Te llevo en mis letras. [PAUSADA]

"Evita que se vaya"

Mi cabeza duele, y mi nariz me arde, los rayos del sol entran por la ventana, por lo que abro los ojos y cuando mi vista se adapta a la luz me siento de golpe, no conozco esta recamara, no sé dónde estoy, ¿Dónde está Jennifer?, ¿Dónde estoy yo?, ni siquiera traigo la ropa que utilice anoche, en cambio traigo holgada, no sé quién es, lo cual me preocupa, la recamara es oscura, tonos grises en las paredes y los muebles son de un gris oscuro, sin embargo, a pesar de que no conozco la recamara, el olor que posee si lo conozco, olfateo la blusa, respiro hondo y logro reconocer el perfume que está impregnado en todos lados, esto huele a Alex, sin duda alguna, y preferiría que así fuera que estar en la casa de algún desconocido.

Me pongo de pie sobre una alfombra de peluche color negra, mi ropa y mis zapatos no están aquí, y es cuando mi mente razona, Alex me cambio la ropa anoche, miro el reloj de la mesita de noche, son las 12 de la tarde, con la vista continúo explorando el cuarto y después de un rato mi vista queda fija en una cajita que está metida en el closet, esta cajita hubiera pasado desapercibida de no ser porque es negra y está en la parte alta del closet el cual es negro por lo que hace un contraste perfecto, voy hacia la puerta y le pongo seguro, la curiosidad es algo que me define, por lo tanto voy hacia esa cajita, tengo que treparme en el closet para poder alcanzarla mientras me estiro rezo por que no se me venga encima, pero la consigo después de unos segundo de esfuerzo, me voy hacia la cama y al abrir la cajita negra, dentro hay un cuaderno del mismo color, solo que este es de cuero y en letras doradas y cursiva tiene escrito en la portada "Alex Vause", frunzo el ceño, que raro que Alex tenga algo así, pero por un momento pienso que es su diario y pienso seriamente en leerlo o no, solo la primera página y es todo, esa es mi conclusión final, abro lentamente el cuaderno y en la primera hoja está escrito.

"Puedo ver la curva de tu sonrisa, en otras curvas de tu cuerpo, y me encantan... me encantas"

Sonreí, entonces deduje que esto no era un diario, es un cuaderno de poemas o cosas que a Alex se le vengan a la mente, doy vuelta a la siguiente página.

"Hoy como todos los días, deseo tanto volver a abrazarte, tocar las hebras de tu rubio cabello, besar tu frente, tus párpados, tu barbilla perfecta, tus labios y esas mejillas de angulosas proporciones. Verme reflejada en tus pupilas y mirar aquella sonrisa que me hace volar a las estrellas."

"Y entonces comprendí cuando te vi, eres aquella mujer de la que los grandes dioses hablaban, aquella que viene crear tormenta donde antes era calma, aquella que viene a iluminar donde hay oscuridad, aquella que viene a poner fuego donde antes era lluvia y es exactamente lo que hiciste conmigo, viniste a crear una tormenta en mi cama cuando entes estaba vacía y en calma, viniste a iluminar con tu sonrisa mi vida que antes era triste y oscura, el problema fue que con tu fuego fuimos grandes incendios en las madrugadas, en mi cama, en la tuya, en la cocina, en el baño, fuimos fuego y al irte solo me dejaste en cenizas."

Estas dos frases o micro poema, me dejaron totalmente desarmada, no esperaba leer algo así, o mejor dicho no esperaba que Alex fuera capaz de escribir algo así, aquella mujer fuerte y dura, deja su lado sensible y tierno plasmado en este cuaderno, como lo dije anteriormente, nunca terminas de conocer a las personas y esta parte de Alex ni siquiera imaginaba que existiera.

Cierro el cuaderno, lo acomodo en la caja y la subo al closet, doy un gran respiro y salgo de la habitación, todo es silencioso, es como si estuviera sola y mientras encuentro mi camino hacia la sala, logro oler lo que parece ser carne mientras es freída y escucho dos voces, una de Nicky y otra de Alex, me detengo detrás de la pared para que no me escuchen.

- ¿Dónde está ella? - Pregunta Nicky, y ahora que su voz se escucha a través de un teléfono.

-Está en mi recamara, está dormida, seguramente despertara con un fuerte dolor de cabeza. - Odio cuando Alex tiene razón mi cabeza punza demasiado fuerte.