Mundos Escondidos (P A U S A D A)

CAPÍTULO 15. - La manada permanece unida.

A Catherine no le importaba si la veían raro, lo cual nadie estaba haciendo ya que estaban más preocupados por salvar sus vidas que preocuparse por una chica aullando como loca; necesitaban ayuda, y la manada eran las únicas personas que las podrían oír desde ahí.

Justo cuando pensó que no vendrían, empezó a ver que la Jeep de su papá se estacionaba cerca del edificio en llamas, y que bajaban todos los integrantes de su familia, junto con el viejo Bart, uno de los licántropos más viejos de la manada.

Catherine hizo contacto visualn con su mamá, quien después de ver el infierno que se desataba, le mandó una sonrisa tranquilizadora, que la castaña le respondió con una igual.

Todos se pusieron a la obra, y los hombres empezaron a buscar una toma de agua, mientras que la Sra. Kennedy hablaba por el teléfono, mientras todo se percataban de su presencia. Una chica se acercó a Catherine curiosa.

- ¿Son tu familia no? - preguntó la chica, a lo cual Catherine asintió.- ¿Cómo pudiste llarmarles?

- Mi teléfono creo que en algún momento obtuvo señal y los pude llamar. - contestó Catherine un poco nerviosa.

-Pues, ¡gracias por llamarles! Estaríamos perdidos y muertos sin ellos. - dicho eso la niña la abrazó, lo que la tomó por sorpresa, pero le correspondió el abrazo.

Vió que Mario ya había encontrado un toma de agua cerca del edificio y se disponía a abrirla con una llave inglesa. Después de unos intentos, y de usar algo de fuerza sobrenatural, abrieron la toma de agua y empezaron a dirigir el agua en dirección al edificio.

Cuando empezaron a apagar una parte, que la verdad no era mucho, el edificio empezó a reaccionar al cambio, desquebrajándose, gracias a que la primera planta empezaba a caer. La azotea empezó a partirse, haciendo que Catherine se soltara de la mano de Tom, ya que iba a caer el el hoyo que se formó entre los dos.

El sonido de unas bocinas obligaron a todos a voltear havcia la carretera, de donde empezaron a aparecer muchas camionetas, carros y gente en bicicleta, que resultó ser la familia de Anne y todos los demás miembros de la manada, todos traían arena y barriles enormes con agua, además de algunas mangueras y escaleras.

Empezaron a apagar el incendio de a poco, pero entre menos fuego había, más débil era la estructura, y eso era un problema, porque no se querían perder la vidad de miles de estudiantes. Cuando terminaron de apagar el fuego, empezaron a acomodar las escaleras, pero el edificio empezó a ceder, y empezó a caerse; pero lo que pasó en ese momento, hizó que todos se quedaran asombrados.

Todos los estudiantes quedaron en una especie de coma y se alzaron los por los aires, pero Catherine, Anne y Tom pudieron apreciar todo lo que pasaba cuando flotaron por los aires. Unas pequeñas luces los rodeaban y evitaban que se cayeran, y Catherine sabía que las hadas estaban ahí, ya que ella de pequeña le encantaba ir al bosque a jugar con ellas, aunque por el odio que las hadas tenían hacia los licántropos le llegaban a jalar sus coletas.

Cuando estuvieron en el suelo todos, las luces se convirtieron en los seres más hermosos que hubieran visto sus ojos: las personas (porque eran hombres y mujeres) tenían la piel brillante, y sus ropas doradas, parecían hechas de oro. Tenían lureólas en el cabello, y sus caras eran amables y pálidas.

La que debía ser la reina, se abrió paso entre la multitud y se paró enfrente de los licántropos confundidos, y entonces ella empezó a hablar.

- Deberán preguntarse por qué estamos aquí, - dijo con una voz melodiosa, casi cantarina.- ya que, como saben deberíamos odiarnos y no vernos nunca, pero al oír la atrocidad que querían hacer a los inocentes de un accidente que terminó con la vida de uno de los suyos (que de verdad lo lamentamos), quisimos venir a decirles que si llega a ocurrir otro evento como estos, nuestra ayuda siempre estará al alcance de ustedes.

- Se lo agradecemos mucho, - dijo el papá de Catherine.- creáme su Majestad, que la tomaremos en cuenta para futuras ocasiones.

Y dicho eso, todas las hadas se hicieron pequeñas luces otra vez, y se fueron esfumando como los pétalos de un diente de león. Catherine se volteó a ver a todos sus compañeros, que ya estaban despertándose del trance en el que estaban. Un par de licántropos se ofrecieron para llevar a todos a sus respectivas casas.

La castaña abrazó a Tom y a Anne, ya que estaban todos vivos y no les había ocurrido nada. Los chicos se reunieron con la manada, y Catherine les dio las gracias.

- Pensamos que ya no nos iban a ayudar, ya que queremos proteger a los humanos... - empezó a decir Anne.

- Sí, pero creemos que los vampiros no se han puesto a pensar en sus acciones, y decidimos estar a favor de la verdadera buena causa. - dijo el viejo Bart. - La manada siempre estará junta, o todos coludos o todos rabones.

Todos ríen por el comentario, y Catherine está agradecida por la gran familia que tiene, porque lo quiera o no, todos estarán para todos en cualquier momento.

Y no había mejor sentimiento que ese.

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 Holaa! Ya regresé despues de una semana jeje, aquí les dejo un capítulo más.

YA SOMOS +400 reads! Muchísimas gracias por todo, en serio gracias. Los amo.

Empezaré a subir capítulos más rápido, no les diré cuando subiré, porque a veces no tengo tanta imaginación y pues no puedo escribir nada.

No olviden votar y comentar, para saber si les está gustando la historia. 

También (claro, si quieren), pueden decirme que quieren que pase el siguiente capítulo y así.

Me despido lectores, les mando besitos y abrazos y un sandwich de Nutella :3 (Perdón, tengo hambre jaja)

- Karlish :)