hizo esto y porqué?

Unos rayos de luz se colaban por una contraventana. Eran muy nítidos, casi imperceptibles, iluminaban la habitación. 

Volví a mi celda, después de acomodar a Gilinsky lo mejor que pude. No podía hacer mucho, sino nos atraparían. 

Esperé a que nos dieran la cena (si es que eso ocurría) o al menos a que uno de los de la 45 entrase a mi celda para ver mi estado, porque debía hacerlo. Sino les importara, ¿por qué estoy aquí entonces? 

Oí pasos, uno de la 45 se acercaba que debería hacer ahora, podría fingir que estaba inconsciente pero ¿y si no funcionaba? ¡¿QUE DEMONIOS HARÍA!?, los pasos se podían oír cada vez más, el pánico comenzaba a inundarme, me obligue a mi mismo a mantener la calma, tendría que fingir que estaba inconsciente y que sea lo que dios quiera. 

Uno de la 45 paso por mi celda golpeándose contra las pareces, creo que estaba borracho, permaneci así unos minutos hasta que ya no escuche más pasos, esta vez tuve suerte, pero no me duraria por mucho tiempo, tendría que comenzar a idear un plan para poder escapar de aquí junto a Gilinsky pronto.

The Only Chance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora