Capítulo 23

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(Narra Shawn)

Los hechos de aquellos meses fueron furtivamente al azar. Ya sabíamos que Johnson había sido encontrado como rehén en la camioneta blanca con una cantidad exorbitante de explosivos que, como nos enteraríamos después de los interrogatorios intensivos en mi ciudad a los de la 45, serían llevados fuera del país y detonados en el centro de París, para así exterminar la ciudad. Habían sido contratados por ciertas personas, para así hacer volar por los aires a otras personas, decía el comisario, y nada podíamos hacer para que nos confiase más información, era todo confidencial, al punto de que ya era un tema de Estado. Problemas políticos.

Ella había desaparecido, buscaba a Gilinsky y lo encontraría le costase lo que le costase.

Tenían a Johnson en cautiverio, no sabíamos que seria de él. Parecía un desaparecido total. No le permitían ni las visitas de su propia madre, la cual reclamaba por su hijo día a día. Lo daban por muerto algunos, manteníamos las esperanzas.

Jack Gilinsky apareció acompañada de ella unos cuatro meses mas tarde de la captura de Johnson. Venían hechos unos lastres humanos, apestaban y no podían estar más lastimados.

Él fue internado en el hospital, y nada de su llegada fue anoticiada a la policía o a las autoridades. Teníamos el miedo de que se lo llevasen también.

Un día apareció el alcalde en la puerta de la casa de los Johnson. Al ser vecinos me pude enterar de la situación. Un gran auto negro había cubierto la entrada, guardias de seguridad a los costados en su pose, y ahí estaba mi ¿amigo?

Jack, ¿que rayos te han hecho?

Más pálido que un agonizante, flaco consumido, y los ojos no le brillaban de la misma forma que siempre, eran vidriosos, inmóviles, como muertos.

Se lo devolvieron como si ya no les sirviera más. El pobre estaba temblando, miraba a su propia familia como si la desconociera, fríamente.

Pasaron unos meses más, el invierno volvía a nosotros. La temporada navideña nos devolvió un poco el calor de lo que solíamos llamar normalidad. Sele era la única que me reconfortaba, éramos novios hacia unos dos años ya...

En cuanto a Matt, dejo de deambular en los bares de tratar de suicidarse, y acepto que su destino no era tener una única oportunidad para recuperar el amor de alguien. Hacia un año había vuelto a Norteamérica y periódicamente nos escribiamos, nos llamábamos y así. Me contó que había conocido a una chica y que realmente la amaba. Que buscaba ser feliz, que ahora iba a la universidad y se había dejado de tomar las cosas tan personales. Dejo las pastillas para dormir, los vicios, todo.

Yo no lo podía creer.

Después de que paso la navidad, todo volvió a ser tranquilidad. Desde la fiesta y la explosión al día de hoy pasaron casi cuatro años y medio.

La mayoría de nosotros entramos a la facultad, teníamos trabajos y demás.

Me mude, empezó la convivencia de pareja. Aaron seguía con ella, la salvadora, decíamos. Se casaron un 21 de diciembre, el solsticio de invierno en nuestro hemisferio. Nevó copiosamente la tarde del casamiento. Todo blanco, una ciudad perlada.

Carpenter la miraba a los ojos como si fuera la primera vez que lo hacia, como si nunca hubiese tomado su mano. Los Jacks en primera fila, con Nate y Sammy, sonreían y contemplaban la escena. Nash, Taylor, Carter e incluso Cameron estaban presentes en ese evento. Hayes estaba de padrino, y Mahogany junto a dos chicas mas formaban el cortejo de madrinas y la dama de honor. Era algo pequeño pero precioso.

Paso un año de aquello. Hoy me llega una invitación, desde Norteamérica. También a los chicos les llego una.

Matt se casaba.

The Only Chance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora