[4] Wants To Rule The World |Teen Wolf

12. Mereces vivir

Cuando abrí los ojos, estaba realmente asustada.

Pero solté una respiración temblorosa cuando vi a Lydia a un lado mío; ambas estábamos acostadas en su cama.

-Lydia- suspiré de alivio.- ¿Recuerdas algo de lo de Tanya...?

Fruncí el ceño cuando noté que ella realmente no estaba escuchándome.

Estaba boca arriba, sus manos sobre su estómago mientras veía hacia el techo.

-¿Lyd?- titubee, mientras tocaba su brazo, pero no la sentí, ni ella a mi.

Mi corazón se lleno de impotencia y desesperación, y pronto ella empezó a llorar sin hacer ruido alguno.

-No, no llores- intenté decirle, pero era imposible, no me escuchaba.- Lydia, basta, ¿que está pasando?

Ella dio media vuelta, dándome la espalda mientras se hacia un ovillo y seguía llorando; el dolor que sentía me estaba matando.

Me sujete el estómago con fuerza cuando de pronto la imagen y la estancia cambió radicalmente.

Estaba a un lado de Lydia, mientras que ella camina a paso lento por la escuela; vestía un vestido de colores verde y una trenza linda, que no iban para nada a juego con su mirada perdida.

-Lo siento mucho, Lydia- se disculpa la gente una y otra vez, pero mi hermana avanzaba como si ninguno de ellos le interesara. De hecho, parecía como si nada le interesara.

Llego hasta mi casillero, y pude sentir todo el dolor subir hasta su corazón, al punto que dolía físicamente.

Hablaba adornado mi casillero a modo de un altar; había muchas cartas, post-ir y una infinidad de flores. En el centro de todo aquello, estaba una foto mía. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, y lucia el traje de gatubela que mamá y Lydia me habían comprado para mi primer Halloween de nuevo con ellas.

Lydia se quedo estática mientras lo veía, y después desapareció en una sala.

Quise seguirla, pero no pude. Estaba inmersa en el dolor que me provocaba ver esto, porque demonios, no era un juego. Yo había muerto. Yo estaba muerta.

Voltee repentibamte cuando Lydia salió de la habitación, tenía una expresión decidida y un bate en las manos.

-¿Lyd, qué haces?-le pregunte, pero obviamente ella no me escuchó.

Algunos estudiantes le dieron una mirada, extrañados, pero nadie dijo nada hasta que ella empezó a golpear con el bate al altar que residía en mi casillero.

Me alejé de ella, con lágrimas en los ojos.

-¡Lydia!,¿que haces?- preguntaban todos, mientras veían asombrados como destruía lo que ellos con tanto esmero habían hecho par su hermanita muerta.

-¡Ninguno de ustedes la conocía!-les grito ella, tenía una mirada furiosa, mientras apuntaba a todos con el bate, el altar destrozado detrás suyo.-Ella era el ser humano más perfecto de la Tierra, ella era un ser lleno de vida...- sus ojos se aguaron, mientras dejaba caer el bate, esté haciendo un sonido sordo.- y ella no está. Está muerta- susurró, mientras cerraba sus ojos, y pude saborear el dolor sangrante que sufría justo ahora.- mi hermana está muerta.

De nueva cuenta, sujete mi estómago con fuerza cuando la imagen cambio, y me quise dar de golpes al apenas reconocer el hechizo; Sophie lo había utilizado a modo de tortura miles de veces, usando la sangre de las personas que me obligó a matar para que viera toda su vida y que sintieron cuando los asesine.