CAPÍTULO 1 - Primer día

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CAPÍTULO 1

Tom ya iba tarde a su primer día de escuela. Su cabello castaño se le alborotaba con el viento a medida que aumentaba la velocidad, sus ojos claros llenos de nerviosismo. En su brazo, bien sujeto, iba su cuaderno personal, lleno de notas y hechos de licántropos, vampiros, hadas, sirenas... cosas reales para él.

Él y su papá acababan de cambiarse de la Gran Manzana a Mystic Land. Para él ha sido un cambio extremo, de estar 15 años de su vida lleno de espectaculares, tráfico y tragedias, pasó a estar desde hace 2 semanas en una ciudad (si se le podía llamar así) tranquila con un bosque y una costa hermosa.

Su mamá se murió en el accidente de las Torres Gemelas, pero eso nunca hizo cambiar quien era.

Su papá trabaja en Control Animal, y algunos días lo acompaña a hacer revisiones en el bosque. Uno de esos días que lo acompaño, vio algo que nunca olvidaría.

Unos ojos.

Y no unos normales, eran de lobo, licántropo para ser exactos. Café claro con un anillo dorado en la orilla de la pupila. Y los dibujó en su cuaderno, y nunca los volvió a ver.

Llegó al salón de Historia con un retraso de 10 minutos, entró, fue al escritorio de la maestra y se presentó.

- Siento llegar tarde, soy Tom Reynolds, vengo de Nueva York.- dijo mientras se acomodaba el uniforme.

- Claro Sr. Reynolds, pero que no vuelva a ocurrir, me puedes llamar Srita. Johnson -dijo sonriendo- puedes tomar asiento al lado de la Srita. Kennedy, por favor.

Tom miró a donde señalaba, asintió y se dirigió al fondo del salón, y vio a una chica fuera de los conceptos que tenía de una niña atractiva: cabello castaño, recogido en una coleta alta, tez blanca, labios naturalmente rosados, con el uniforme no muy largo, pero tampoco tan corto; a pesar de no tener maquillaje, se veía muy guapa. Tenía las piernas cruzadas en su silla, y tenía su celular escondido entre sus manos.

- Por favor, dime que no le has dicho a la maestra que traigo mi celular, necesito vencer mi marca personal en este juego- y ahí fue cuando ella lo volteo a ver, y quedo asombrado de algo.

Sus ojos.

Castaños claros con un anillo dorado en la pupila.

- ¿Estás bien? ¿Viste un fantasma o algo?, - dijo la chica pasándole una mano enfrente de su cara, haciéndolo reaccionar- soy Catherine por cierto.

-Soy Tom, - dijo sonriente- tienes unos ojos hermosos.

-Gracias, haces que me sonroje- dicho eso se le subieron los colores al rostro- son de familia.

<< O tal vez de licántropo >> pensó Tom.

-Vamos, ahora siéntate y anota, que a la maestra no le va a gustar que no estés haciendo nada- dijo Catherine.

- Pero tu estás jugando en tu celular.

-Touché. - dijo riendo.

Dicho eso Tom se puso a anotar, mientras Catherine seguía jugando. A veces él la veía, sólo para admirar sus ojos. Eran hermosos.

Tocaron el timbre que anunciaba el fin de la clase, Catherine agarró sus cosas dispuesta a irse, al igual que Tom, pero se le cayó su cuaderno, dejando al descubierto el dibujo de los ojos que vio en el bosque.

- ¡Wow! ¿Eso es un lobo? ¡Qué bien dibujas!- dijo Catherine asombrada.

- Sí, me encontré con ese lobo hace unas semanas y pues lo dibuje - dijo Tom apenado- ¿sabes? Pienso qué puede ser un licántropo.

Catherine se tensó un poco, pero se relajó y dijo:

- ¿Crees en todo eso?

- Sí, ¿es malo?

-¡No, para nada! Pero te sugiero que no hables de eso con todos, te creerían loco.

- Está bien, lo último que quiero es que me conozcan como Tom "el loco" Reynolds- dijo en un tono burlón, haciendo que Catherine riera.

- ¿Sabes? Llevo menos de una hora de conocerte y ya te considero una persona muy agradable- dijo Catherine sonriendo.

Mundos Escondidos (P A U S A D A)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora