Pareja: Stiles & Liam

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Título: "Amigos"

<<Un mal hábito. Un mal sueño, o simplemente el destino.>>

Pov. NARRADORA.

¿Qué pensarían si un día despiertan y se encuentran a un chico durmiendo a su lado? Y no cualquier chico, sino aquel chico que toda chica desearía como novio. Esperen esto no termina allí. Que además tú seas un chico. Y lo extra que el sea el beta de tu mejor amigo, que es un hombre lobo. Nada de otro mundo.

Esto y mucho más se preguntaba y torturaba cada mañana el único hijo del Sheriff Stilinski, del magnífico pueblo de Beacon Hills.

Stiles de tan solo 18 años había atravesado por mucho más estrés que ningún otro ser humano en toda su vida, incluido sus casi preinfarto desde que supo que su mejor amigo, su hermano de otra madre era un hombre lobo. Al principio fue muy cool y todo, pero las complicaciones llegaron. Muchas vidas se perdieron, muchas personas que volvieron como se fueron nuevamente. En conclusión su vida era de todo menos normal y para nada sencilla.

¿Cuál era su problema? Bueno, tenía nombre y apellido...

—¿Liam? ¡LIAM! -grita desesperado el castaño. —¡Maldito perro levántate!

—Ya te escuché, no grites. -se queja el intruso. Según Stiles. —Siempre me gritas.

—Liam, esta es la vigésima vez en el mes que apareces durmiendo conmigo. -se relaja. —¿Cómo no voy hacer un escándalo por esto? ¿Es normal que un amigo se meta en tu habitación en medio de la noche, además duerma contigo en su cama? Yo no lo veo tan típico.

—Haces mucho escándalo. -el menor solo bosteza. —No es para tanto, mucho antes dormía en la misma cama con Manson, no es para nada diferente.  -reclama y mirando a su móvil sobre la mesita observa que no es más de las 6 a.m. —Usare la ducha. -y antes de que pueda escuchar las quejas del otro se adentró dentro del baño. Allí tenía además un cambio de ropa.

Stiles hervía de los nervios. Ese chico estaba muy raro. Y no quedaría todo allí, en donde solo aceptaba que ese cachorro durmiera con el cada noche como si fuera una más de sus cobijas. No, claro que no.

Mientras tanto al otro lado de la puerta, alguien más hervía sin entender el porqué. Liam se mantenía bajo el agua fría estaba muy caliente u no entendía la razón. Solo cuando estaba apegado al mejor amigo de su alfa se tranquilizaba. Era algo que no sabía explicar u aunque le había preguntado lleno de vergüenza al Druida del territorio no supo darle más que una palabra, paciencia.

¿Qué quería decir con aquello? ¿Paciencia con qué? ¿Se volvería loco antes de llegar a la respuesta? O, ¿viviría por siempre bajo el agua fría hasta encontrar la respuesta?

—Necesito ayuda... -murmuro para si. Recargando su frente contra los fríos azulejos. Necesitaba pensar todo de una buena vez, ordenar sus mañanas, medios días, tardes, noches y madrugada antes de volverse un demente que solo sobreviviría al dormir junto a otro hombre que siempre lo a tratado con cierta superioridad, mejor dicho que lo trata como un niño pequeño al saber que solo se llevan 3 años de diferencia. Eso era muy desesperante.

—Liam, maldición recuerda que también tengo que darme una ducha sal de una vez. -grita Stiles, asiendo suspirar al rubio del otro lado de la puerta.

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