Capítulo Tres

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Narra Muto-Kun

Sus manos estaban en mi cintura sosteniendo mi cuerpo cerca del suyo, de su calor abrasador la sensación era desgarradoramente placentera, mi rostro está enterrado entre la unión de su cuello y su hombro dónde un delicioso aroma a roble y tierra mojada se concentraba de Sennen-San, mi boca de hace agua de tan sólo olerlo.

Mi mente no abandonaba mi cuerpo del todo, todavía había una parte razonal que me gritaba lo mal que esto estaba

-¡Mhmm Yugi!- su voz cerca de mi oído un ronco gemido salió de su boca.

A pesar de que nuestras caricias eran por encima de la ropa era como si la misma fuera inexistente, descaradas y deseosas. Su boca tenía un adictivo sabor que casi era imposible separarme de èl. De un segundo me vi en paños menores sólo una prenda cubría mi desnudez total.

-Estas excitado amor, necesitas atención bebe ¿Dejarías que este calor de Luna la pase contigo?- Sennen-San me miro y en sus ojos había un brillo inexplicable. Escalofríos se envían por todo mi cuerpo creando sensaciones desconocidas para mi.

Me sorprende lo que alguien puede causar con sólo unos roces de piel contra piel, aunque realmente no sabía a lo que hablaba con calor de Luna. La cordura regresó a mi de golpe, me detuve al ver la locura que estaba apunto de hacer levemente lo empuje para que la parte de mi cuerpo que estaba apresada entre el suyo y la cama técnicamente salí disparado hacía el baño cerrando la puerta con seguro sin si quiera quedarme a ver las reacciones de Sennen-San.

(...)

Narra Sennen

Fue más rápido que yo no me dio tiempo a reaccionar, todo mi autocontrol se consumía lentamente, y en cualquier momento no sería yo quien arremetiera contra la puerta que se interpone entre mi pareja y yo.

- Yugi será mejor que salgas voluntariamente bebe, no quiero tirar la puerta.- vocifere desesperadamente, cada segundo que transcurre siento el olor de èl más intenso y embriagante nubla mis sentidos. Se que Yugi esta sufriendo los efectos del calor, estará débil y deseoso.

- N...No se que le pasa...a mi cuerpo... siento mucho calor. - su respiración se hacía pausada y cortante.

- Bebe no me tortures te necesito amor, por favor.- El pomo de la puerta hizo eco en mis oídos la duda en mi hikari de abrir o mantenerse seguro detrás de la puerta.

- ¿P..porque me siento con la necesidad de Sennen-San?- susurro, pero alcance a escucharle, los efectos de la Luna comienzan a ser efectos en èl, en cuestión de tiempo sería mío .

- Yugi amor por favor bebe abre la puerta.- y también hace estragos en mi, me está enloqueciendo el no tenerlo cerca.

Ahora se lo que un Alfa sufre al estar lejos por tiempo considerado de su destinado. La puerta rechino por la lentitud con que es abierta, en su totalidad puedo ver a mi precioso amor temblando con las mejillas sonrojadas y pequeñas lágrimas retenidas en sus hermosos ojos amatista. Que imágen más erótica y sensual me daba mi pequeño amor.

¿Dónde quedó aquel hombre racional?
Aquel Alfa que no se inmutaba con simples palabras, o comentarios fuera de lugar, él que pensaba con la cabeza fría, de manera meticulosa todas sus opciones antes de tomar una decisión de la naturaleza e importancia que fuera. Todo se fue a la basura en cuanto crucé mirada con Yugi, la sensación de sentirme completo fue indescriptible, por fin me sentía completo.
No puedo reprimir el animal que llevo dentro cada que lo tengo cerca, no evitó sacar a libertad el instinto asesino si hay algún varón o chica cerca suyo, con segundas intenciones por supuesto, es difícil de comprender que todo de él me pertenece.

SOLAMENTE MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora