Capitulo 11

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Había pasado debajo de la cama tanto tiempo que tenía la mejilla pegada como si fuese sticker al suelo.

Escuchó la puerta del departamento cerrarse, esperó alguna señal que indicara que el lugar estaba solo y seguro para poder salir cuando después de unos minutos no escuchó nada aparte de su respiración se decidió a salir.

Salió de la habitación tan silenciosa como le fue posible al llegar a la puerta de la entrada se dio cuenta que ésta estaba cerrada con llave por fuera.

No podía salirse por la escalera de emergencia, era de esperarse que allí se encontraran todas las ratas de su tío.

-¡Maldita sea! -susurró al golpear la pared con el puño.

Miró su puño cerrado con intriga. Fuerza. A la fuerza las cosas solían funcionar muy bien.

Tomó un jarrón de encima de una mesa y lo estrello contra la chapa de la puerta. Nada nuevo sucedió aparte del jarrón roto. Tomó un tubo de los que había en la cocina y comenzó a golpear en la parte superior de la chapa. Golpeó incontable veces hasta que la maldecida puerta cedió con todo y chapa destrozada.

Danielle sonrió para sí misma, tal vez se quedaría con ese tubo por un rato más.

Caminó pérdida por algunos pasillos en busca del ascensor hasta que por fin lo encontró. Entró en éste sintiéndose nerviosa por lo que le podía esperar pisos más abajo. Presionó el botón del primer piso, para que la llevara a este.

'In my recovery, I'm a soldier at war, I have broken down walls, in my recovery, I defined, I designed my recovery' James Arthur cantaba en la música de fondo.

Danielle tarareaba una que otra parte de la canción, empezando a relajarse pero todo terminó cuando las puertas del ascensor se abrieron en el piso 2 mostrando en el fondo del pasillo al hombresote, aquél al que ella había clavado las agujas. Tenía la mano vendada y cuando se giró hacia dónde Danielle estaba, ésta pensó que también debía vendarse el rostro porque lucía como un toro enfurecido.

Danielle presionó el botón de cerrar las puertas tantas veces que sintió el dedo índice a punto de quebrarse.

El hombresote venía caminando hacia ella mientras sonreía triunfador.

Mierda

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Créditos a: Jamie Patricia Celi Andrade

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Las quiero

Aliada con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora