Sounds Good Feels Good »muke«

San Francisco

—Aun puedo saborearte como si fuera ayer.

—Te extrañe tanto Luke —contesto el teñido después del beso.

—¿Recuerdas los planes que hacíamos para conquistar el mundo? —pregunto Luke con una sonrisa en el rostro.

—Claro que si rubio, aún recuerdo verte corriendo en la arena con tu cabello flotando en el aire —Respondió Michael soltando una pequeña risa.

Despues de una larga semana para ambos. Luke había decidido invitar a Michael a una cita, en el lugar que se había conocido, el pequeño bar en San Francisco.

—Nunca pensé que esto terminaría —susurro el rubio.

—Fue mi culpa Luke, yo arruine lo que teníamos.

—No podía vivir alejado de ti Mike, aún recuerdo como las montañas desaparecían en el mar mientras yo me aferraba a tus recuerdos los cuales no podía olvidar.

Luke entrelazo su mano con la de Michael sobre la mesa y le dedico una sonrisa.

—Quisiera volver a donde empezamos, a esa noche de verano, tu sabes que lo estábamos haciendo bien.

—Créeme yo también —el rubio aclaro su garganta —Cuando me encontraba en Australia solo pensaba en volver a San Francisco.

—Parecía que teníamos todo manejado.

—¿Recuerdas ese fin de semana que salimos de la ciudad? —pregunto el rubio.

—Parecía que nos dirigimos al infinito, te apoyaste en mí hasta quedarte dormido a causa de lo ebrio que te encontrabas —respondió Michael con una sonrisa.

—Fueron bueno momentos... —suspiro el rubio —Ya no puedo vivir sin ti Michael.

—Sin ti el olor de tu perfume me recuerda a cuando éramos libres, juro que esto aún me persigue —comento Michael sintiendo como las lágrimas bajaban por su mejilla.

—Michael, no te culpes, ambos cometimos errores.

—No tienes que decir eso para hacerme sentir bien, sé que lo arruine, siempre arruino todo...

—No tenemos que decir nada, más bien no digas nada en absoluto —lo intentó tranquilizar.

—P-pero Luke...

El rubio se estiro sobre la mesa y coloco sus labios sobre los de Michael evitando que este continuara hablando. Se sentía tan bien volver a besar sus rojos labios, siempre habían sido su adicción.

—¿Qué dices si lo volvemos a intentar Mike? —pregunto esperanzado el rubio —Ambos nos merecemos otra oportunidad.

—Es lo que más quiero Luke.

—Me alegra haber vuelto a San Francisco.

Ambos chicos se pusieron de pie y se abrazaron después de un largo tiempo alejados uno del otro.