☹ we will n̶e̶v̶e̶r̶ meet again ☹ || נαℓεx

第十二 个月 || final

debería estar estudiando o haciendo todos esos deberes que tengo pendientes para MAÑANA pero aquí estoy con el final que no sé si me ha matado más a mí de lo que os matará a vosotres (en fin, ya os debía update so)

pos eso, aquí está el final

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Había sido un día muy largo. Los exámenes parciales estaban cerca, igual que los exámenes de práctica para los exámenes de acceso a la universidad, lo que significaba que los profesores impartían el temario que llevaban retrasado a última hora, a toda prisa, y con la palabra «SAT» metida en cada tres frases. También significaba tener que estudiarte varios temas en pocos días y, aunque tenía bastante claro que no quería ir a la universidad, tenía que mantener unas notas decentes si quería graduarme.

Pese a todo y aunque las clases estaban siendo pesadas, mi relación con Rian y Zack poco a poco había vuelto a la normalidad. Era un gran alivio habernos desecho del ambiente tenso que solo era silenciado e ignorado por el bien de NeverReck. En cuanto a las chicas, supongo que la relación también había ido mejorando, porque ese día decidimos volver a comer todos juntos en la cafetería.

Además, era viernes, lo que significaba un merecido descanso de dos días y más tiempo para estar con Jack, con quien, por cierto, tenía una cita esa noche.

Sonreí para mí mismo pensando en ello, mientras acababa de meter mis cosas en mi mochila, sin poder evitar las mariposas en mi estómago al pensar en ese tonto. Rian, a mi lado, se rio y me dio un codazo amistoso en las costillas, riéndose junto a Zack.

"Un día de estos, y ahora que las cosas están bien con todos, deberíamos hacer una cita doble." Comentó, para luego mirar a Zack. "Y tú, enorme dinosaurio, deberías buscarte a alguien para que podamos hacer una cita triple."

"Cuádruple, no te olvides de mi pobre mejor amiga." Comentó la novia de Rian desde la puerta, sonriendo.

La clase estaba vacía ya, nos habíamos quedado de los últimos recogiendo nuestras cosas, y Lisa y Cassadee vinieron a buscarnos para ir al ensayo de la banda juntos.

...

El ensayo fue como siempre, con nosotros creyéndonos estrellas del rock, soltando malas palabras que hacían que la madre de Rian apagase y encendiese las luces del garaje repetidas veces como advertencia si nos oía, y las chicas animándonos como buenas fans dedicadas.

Cuando acabamos la última canción, todos nos arrojamos en los sofás de la sala, cansados. Rian y Cassadee no tardaron demasiado en estar uno encima del otro, besándose, mientras los demás les tirábamos cojines y todo lo que estuviese a nuestro alcance fingiendo estar asqueados.

Miré la hora en mi móvil y, viendo que se acercaba la hora de la cita, me levanté, cogiendo mis cosas, siendo ahora yo el que recibía las burlas de mis amigos. Una vez me despedí de todos, salí del garaje, esquivando un último cojín que se estampó contra la pared al lado de la puerta de las escaleras que llevaban a la planta de arriba y a la salida.

El frío de noviembre me recibió tan pronto como salí de la casa de Rian y me puse la capucha de la sudadera, tratando de abrigarme un poco.

Había quedado en el parque delante de casa con Jack, así que, aunque me había entretenido un poco con mis amigos, con suerte llegaría a tiempo.

No obstante, a medio camino, mi novio me sorprendió esperándome apoyado en la pared al lado del supermercado de siempre. Me lo quedé mirando durante unos instantes, observando cada una de sus facciones. Su mirada era triste mientras observaba los coches pasar por delante de él, como si nada le importase, como si simplemente estuviese viendo pasar su vida por delante de él, sin hacer ningún ruido, sin moverse, sin prestarle atención. Y, por algún motivo, sentí un nudo en mi estómago, sentí que algo no iba bien, algo iba completamente mal y sentía que era aquello que llevaba semanas tratando de recordar, aquello que Jack me dijo cuando yo estaba completamente borracho.