Era viernes y Tom estaba en una cabaña cerca del vecindario de Catherine, con ella y con Anne, para una sesión de canto, la gente ahí era muy cálida y divertida, todos lo recibieron con una sonrisa.
Anne y Catherine estaban cantando, no es que fueran las mejores en toda la cabaña, pero todos les aplaudían y ellas, gustosas, continuaban la melodía entre gallos y risas. Terminaron de cantar y todas las ovacionaron, incluído Tom, orgulloso de tener una novia, si escucharon bien, NOVIA, como ella.Estaba muy contento por eso.
Las chicas bajaron del escenario y Catherine fue a los brazos de su novio.
- ¿Cómo lo hicimos? - preguntó la chica.
- Lo hicieron excelente - dijo él sonriendo.
Se sentaron y después de varias canciones y artistas que nunca iban a triunfar, tocó el turno de los gemelos,que no lo hacían tan mal, y todas las chicas de la cabaña estaban extasiadas y si te acercabas un poco más, podías oír su corazón ir a mil por hora.
A mitad de su canción entró un chavo que no se veía de más de 20, pelo negro un poco grasiento, estilo rockero, ojos cafés, y una piel muy pálida, tanto que parecía estar enfermo, pero la mirada fría con la que recorrió la habitación decía todo lo contrario. Al parecer buscaba algo o a alguien. Nadie hablaba, como si su presencia representara una autoridad.
- Encuentra una salida por la parte de atrás y nos vemos afuera, ¿de acuerdo? - le susurró Catherine.
- ¿Por qué?
-Digamos que no deberías estar aquí.
- ¿Por qué? - volvió a preguntar. ¿Cómo que no debía estar ahí? Todos lo recibieron con los brazos abiertos, y ahora un intento de rockero no lo iba a sacar del establecimiento.
- Porque... - empezó a decir la castaña.
- ¿Alguien aquí se llama Tom Reynolds? - preguntó el de pelo negro.
- Yo, ¿por qué? - dijo Tom parándose muy decidido, aunque por dentro moría de miedo.
- Quiero que salgamos, necesitamos platicar.
Tom siguió al chico, con la cara de preocupación de Catherine siguiéndolo todo el tiempo. Ya estando afuera, Decidió sacarse todas las dudas.
- ¿Quién eres?
- ¿Para qué? Sí después de lo que haga, no te acordarás de nada.
- ¿Después de qué?
- De esto.
El chico se le acercó abruptamente, poniendo sus manos en la cabeza de Tom, quien ya estaba diciendo sus últimas palabras, ya sentía que el final estaba cerca, hasta que...
- ¡Scott! - gritó Catherine.
- ¿Por qué me interrumpes? - dijo tranquilo el paliducho, que ahora tenía nombre.
- No lo toques.
- No creo que eso sea posible, rompiste las reglas, ahora te abstienes a las consecuencias.
Tom estaba en shock. ¿Catherine rompió las reglas? ¿Cuáles? ¿Y por qué lo tienen que matar a él?
- ¿Quieres que le diga a tu padre de Leigh? - dijo la castaña decidida, haciendo que el semblante de Scott cambiara.
- No, no le digas de ella, por favor. - dijo el chico caso de rodillas.
- Entonces dile a tu padre que todo fue un malentendido, que no hay ningún humano aquí. ¿De acuerdo?
- Está bien... - dijo Scott derrotado. - Y tú, - dijo dirigiéndose a Tom - te salvaste sólo porque tu noviecita te defendió, cuidado camarada. - y dicho eso, Scott se esfumó en una moto que Tom no había visto.
- ¿Qué fue todo eso? - preguntó Tom después de salir del shock.
- Bueno, es que digamos que tengo un secreto... - dijo Catherine agachando la cabeza.
- ¿Qué es?
- Es que...
- Dímelo, por favor.
- ¿Te acuerdas de todas las notas de criaturas en tu cuaderno verdad?
- Sí... ¿Por qué? - dijo Tom preocupado.
- ¿Y si te dijera que todo eso existe?
- ¿Cómo?
- Que esas criaturas existen, y están más cerca de lo que te imaginas.
- ¿Qué me estás tratando de decir?
- Que soy una licántropo.
-
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Mundos Escondidos (P A U S A D A)
Genel KurguTom es nuevo en Mystic Land, y en el verano se hizo fanático de las criaturas que sólo se ven en películas: vampiros, licántropos, hadas, entre otros; gracias a la aparición de lo que parece una de estas criaturas en el bosque, cuando hacía una expe...