Mundos Escondidos (P A U S A D A)

CAPÍTULO 3 - Una propuesta

El sonido del despertador hizo que Tom saliera de su sueño, no recordaba de qué trataba, pero sabe que no fue agradable por el sudor de su frente.

Tomó un baño, se puso su uniforme y bajó a la cocina, donde su papá hacía lo que parecían hot cakes, pero tenían un olor desagradable, ya que su papá nunca fue un buen cocinero; por lo que sólo agarró una manzana y un jugo, y salió de su casa para ir a la escuela.

En el camino, se encontró en el semáforo a Catherine, que iba en su camioneta con su papá.

- ¡Hola Tom! ¿Quieres un aventón? - le preguntó Catherine abriendo su puerta para que él entrara.

- ¿Por qué no? - respondió él con una sonrisa, al mismo tiempo que subía en la camioneta.

De lo primero que se percató Tom, fue de la mirada un poco agresiva que el padre de Catherine le daba a través del retrovisor, lo que lo preocupo un poco.

- Tranquilo, mi papá lo hace por protección - susurró Catherine - no quiere que a su "niña" le pase algo.

Tom sonrió al igual que Catherine, haciéndolo sentir un poco más seguro. Todo el camino permanecieron en silencio hasta que llegaron a la escuela. Al bajarse los dos, Catherine se despidió de su papá y Tom le dio las gracias por llevarlo.

Sacó su cuaderno y se lo entregó a Catherine, ya que tenía nuevos datos acerca de las sirenas, criaturas que a ella le encantaban.

Catherine veía asombrada mientras avanzaban a Literatura. Se sentaron en sus lugares y empezó la clase. Tom veía como Catherine pasaba las hojas del cuaderno, hasta que llegó a la sección de licántropos.

- Tom... - dijo Catherine.

- ¿Qué pasa?

- ¿Quién no se va a morir si le disparan con una bala de plata? Sólo hace a los licántropos más débiles.

- ¿En serio? ¿Y tú cómo sabes?

<<Porque ya le pasó, seguramente>> pensó Tom.

- Porque... también soy fan de eso - susurró Catherine apenada.

- Bueno, creo que no soy el único "extraño" - dijo haciendo comillas al decir "extraño".

- Creo que por eso me caíste bien desde un principio, - dijo Catherine sonriendo - ¿sabes qué?, te invito a cenar el viernes a mi casa, ¿te parece?

- Claro, me encantaría - dijo Tom.

Aceptó la invitación porque, en parte, quería conocer más a Catherine y a su familia, y también, porque no se tragaba el cuento de que ella también fuera fanática de lo que a él le gustaba.

Viernes era noche de luna llena, y comprobaría que tan humana es la chica que estaba a su lado jugando y diciéndole que anotara.

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Este capítulo es un poco corto, no tenía mucha imaginación 😅 no olviden comentar y votar ES GRATIS!